Esta es una colección de pequeños pero hermosos cuentos de hadas y poemas, para todas aquellas personas que aunque ya no sean niños siguen amando las historias conmovedoras y mágicas.
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Capítulo 1. La princesa.
Zoé Williams, una chica común y corriente que no tiene nada de especial, a excepción de que es bonita y lleva buenas calificaciones en la escuela.
Pero, ¿quién dice que soñar es imposible para las personas comunes? Ella tiene un sueño: convertirse en princesa al casarse con un príncipe. Aunque suena infantil ese es su sueño desde que tiene memoria, es lo que más desea.
Nunca ha pensado en que sea posible, pero un viejo cuento de hadas le demostró que era posible.
Zoé
Era uno de los días más cansados de mi vida, el primer día de exámenes fue de lo peor: dos el mismo día. Estaba exhausta y de mal humor, así que para refrescar mi mente decidí leer uno de mis viejos libros de cuentos: "Cuentos poco conocidos".
Abrí el libro justo por la mitad y me encontré con uno de mis cuentos favoritos, "el reino Kawaii", así que decidí comenzar a leerlo.
Todo estaba bien, hasta que en una parte de la historia vi a un príncipe super adorable haciéndome señales con las manos; naturalmente yo no podía creer lo que veían mis ojos, era prácticamente imposible que un personaje de un libro de cuentos tratará de comunicarse conmigo.
Decidí que lo mejor sería cerrar el libro y descansar mi vista, porque debía estar muy cansada y por eso creía que un personaje movía de un lado a otro las manos, como quien pide auxilio.
Estaba a punto de cerrarlo cuando una voz me llamó y dijo: -Se lo ruego bella princesa, no cierre el libro, tiene que ayudarme-dijo el príncipe del cuento.
Quede atónita, abrí tanto los ojos que creí que se iban a salir de mi cara. Dejé el libro abierto, mire al personaje que me había hablado y le dije-te ayudaré si respondes antes todas mis preguntas-el chico aceptó mi condición.
Empecé a interrogarlo.
-¿Quién eres?-pregunté. -El hijo del rey del reino Kawaii, el príncipe Andrew Knight-me contestó. -¿Qué edad tienes?-le dije, pensando que debía tener más o menos mi edad. -18 años-dijo y confirmó mi sospecha, era de mi edad. -¿Porque quieres mi ayuda?- lo interrogue. -Porque solo tú puedas ayudarme-dijo con tono esperanzado.
Andrew
Era mi cumpleaños no.18, mis padres los reyes del reino Kawaii organizaron una gran fiesta para celebrarlo.
En el mundo de los cuentos de hadas, al alcanzar la mayoría de edad (18 años) cada personaje sale a buscar una aventura, esa aventura, si tiene éxito se convertirá en cuento.
Así que es muy importante estar bien entrenado, por más encantador que parezca el mundo de los cuentos de hadas llega a ser muy aterrador.
Estaba muy contento, a la fiesta asistieron un montón de personalidades importantes, Cenicienta, la bella durmiente, La Sirenita, Blanca Nieves y otras muchas princesas más.
Sin embargo, no había ninguna princesa soltera. Se supone que en todo cuento de hadas debe de haber un poco de todo, fantasía, magia, aventura, terror, misterio, drama y lo más importante... Romance.
Pero en mi fiesta no había ni una solo princesa soltera, así que mi cuento no podía empezar ahí.
Pensé que mi historia se abriría pronto, porque cada vez que un cuento nuevo comienza la gran torre de los deseos lo anuncia a todos los rincones del mundo de cuentos de hadas, así que era probable que pronto anunciarán mi historia.
Pero después de varios días de no ver abierta ninguna historia en la que yo participará, me preocupe.
Si un personaje del mundo de los cuentos de hadas no aparece en ninguna historia, ni siquiera como personaje secundario, natural o cameo... Desaparece para siempre.
Así que, en vista de que nadie mencionaba ningún cuento en el que yo participará, me fui a buscar a una bruja que decían tenía todas las respuestas del universo.
Atravesé el bosque oscuro y casi al final de este me encontré con la casa de la bruja.
Pensé que probablemente viviría en un gran castillo embrujado y tendría un montón de sirvientes y esclavos, pero cuando vi su humilde choza de paja y palos, por un momento creí que me había equivocado.
Sin embargo, una joven y bella mujer de cabello rojo escarlata y ojos verdes, salió de la choza y me dijo: -Príncipe de cabello rubio, ojos azules y piel blanca... ¿Ese eres tú, verdad, príncipe Andrew Knight?-
Quedé perplejo, pues no creí que la bruja tuviera aspecto de princesa. Cuando entre a la casa vi como la joven revolvía algo en su caldero, mientras decía que me había estado esperando.
-Tardaste mucho en venir, por suerte para ti, yo anticipé tu visita-me dijo ella. -¿Usted sabía que yo iba a venir a buscarla?- le pregunté extrañado. -Calla, mira mi caldero, ya la encontramos. -¿A quién?-volví a preguntar. -¡Al amor de tu vida, tonto!- grito la bruja.
Zoé
El príncipe del cuento me dijo que necesitaba salir de su historia, lo cual no sonaba nada lógico en mi humilde opinión. Sin embargo, lo ayude.
Me dijo que para salir necesitaba que yo lo dibujara en una hoja de papel fuera del libro, pero que debía dibujarlo exactamente igual, pero sin pintar. Después, él diría algunas palabras mágicas y lograría transportarse a sí mismo a la hoja.
Era un proceso complicado, pero después de un rato lo logramos. Cuando estuvo en la hoja el príncipe me dijo que debía tomar su mano, pero yo le dije que era imposible.
Andrew insistió y yo traté de meter mi mano a la hoja, lo cual no funciono... Porque fue él quien sacó su mano y tomó la mía, luego se impulso y salió disparado de la hoja de papel.
Andrew
La bruja me dijo que si quería tener mi propio cuento de hadas debía encontrar al amor de mi vida, pero que eso no sería nada fácil, pues ella (según su caldero) vivía en otra dimensión.
Cuando la vi me di cuenta de que sería una princesa perfecta, su apariencia era hermosa: de cabello negro como el ébano, ojos marrón claro y piel blanca como la nieve.
Podría decirse que me enamoré de ella a primera vista, porque de repente me dieron unas terribles ganas de conocerla.
Cuando le pregunté a la bruja como hacer para encontrarme con ella me dijo que debía viajar a su dimensión, me explicó detalladamente los pasos y luego dijo: no olvides que es solo por tres días, debes convencerla de ser tu princesa en esos tres días.
