3 | Into The Unknown 【Wizards; James Lake Jr.】

11 | Lake

❝Lago❞

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Silencio
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Tras una noche sin poder conciliar el sueño o probar un bocado de algo insípido, Stella acariciaba la cabeza de Steve, este reposaba su cabeza entre el cuello y hombro de la chica de cabellos carmesí, sollozaba avergonzado y las tibias lágrimas empapaban el vestido que ella usaba ése día.

—Tampoco es para que lo trates así.— soltó Stella con altanería ante las quejas que Claire soltaba por el llanto del rubio.—, cierto, hay otros problemas, pero en primera debimos haber hecho que Steve se quedara en el siglo XXI. Y en segunda, mientras tú y yo tenemos magia ¿Qué tiene él? Nada... Debe aprender a no dejarse de Lancelot.

Sin volverla a mirar, Stella secó nuevamente las lágrimas de Steve en un intento de hacer que su llanto cesara.

—Ya, Steve.— susurró con parsimonia.— tú te enfrentaste al mismísimo General Morando, ellos ni en mil vidas verán algo así. Además, recuerdo perfectamente que salvaste a muchos Trolls cuando yo más te necesité... En esta ocasión nada ni nadie te verá como inútil.

—¡No me dejaré! Esa no es la imagen que tiene mi ángel de patada ninja.— exclamó con un nuevo humor.

Claire dejó de lado la escena entre Steve y Stella con un sabor amargo en su boca, no quería ser mal vista desde la perspectiva de su amiga y hermana de portales. ¿Qué debía hacer? Esa era una gran pregunta, entre más intentaba acercarse a la de mirada zafiro, más se alejaba.

—¿Stella me odia?.— se atrevió a preguntarle al aprendiz, quien dejó de lado su crisis existencial por responder.

—No lo creo, odiar es muy fuerte... 'Ella no te odia, Claire.— dijo Douxie viendo a la mencionada.— yo diría que es estrés, ellos saben la batalla que tú tuviste antes de venir; supongo que Stella espera que seas empática con Steve luego de que ambos casi mueren por Arcadia, de nuevo...

—No era consciente de ello.

—Y lo sé, mientras tú intentas solucionar el problema queriendo proteger a Jim a toda costa por cumplir el juramento que le hiciste a Stella. Ella no recuerda nada... No sabe si eres amiga o enemiga.— recordó cerrando un poco decepcionado la línea de tiempo que lograba ver, seguía destruida.— es cuestión de tiempo y verás que vuelven a ser unidas, como antes...

Y también no trates a Jim como tu novio...

—Hablando de tiempo... ¿Cuándo pensabas decir que besaste a Stella?.

El joven azabache de mechones azules se tensó por completo, volviéndose más torpe y tirando unos cuantos libros que hacía rato había organizado.

—¿Cómo te enteraste?.— preguntó conteniendo el aire, no esperaba que nadie viese aquel osado acto que hizo en su habitación en plena noche.

Definitivamente no se vería nada bien ante los ojos de los demás.

—Tuve un mal sueño anoche y fui a buscarte para un consejo.— explicó ordenando los libros tirados.—, y los vi besándose.

—En primera, no debería explicarte nada porque ni siquiera te atreviste a tocar la puerta.— rió con nervios, intentando bromear un poco.—, en segunda, yo la besé ella no se movió; en tercera, sigo sin poder imaginar una sola razón del porqué debería contarlo a los demás si eso es entre Stella y yo; y por último...— suspiró.— ni siquiera sentimos algo, y si 'Ella está cómoda con mi presencia y entre ambos fue como si nada... ¿Por qué la necesidad de hacerme sentir incómodo?...