Capítulo 10

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"No sé cómo me convenciste de hacer esto". Exclamó MoBei con frustración mientras sujetaba la cintura de Shang.  

"Prometiste que harías todo lo que quisiera por un día". Exclamó sin aliento por el esfuerzo que estaban haciendo. "Así que levantame más".

MoBei hizo caso a lo que su pequeño novio que estaba sobre él dijo y lo elevó tan alto como sus brazos lo permitían. El menor tomó unos libros y esperó a ser bajado por su pareja que nada más verlo terminar lo que estaba haciendo lo bajó de inmediato.

"Pudimos haber usado una escalera, una silla o un banquito, ¿por qué la insistencia en que te cargue?" Preguntó el pelinegro tomando de los brazos los libros que Shang tenía.

"Pero me gusta mas estar en tus brazos y te tengo mas confianza a ti y tu fuerza que la resistencia de esos objetos". Sonrió y se dirigió a su escritorio, dejando al otro algo avergonzado y lleno de felicidad, aun que su rostro no dejara escapar ninguna de esas cosas en su fría expresión.

"¿Ahora que vas a leer?". Trató de cambiar de tema, aun que si estaba interesado en lo que hacia su pequeño novio, pues se veía ocupado últimamente, pero se negaba a separarse de él.

"Tengo algunos libros de terror y otros de bl, quiero escribir alguno con esa temática, pero no he leído muchos de terror, así que no sé cómo escribirlos". Se estaba emocionando por solo hablar de ese tema y su mirada se iluminaba mientras hablaba de su trabajo.

"Puedo conseguirte más libros si estos no son suficientes". Su voz sonaba un poco indiferente, como si lo pudiera hacer todo, pero de cierta manera, Shang sabía que estaba siendo sincero en prestarle ayuda, lo cual lo hizo sonreír.

"Por supuesto, te lo agradecería mucho, honey". Sus mejillas se calentaron ligeramente y uno de los libros que traía se resbaló, cayendo al suelo, se agachó rápidamente para recogerlo, pero no contó con que MoBei también hizo lo mismo, golpeando sus cabezas juntas.

"Ouch". Se escuchó diciendo QingHua y sobó su cabeza con una expresión de dolor.

MoBei solo tomó el libro y se lo entregó. Sus miradas pasaron del libro en la mano del menor, hasta verse a los ojos. Los ojos oscuros de MoBei reflejando la cara sonrojada de Shang, sin duda era una escena maravillosa, su mirada no era fría como con el resto de las personas, era diferente y cautivadora, tanto que hizo a el castaño inclinarse hasta besar los suaves labios del pelinegro, su mano tomando el libro, o eso parecía, pues ésta se fue hasta la mano que sostenía el libro, nuevamente terminó en el suelo por que los dedos se entrelazaban. La mano contraria del ojiazul se dirigía a la cintura del mayor, haciendo que sus cuerpos se pagaran más mientras el beso fluía tierno y a un ritmo calmado.

El ambiente se volvía cómodo con ellos al pasar de los días, se sentían bien al estar juntos y hacía un tiempo que Shang tenía la confianza para expresarse aun con el fuerte temperamento de su pareja.

La mano libre de Shang abrazó el cuello del contrario, sus pies se habían puesto de puntita para alcanzarlo, al notar esto, MoBei lo levantó con cuidado para que las piernas de su novio rodearan sus caderas, ahora, ambas manos del menor se ocupaban en la cadera del mayor.

Las manos de Shang se aferraban al cabello y cuello de MoBei, soltando suspiros mientras lo seguía besando, aun que desde esta posición él se tenía que inclinar un poco, pero estaba contento por sentir las manos grandes y fuertes aferrarse a él.

"Vamos". Susurró Shang entre sus besos. El otro entendió la intención y lo llevó hasta su habitación, donde pasaron una buena tarde juntos.

(...)

"Voy tarde, mierda, mierda, seguramente ya se ha de haber ido, una hora tarde por un jodido error". Shen se quejaba mientras conducía, si bien, nadie lo estaba escuchando, no se cansaba de maldecir a todo lo que existiera, ¿quién habria de pensar que pasaría algo como esto? Justo el día que tenía que salir con Luo, además de que ni siquiera había tenido tiempo para contactarse con él y decirle que llegaría tarde. Tal parece que los cielos estaban en su contra ese día.

