3 | Into The Unknown 【Wizards; James Lake Jr.】

18 | Perfect Couple

❝Pareja Perfecta❞

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Sincronizados
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Stella Miracle no era la única con batallas mentales incapaces de dejarla tranquila y de lograr traer su memoria de vuelta, sería mejor ni hablarlo.
Claire Nuñez mordía sus uñas con toda la libertad del mundo, siendo Douxie el único compañero del momento. Estaba sentada sobre la cama del joven aprendiz.

—Ella ya sabe... Ya la tienen.— murmuró más para ella misma que para sus acompañantes.— Debemos esconder a Stella, ¡Ahora mismo!— exclamó aterrada.

Jamás pensó que su visita en el Reino de las Sombras la llevara a encontrarse con una Morgana que había sido manipulada por la Orden Arcana. Ella sólo quería respuestas, solo ansiaba su libre aprendizaje para dejar de ser una carga para la pareja más linda que pudo ayudar a formar, Stella y Jim.

Logró saber más sobre su amiga de cabellos carmesí, viendo que toda su vida fue ocultada de Gunmar y Morgana, sin embargo, ahora debía ocultarse de la Orden Arcana. Aquella organización destructora por la cual Amelia Le Fay peleaba en sus años con vida.
También supo que aquel distractor causante de la herida de Jim fue la mismísima Stella; el joven híbrido estaba viendo a la joven abrazar a un ser de otro planeta, era obvio que él se iba a distraer.

Ambos no sabían la existencia del otro en aquel entonces.

—Buscaré a Stella, tú y Steve deben avisar a todos.— dijo de forma apresurada, levantándose y corriendo hacia la puerta.

—¿Qué sucede, Claire?.

—Morgana está viva.— confesó con énfasis en cada palabra.— y viene por 'Ella.

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Era gracioso, mejor dicho, era un "sueño" para Stella Miracle; la joven de 15 años luchaba arduamente contra aquel guerrero de Gunmar, a su lado, la obra de arte la protegía de los peligros.

Su equipo era único, perfecto. Ni la obra más detallada o el baile más sincronizado se iba a comparar a la batalla que ambos ejercían, mientras ella atacaba, él la defendía y mientras él atacaba, ella lo defendía. No decían nada, solo una mirada rápida y ya sabían qué hacer.

Jim se sentía pleno, aunque no era su Stella Miracle de 917 años; se alegraba que siempre pudo estar conectado a la del pasado de alguna forma, y su sincronía lo demostraba.

Esto era más real que nunca.

Tomados de la mano, ella logró aturdir los sentidos de Aaarrrgghh con una luz creada de sus propias manos, y él de una patada le hizo caer.

—Tortolos.— les llamó Callista con cierta burla, puesto que Blinkous Galadrigal estaba por sentir sus venas reventar ante la cercanía de su pequeña pelirroja hacia el chico de armadura.— háganse a un lado.

Y tras obedecer aquella orden, una enorme tabla de madera impactó al soldado de Gunmar, dejándolo inmóvil.

—¡Eso fue asombroso!.— chilló con emoción la fémina, posando sus zafiros más brillantes que nunca sobre el híbrido.

—Tú eres asombrosa...

Sin duda él era el único digno y quien tenía la dicha de provocar aquel brillo enternecedor en los ojos de la joven.

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—¡CUIDADO!.

Todo mal.

Todo incorrecto.

Todo destrozado.

El pueblo comenzaba a convertirse en un terreno fantasma, donde el color rojo adornaba cada casa que se consumía por la furia de un incendio que no se pudo evitar.
Estar en aquella situación era calorífica, las llamas consumían los hogares de muchos aldeanos, Stella apenas y logró salvar a cada aldeano que estaba en peligro.

—Escondanse en la Iglesia hasta que esto acabe, y no es una petición, es una orden.— dijo precisa, sabía que todos darían la vida por la hija de Amelia Le Fay, pero ella fue criada con la creencia de dar la vida por lo correcto. En este caso, salvar más de 50 vidas.

—Sí, su majestad.— dijo con eterno agradecimiento la esposa de un guardia.

Tras aquellas palabras, la joven soltaba mil y una maldiciones en su mente, las trampas de Douxie no funcionaron. Todo era un completo caos.

—Maldita sea, Arturo. Esto es tu culpa...— susurró mientras corría en busca de Steve o Claire.

El aclamado Rey Arturo ni siquiera se molestó en hacerle caso cuando Claire trataba de explicar lo sucedido con Morgana, estaba claro que en aquella época no era común que una mujer tuviese la atención que se les daba en Arcadia; detestó eso.

Era odioso, apenas y la escucharon estando bajo tierra, y ahora resulta que en el exterior era peor.

—Hombres...— murmuró con desprecio.

Menos Jim, él es la excepción

Con sus poderes comenzó a sofocar las llamas, evitando que el aire lograra avivarlas y expandirlas, tuvo que subirse a una fuente para lograe apagar una parte de las llamas.

—¡'Ella agachate!

Su espalda impactada contra el duro suelo la hizo volver a la realidad, tenía sus ojos cerrados, aquel golpe fue demasiado fuerte.

Algo estaba encima de ella, aquel asqueroso aliento húmedo y cálido era expulsado sobre su cara. Sabía de quien se trataba.

Deseaba que fuera Gunmar o Bular, pero no era ninguno de ellos.

Era el espía.

—Te quitas o te mato.— advirtió abriendo sus ojos, aquel cambiante no era una amenaza mayor, a pesar de los desastres que Camelot sufrió.

—Oh, pequeña mía.

Aquella voz sí que le aterró, no podía ser cierto, debía ser una maldita mentira; no podía estar viva.

—Alejate de mi sobrina.— amenazó Arturo con su espada arreglada lista para atacar.

Ni en 9 siglos seré como usted

—Así que... estás viva. El hombre qie todo lo puede no lo creía posible.— confesó la hija de Amelia con neutralidad.

—Arturo es un chiste... yo que tú mejor me cuidara, ellos vienen por ti... Y yo te llevaré a ellos...

—Eso ya lo veremos...

***

Comenzamos a casi el final 🤧