Hora Dorada (Omegaverse)

Capitulo 4

-Perdón, no hice la comida... me quede dormido- se disculpo cuando llego a mi lado en la sala.

-Esta bien, no has descansado desde la fiesta no?

-Ha sido un gran cambio todo esto.

-Si, no te preocupes. Pedí comida, tu parte esta en la cocina.

-Gracias.

La conversación volvió a desaparecer. Puse mi atención de nuevo en la película, mientras comía lasaña. Oí sus pasos regresar y se veía nervioso, aun así se sentó junto a mi en el mismo sillón.

El ambiente no era malo, así que solo disfrute de su compañía mientras terminaba de comer. La película era buena, pero empezaba a perder el interés, así que no tardaría en quedarme dormido o irme de ahí.

-Esta fue la primera película que fuimos a ver juntos al cine.- hablo sin despegar su mirada de la tele.

-Recuerdas eso?

-Si... era divertido salir contigo.

-No hagas esto- se me corto la voz.

-Hacer... que?- se vio nervioso.

-No me des ilusiones Kuroko. Fue horrible la primera vez.

Aunque aun le faltaba un poco para terminar su comida. Dejo su plato en la mesita de la sala y alzo sus pies sobre el sillon, para poderlos abrazar.

-Quieres que hablemos de eso?- pregunto aun viendo la televisión.

-No, la verdad no.

-Tenemos que cerrar ese tema y nunca tuvimos oportunidad.

-Supongo...

-En ese entonces mi vida era un desastre. Yo ya sabía que había problemas en casa, pero mi madre mantenía todos los líos para ella, hasta que mi padre desapareció... que coincidió con nuestro ultimo partido.

-Tu desapareciste sin decir nada. Claramente lo mal interprete.

-Si. No fue mi intención, quería hablar contigo y pensar realmente lo que sucedería en el futuro, pero la llamada de mi madre acabo con todo ello.

-Fue grave?

-Ella estaba en el hospital, mi padre la había golpeado y después huyo...- su mirada se veía cada vez más opaca y dispersa- las deudas de la casa, los prestamos que mi padre había pedido, las deudas del hospital... me sobrepasaron.

-Y como mantenias la escuela?- me entro curiosidad.

-Era becado, tanto por lo académico como por el deporte... eso fue gracias a Akashi.

-El sabía algo?

-Me investigo poco después de su pelea con Aomine.

-Él día que cambio al Akashi de ahora?

-Si, él pidió verme después de uno de los entrenamientos y me dijo lo mismo que he escuchado tantas veces. Eres un omega, tus capacidades no son suficientes, te voy a usar tanto como me seas conveniente... y de ahí se me anunció lo de la beca completa y empecé a tener miedo de fallar, si en algún momento yo no era necesario, yo desaparecería.

-Pero Akashi nunca hizo nada.

-No, pero yo si hice. Cada vez que trataba de alcanzarlos, se abría una brecha más grande, lo único que pude hacer es dejar de opinar y acatar cada una de las ordenes de Akashi... hasta que en ese último partido me dijo lo que temía... "ya no te necesito"

-Dejaste el basketball por eso?

-No... fue parte de mi decisión, pero no fue él.

-Entonces porque? aunque él lo dijera, tu tenias un potencial increíble. Cada vez tenias nuevas habilidades... tu podías...

-No Kise, yo no tenía futuro. Soy un omega din marca y mi cuerpo de cualquier manera era débil, no podía ser un titular regular como con ustedes... yo servía porque ustedes estaban conmigo.

-Odio que lo digas de esa manera, tienes que aprender a reconocer lo especial que eres.

-Demasiados años han pasado- me sonrió-  eres de un corazón muy puro, pero haya fuera no he tenido esa suerte.

-En preparatoria no tenía tiempo de nada, trataba de mantener mis calificaciones para la beca, pero trabajaba en la tarde y en la noche, pude pagar el hospital y mi madre había vuelto a trabajar, teníamos esperanza en mejorar las cosas.

-Todos esos años, nunca volvimos a saber de ti. Cada año nos encontrábamos para los partidos entre escuelas, pero... nadie sabia que paso contigo.

-No era mentira que perdí el contacto con todos, Aomine y Akashi fueron los primeros de los que me aleje. Nos habíamos mudado y había cambiado de numero, ellos eran muy cercanos a mi, por lo cual no quería que se involucraran y tu... bueno, te había lastimado , ni siquiera me justifique, tu rostro de decepción, odio y miedo, no podía olvidarlo, no sabia si volver a hablar contigo y solo lo aplace, ya no quería involucrarte en todo lo que estaba hundido.

-No consiste en nadie y solo agrandaste el problema. Todos nosotros somos de familias con grandes empresas, si no querías dinero, podías pedir empleo con nosotros y...

Me detuve cuando comenzó a temblar, su aroma se volvió tan amargo que tuve que apartarme por un momento. Su rostro palideció y ahora si me preocupe.

-Kuroko?

-Yo lo se... yo se que fue mi culpa, si les hubiera dicho, mi madre no hubiera muerto! Pero tenía miedo... nuestra relación no termino bien, que podía pedirles a cambio de ayuda? Yo ya no tenía nada.

-Aaah~ entiendo tu miedo y siento hacer que te sintieras culpable, pero nosotros no somos alphas sin corazón, tu podías venir.

-Kise, ellos cambiaron y lo sabes, era abrumador cuando peleaban, se volvían territoriales y cada vez era más una lucha de poder donde solo era una carnada, me usaban como premió, crees que hubiera tenido esa confianza para ir?

-Nosotros no...

-Lo se, se que tu no. Pero los otros... hubieron situaciones peligrosas. Mi mejor elección fue alejarme.

-Ya se resolvieron varías cosas, pero por último.

-Nosotros...-susurro.

-Sabia se tu engaño con Aomine, pero... nunca pensé que llegarían a tanto.

-Yo... tampoco. Siempre tuve una atracción hacía él, pero cuando te conocí todo mi mundo dio un giro. Eras mi centro... por eso no te dije nada.

-Que absurdo.

-Se que ahora parece tonto, pero quería que tuvieras la mejor imagen de mi, pero aun así Aomine si sabia todo... por eso me deje llevar hasta ese punto.

-Sigue siendo una imagen horrible para mi.

-Te dañe en todo el proceso. Nunca me sentí suficiente para ti y eso solo termino lastimandote más.

-Solo quiero saber una cosa...

-Cual? No creo que eso cambie tu perspectiva de mi

-Quien sabe... primero tengo que saber tu respuesta.

-Ok. Entonces dime...

-Realmente me amaste?

La pregunta le sorprendió y por fin llame completamente su atención. Cualquier indicio de nervios desapareció, él estaba totalmente serio.

-Si...