Y Que Culpa Tengo Yo!?

Capítulo 25. Te Lo Devolvere

Pudo abrir la caja saco uno de sus juguetes sacrificando el resto, volvió a cerrarla y a continuación regresandola hasta el "escondite" de José Luís, para luego volver a acostarse, no le convenía que el supiera lo que había echo.

Además no tenía tantos minutos disponibles hasta que el llegará, esperaría mejor a que se fuera al estudio para trabajar un rato, luego de cobijarse y poner su carita de enojada/triste y mantenerla hasta que llego José Luís es que empezó lo bueno.

- No te las pudiste quitar? -- cierra la puerta

- Que no ves? La edad te esta pegando duro -- se coloca de lado

- Uy! -- se acerca -- Estamos bravas eh! -- se sienta dejando la mano sobre su pierna -- Tienes que cumplir con tu castigo, no eres tú la que me dice que tengo que ser más severo con las chicas?

- Con las chicas! -- asiente -- No conmigo

- Bueno pero si ellas hacen pendejadas y son castigadas por eso, lo justo es que también sea así cuando tú las haces -- da de hombros

- Y cuando tú haces pendejadas? -- se sienta como puede -- Ah!? También serás castigado? O sólo aplica cuando a ti se te antoja

- Podría subirte el castigo por hablarme de ese modo -- la toma del mentón

- Aumenta lo que quieras! -- pierde la paciencia -- Yo me iré cuando pueda salir de esta cama el mes que viene

- Y a dónde te vas a ir? -- la encara

- Tú te acuerdas de Thiago? -- indaga -- Uhm? Te acuerdas verdad -- sonríe -- Fíjate que está soltero, me iré para allá, así estoy lejos de un dictador como tú!

- Puedes irte si quieres -- asiente siguiéndole el juego -- Pero te vas sola, sin mis hijos -- se levanta señalando su vientre

- Son mis hijos también! -- frunce el ceño

- No dejaré que te los lleves, irás a coger no? No los necesitas para eso -- da de hombros caminando a la puerta -- Piénsalo y luego hablamos cielo -- sonríe antes de salir por la puerta

- Imbécil -- bufa acostándose -- Si piensa que gano está muy equivocado -- mueve las almohadas

Ahora estaba muy enojada por lo que dejo para más tarde o incluso para otro día lo de jugar, no se quito las esposas, sino corría el riesgo de calmarse y ese enojo lo quería mantener, las horas pasaron con cierta rapidez, las chicas invadieron el cuarto pues no la habían visto casi, si se sorprendieron un poco cuando la encontraron viendo un punto fijo bien enojada y con esposas.

- Vinimos en mal momento? -- ríe Julieta

- No -- levanta sus manos -- Tú papá evita que me levante con estás

- Pero creí que sólo debías estar tranquila -- salta a la cama Sofí

- Es larga la historia pero ahí les va el resumen -- se acomoda -- Creí tener contracciones, llame a mi obstetra y me dijo que debía estar tranquila, además de reposando todo un mes, el ogro ese se enojo y aquí estoy

- Ogro? -- se suelta riendo

- Si -- asiente

- Ma deja que te quite esas esposas -- se acerca Juli

- No déjalas ahí -- se lo impide

- Pero te estás lastimando -- señala sus muñecas -- No pudo ponerte las de peluche al menos?