Son como niños.

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Los exterminadores seguían al dragón de dos cabezas que llebava a Kohaku en su lomo y a Dai en sus patas,los siguieron fuera de la aldea hasta el bosque pero se les perdió y no lograban dar con él.

Yuki, quien iva más atrás del grupo aún no había entrado al bosque cuando pudo ver al dragón salir y subir a las nubes, ella se estubo un tiempo sin ver nada más, hasta que un ser distinto salió volando de entre ellas.

Era un hombre vestido de blanco con una larga estola, no tiene dudas de que se trata de un demonio, en su aldea suelen decir que los demonios con forma humana son los más poderosos y peligrosos, pero...¿qué hacía uno así tan cerca de la aldea?.

Segundos después el dragón de dos cabezas sale en la misma dirección, con Kohaku sobre su espalda y con Dai en sus patas.

Su primera impresión fue preocuparse, pero lo que Kohaku le dijo ese día volvió como recuerdo a su mente, el dragón le pertenece al demonio con el cual él solía viajar, ¿será ese ser blanco aquel demonio?.

Yuki:- Sesshomaru..., estoy segura de que he escuchado ese nombre antes-.

Ahora tiene curiosidad, ella no se ha enfrentado a ningún demonio así antes, pues tiene poco tiempo haciendo trabajo de exterminador, ya que lo tomó al igual que otros desde que se enteró de la muerte de el exjefe de la aldea y de su hermano.

Las luces de las antorchas le advierten del regreso de los exterminadores que volvían de la persecución, al llegar a ella pudo notar sus caras largas y llenas de desepción; era de esperarse, no han sido lo suficientemente competentes para atrapar al yokai.

El exterminador que siente yoki, Kudo, una persona mayor que se había retirado de ese oficio, le habla: -los he perdido, no los siento, ya estoy demasiado viejo para estas cosas, nunca debí volver a tomar las armas-.

Yuki:- no se desanime, si no hubiera tomado el puesto de nuestro exjefe no hubiéramos formado este nuevo grupo, su experiencia es vital para nosotros, le necesitamos más que nunca-.

Kudo:- aún así me siento miserable, perdí a Kohaku y a Dai, los dos eran parte de la esperanza de la aldea y yo no logré traerlos a casa-.

El viejo suelta algunas lágrimas.

Yuki:- ohi, pobre no se me sienta mal, venga,venga-.

Lo abraza.

Yuki:- sssh ya, tranquilo, ellos estarán bien, no tiene que preocuparse yo los v....-.

Kudo la interrumpe: lo lamento mucho Yukiiiiii.....sé que Dai..... sé que Dai te gustaba-.

Yuki:- queeee?-Lo suelta- de dónde saca eso?-.

Kudo:- no te gusta?, pero si Dai nos dijo que te le habías declarado-.

Yuki:- son puras mentiras, mentiras del tamaño de su cabezota, jamás me gustaría alguien como él, ojalá se lo coma ese dragón-.

Kudo llora otra vez.

Yuki:- ahi no venga ya sssshhhh-.
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Dai seguía temblando de miedo en las patas de Ah- Un, esos ojos que clamaban su sangre no desaparecían de su mente, a pesar de ser un exterminador experimentado, él, Dai, no pudo controlar su propio cuerpo frente a un demonio.

Verguenza, verguenza.

Sus pantalones mojados, ¿cómo puede dejar que estas emociones causen este efecto en él?, no puede permitirlo, debe calmarse y tomar el control de sí, está frente a un demonio.

-sé fuerte, sé fuerte-. Se dice Dai.

El dragón acelera y otra vez puede ver a ese ser blanco frente a él, rápidamente su presión aumenta y siente que le falta el aire, no puede, no sabe cómo escapar y entra en pánico otra vez.

Creciendo Junto A TiWhere stories live. Discover now