"Se supone que todo debía salir bien, ni yo me esperaría por una hora, pero no puedo dejarlo así sin saberlo, si está ahí, no sé que habria que decir." Se estacionó frente al restaurante en el que habían quedado, uno lujoso y público, en el que podían verlo fácilmente todos los reporteros que lo estaban siguiendo desde que salió de la empresa, como si no lo notara.

Salió del auto de prisa y entró al establecimiento, buscó al joven y efectivamente estaba ahí esperando, solo con una Copa que parecía vino en su mano, tomando pocos tragos, parecía aburrido, pero se veía etéreo, había varios ojos que se posaban en él o lo veían de reojo, aun que dudaba que el joven lo notara. Se acercó y se sentó junto a él.

"Disculpa la tardanza, hubieron algunos problemas en la empresa, fueron urgentes, ni siquiera tuve tiempo para avisar, de verdad lo siento". Expresó con sinceridad, aun que la expresión de Luo cambió drásticamente cuando lo miró sentarse frente a él.

"Si viniste, me alegro por eso". Realmente su rostro se veía feliz, la sonrisa blanquecina y el brillo en sus ojos lo hacían ver como un loto precioso. Él era hermoso, sin duda. Por desgracia esto solo puso peso en el corazon de Shen, haciéndolo sentir triste por haber llegado tan tarde.

"¿No has ordenado?"

"Te estaba esperando"

Solo fueron tres palabras, pero esas tres palabras hicieron algo en el interior de Shen, algo hacía presión en su corazón, lo cual creó confusión en él, no sabía si estaba feliz por saber eso o preocupado.

"Ordenemos entonces". Una sonrisa escapó de sus labios, cosa que el menor notó, pero no hizo ningún comentario, aun que le alegraba ver al mayor sonreír, sin duda era algo que no pasaba seguido, fue corta, pero sincera, no cortés, como solía serlo.

Hablaron de cosas sin sentido durante un buen rato, contaron sus experiencias en la Universidad, al parecer el serio CEO de una gran empresa, no siempre había sido tan perfecto, también metió la pata en varias ocasiones. Algo que permaneció sin tocar, es los temas amorosos, ninguno quería hablar de eso.

"Uno de mis ex-compañeros de Universidad va a el bar en el que trabajas, sinceramente me sorprendí por eso".

"¿La pareja de MoBei? Si, me lo comentó, ¿solían ser amigos?" No estaba tan curioso por saberlo, pero aún así lo quería saber, sentía interés por todo lo que se tratara de Shen.

"Solíamos serlo, pero no tenemos contacto desde hace mucho, él dejó la Universidad y mis padres me prohibieron acercarme a personas como él". Se sentía algo incómodo hablando de ello, pero de cierta manera, quería decirlo.

"¿Qué quiere decir personas como él?"

"Gays".

Un silencio se creó en la mesa, de pronto Luo lo entendió todo. Padres homofóbicos. Sabía de sobra que a Shen solo le gustaban los hombres, o al menos no parecía que le atrajeran en absoluto las mujeres.

"Supongo que ya no tienes ese impedimento".

"Es más complicado que eso, más bien, ya no me importa, pero tengo que mantener mi imagen o algo así". Eso se sobreentendia, cuando una persona es famosa, regularmente mantenían sus relaciones privadas hasta cierto tiempo y por lo que había investigando sobre Shen, no había tenido ninguna relación formal. O probablemente habían silenciado la información.

"Entonces, ¿tus padres saben que te gustan los hombres?"

"Si, solo que no lo aceptan".

Otro silencio se hizo, la cabeza de Luo maquinaba en ¿por qué aún existen personas que no aceptan a sus hijos tal y como son?

"Mi padre no cree que un maricón pueda manejar su empresa, pero aún así lo hago, y muy bien". Sonrió levemente.

"¿Quieres ir a otra parte?" Preguntó el menor.


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WEEEENAAAAAS gente preciosa. No estoy muerta, namas me hago pendeja.

No es cierto, he Estado ocupada, pero todo bien, sigo publicando. Los amo y espero hayan disfrutado este capítulo. ❤

Epifanía irreal || BingQiu/QiuBingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora