Capítulo 24. Castigada!

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Luego de que Julieta se disculpara con su papá y prometiera hacer lo que ambos pedían, el regreso al cuarto para estar con Altagracia, quien lo esperaba de brazos abiertos, se notaba lo que quería, sonrió de lado encaminandose a la cama para darle exactamente eso, mimos.

Su esposa en ocasiones era bastante transparente cuando así lo deseaba, justo como ahora, probablemente por todo lo que había pasado, sabía que ella no quería ser la causante de peleas ni de que las cosas cambiaran pero había un motivo de fuerza mayor aquí, su salud.





- Ya esta todo bien contigo y Juli? -- se acomoda en su pecho

- Si mi vida, puedes estar tranquila que los dos llegamos a un buen acuerdo -- besa su cabeza -- Yo no grito y ella no me falta el respeto

- Crees que podamos hacerlo mejor con este bebé? -- pregunta

- Mi amor no es que lo hemos echo mal -- ríe -- Sólo que... no se me ocurre nada la verdad

- No son malas, tienen su carácter pero malas no -- lo abraza

- Tienen nuestro carácter -- soba su espalda -- Tal vez por eso no tomamos muy a pecho lo que nos dicen

- Puede ser -- concuerda -- Igual tratemos de no mimar tanto a este niño -- ríe -- Sólo por las dudas

- No te puedo prometer nada -- sonríe

- La verdad creo que tampoco lograre cumplirlo -- admite -- Cómo que nuestros hijos nos pueden más

- Es que son nuestra debilidad -- suspira -- Que nos paso?

- La paternidad -- asiente -- Nos cambio

- Bastante -- ríe -- Y ni cuenta eh

- Bueno cuando nació Julieta supe que no sería la misma, antes me preparaba un trago en plena madrugada -- hace puchero -- Luego termine preparando biberones, cambiando pañales, preparando una mochilita con comida para la escuela -- enumera

- En tu bolso había un arma -- recuerda -- Ahora que tienes ahí?

- Banditas, pastillas para el mareo, caramelos, antialergicos -- se muerde el labio pensando -- Bloqueador solar, pastillas para el dolor de cabeza... amor tengo una farmacia allí

- Y tu arma donde quedo? -- se acomoda

- En la guantera del coche, si tengo que bajar la meto como puedo en el bolso -- suspira -- Que bajo he caído

- Es que te volviste muy paranoica con las chicas amor -- se suelta riendo

- Luís, nuestras hijas se lastiman todo el tiempo, comen lo que les hace mucho daño por eso llevo la farmacia entera en mi bolso -- se queja

- Bueno ahora no tendrás que tener la farmacia completa, ellas prometieron portarse bien -- la mima

- Tampoco tendré que salir mucho -- se sienta -- Quiero pasar un tiempo aquí tranquilita en la cama

- Y eso a que se debe? -- la imita

- Yo... tal vez estos días tuve que llamar a mi obstetra -- juega con la sábana

- Altagracia -- levanta una ceja

- Tuve dolores -- desembucha -- Me asusté pero luego de que ella viniera a revisarme, dijo que sólo necesitaba descansar más

- Por eso decidiste decirme que necesitas ayuda -- frota su rostro con ambas manos

- Si... -- dice inocente -- Pero bueno ya te dije la verdad y pues lo resolvimos no?

Y Que Culpa Tengo Yo!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora