Y Que Culpa Tengo Yo!?

Capítulo 45. Otra Estupidez?

- Ya se llevaron el sofá -- informa al regresar al cuarto -- No deberías de recibir el nuevo, estás adolorida, además tienes a Lucas encima

- Ya me tome mi pastilla -- le resta importancia -- Me recomendaron moverme más, además si sales tú, van a darme el precio que vale en realidad ese sofá

- Pues lo pago y ya! -- dice obvio

- Te encanta tirar el dinero no? -- mima a Lucas -- Recuerdas lo que prometimos hace un año atrás?

- No, que prometimos? -- cruza los brazos

- Julieta quiere una fiesta con sus amigos en un velero pero no aquí en México -- ríe cuando Lucas le hace caritas -- Que paso mi cielo?

- Me recuerdas porque aceptamos? -- indaga

- Cumple 18 años, además Sofía también quiere hacer lo mismo y tú les dijiste que si porque quieres usar mi velero! -- lo encara

- El que tienes en Brasil -- asiente sonriendo -- Ese velero es hermoso

- Aún falta un par de meses pero nosotros iremos para año nuevo, viajaremos con muchas adolescentes -- suspira -- Por suerte Amanda va ayudarnos

- Eduardo también irá? -- pregunta

- Si, necesitamos ser varios adultos, ahora ten a tu hijo para que yo pueda levantarme -- se lo pasa

- Sigo pensando que deberías de quedarte quieta -- lo carga

- Todo aquí abajo está marchando bien -- se levanta haciendo muecas -- Si ya me dieron permiso para moverme lo voy hacer, no me puedes mantener en posición vertical así porque si

Durante los siguientes minutos los dos van al recibidor, Altagracia ya había recibido un mensaje donde su amigo le aseguraba llegar enseguida con el sofá, la cara de José Luís al notar que esa persona era un tanto... afeminada fue espectacular, ahora entendía porque Altagracia no quería que el recibiera el sofá, mientras ellos hablaban como si fueran los mejores amigos unos hombres iban acomodando el sofá que era idéntico al anterior.

- Amo lo hermosa que es tu casa -- suspira -- Es divina

- Gracias, hago lo que puedo para mantenerla así -- ríe

- Que cirugía te hiciste? -- se acerca para verla -- Botox no es

- Me subí las nenas -- señala sus senos -- Están mejor pero todavía me molestan un poco

- Demonios! -- mira su escote -- Si están más para arriba, tienes juguetes nuevos -- le dice a Luís

- Si -- ríe

Luego de un poquito más de charla se despidió de su amigo, de ahí fue acomodando los cojines del primer sofá, cuando las chicas bajaron no entendían como Altagracia había conseguido el mismo sofá, luego de que lo probaran comenzó la platica sobre el comportamiento de Sushi, lo mejor era estar sentados ya que abarcaría un largo rato, lo sorprendente fue que no comenzó con un regaño, ya que la mayoría de las veces que se sentaban para hablar de Sushi, terminaba así.

- No va entrar a la casa hasta que ella se comporte -- advierte -- Va a vivir en el jardín y si mis muebles de ahí se ven afectados, adiós cumpleaños -- le dice a ambas -- Ustedes saben que debieron de mandarla a entrenar desde que era un cachorro

- Pero el cumpleaños lo prometieron mucho antes de Sushi -- cruza los brazos Julieta -- No es justo

- Ese sofá tenía 13 años de edad -- toma en brazos a Lucas -- Así que si Sushi pudo romperlo en menos de 5 minutos, yo puedo cancelar el cumpleaños

- Mamá no es justo, estuvimos cumpliendo con todo lo de la lista desde que monstruito llegó -- se levanta -- Y si Sushi no aprende nada? Ma no va a ser nuestra culpa porque ya fue llevada a entrenar

- Si no aprende nada va a ser porque no me hicieron caso cuando les dije que debían de ponerle límites -- besa la mejilla de Lucas -- Ustedes sabían que tener un perrito acarreaba todo un sistema de reglas, no sólo porque lo digo yo, ella rompió un montón de cosas ya y ustedes ni regañarla querían

- Me sigue pareciendo injusto pero esta bien -- da de hombros -- Hagan lo que quieran, lo siguiente será no enseñarme a manejar verdad? Le pediré a Nico que me enseñe -- se retira

- Entonces les digo a mis amigas que probablemente no tendré fiesta? -- indaga Sofí

- Depende de si ustedes hacen los ejercicios que manda el entrenador con Sushi -- suspira -- Mi amor, aunque ella pase horas allá, ustedes tienen que seguir enseñándole aquí en casa porque sino de que sirve

- Pero Sushi no hace caso maaaa -- se queja acostándose del todo en el sofá

- Pues por eso fue a que la entrenen no? Pero tampoco pueden esperar a que ella venga como nueva -- ríe negando -- Ustedes tienen que hacerle sus ejercicios como un hábito, sino va a seguir siendo una salvaje de lo peor

- Si lo intentamos, igual cuenta? -- la mira

- Dependerá de los avances que veamos tu papá y yo, no va a mejorar por completo pero si deja de mear en mis cortinas -- abraza a Lucas -- Ya es ganancia

- El enano se está aprovechando -- interrumpe Luís

- Es tu hijo, que esperabas -- ríe

Estuvieron hablando otro poco con Sofí quien estaba tratando de negociar con su madre, ya que José Luís iba hacer lo que Altagracia decidiera, en fin llegaron a un acuerdo si es que Sushi no mejoraba considerablemente como para ir a Río, Sofía fue a contarle a su hermana el trato que había echo con si mamá, lo cual le pareció bien entonces acepto pero estaba más que obvio que las dos se desvivirian para lograrlo, mientras tanto los días fueron pasando Javiera tuvo que estar más cerca de su patrona ya que Lucas estaba cada vez más apegado a ella, parece que esos días en el hospital incrementaron su mamitis.

Entonces Altagracia andaba con el bebé en brazos con Javiera detrás que la seguía con el biberón, aunque por la operación no iba muy lejos, siempre de la sala al cuarto y de ahí a veces a la cocina, lo difícil estaba cuando Altagracia tenía que hacer una video conferencia, Lucas hacía berrinche agarrándose de su pierna pues al ella estar sentada es lo que quedaba a su alcance, el peque podía estar bien tranquilito jugando sobre la alfombra mientras pudiera ver a su madre, sin embargo cuando le tocaba hacer algo del trabajo que requiriera de su "presencia" Lucas pasaba a su cuarto con Javiera para jugar un rato.

Aunque más bien era Javiera tratando de distraerlo, al final lo lograba pero cerca de 20 minutos después de puro llanto que sólo se hacía más fuerte, ya cuando el berrinche pasaba lo distraía con canciones, sus juguetes o simplemente con cosquillitas, luego de casi dos horas aparecía el bebé más grande de Altagracia, exacto, José Luís, el venía despacito con sus medicamentos además de unas orquídeas blancas, este había echo alguna estupidez y quería redimirse a toda costa, ahora sólo tocaba descubrir que pendejada se mandó el imbécil, he ahí lo difícil, José Luís tenía una mente tan estúpida cuando se lo proponía.