Cuando Draco sintió un pequeño ardor en la marca, acudió a paso apresurado al salón donde había dejado a sus padres esperando . Su padre debía haberlo sentido nuevamente si lo había llamado así sabiendo que Potter estaba allí. Bueno, estúpido o no, Draco estaba casi en deuda con Potter. Su familia había debatido una y otra vez si tenían una deuda de vida con él o si él la tenía con alguno de ellos. Pero cada uno había sacado sus propias conclusiones, y la vez que Draco se lo había insinuado en el juzgado a Potter... No había querido escucharle. Eso era muy propio del San Potter que conocía, así que Draco no se sentía con ninguna deuda. Estaba agradecido por lo que había hecho por su familia, él probablemente no lo hubiese hecho si hubiese estado en su lugar pero aún aún así eso no hacía que le cayese bien.
-Padre-dijo Draco reduciendo la velocidad-. Potter y su amigo han venido.
Lucius que estaba sentado en el sofá con una mano unida a la de Narcisa se soltó de ella y ambos se levantaron.
-Bienvenido Señor Potter -dijo Lucius aún con la mandíbula tensa.
-Siéntase como en casa, Señor Potter -dijo Narcisa con una inclinación de cabeza-, estamos agradecidos de que haya aceptado nuestra invitación.
-Gracias por invitarme señora Malfoy, llámeme Harry.
-Si, supongo que desgraciadamente nos conocemos todos muy bien. Aunque... a tu amigo es la primera vez que lo veo -dijo Lucius contemplándolo descaradamente, como si lo evaluase.
Harry temió que fuese a sacar el bastón y ponérselo en la barbilla a Marlo, el simple pensamiento no hizo más que ponerle nervioso.
-Es Marlo Reid, padre. Un investigador.
Lucius le estrechó la mano. Marlo parecía ajeno a todo con una sonrisa radiante, como si fuera una mera reunión de negocios.
-¿Que está investigando?
-Me temo que todavía está en una fase temprana del desarrollo y no puedo ofrecerle nada de interés.
-Está bien, espero conocer más adelante algún tipo de información.
Lucius se sentó y les indicó que tomaran asiento en el sofá de cuero negro de enfrente. Draco se sentó con sus padres, con Lucius en el medio.
-Ebby, sírvenos.
-Ebby lo hará en seguida.
En unos segundos aparecieron un plato de galletas y cuatro tazas humeantes de té. Harry se preguntó si sería muy paranoico de su parte no tocar nada por miedo a que estuviese envenenado. No pudo evitar recorrer la sala con su mirada. Un escalofrío lo recorrió, no sabía si era exactamente esta sala dónde había estado o si era otra pero podía decir que su corazón se había acelerado rápidamente y que la sangre embotaba sus oídos. Rápidamente buscó la alfombra en la que había estado tendida Hermione. Los últimos minutos de Dobby también habían sido aquí. Y eso hizo que una furia amenazara con borrar todo pensamiento racional.
Para Voldemort era claro que Harry estaba nervioso, y estaba seguro de que no era el único que lo percibía. Al fin y al cabo, su respiración estaba acelerada. Sin duda traspasaba cualquier parámetro normal. Voldemort recorrió la habitación con la mirada y no vio nada reseñable que pudiese provocar su estado. Dejó su taza de té y miró a los Malfoy quienes no decían nada pero observaban a Harry con detenimiento, sin duda cazadores pendientes a su presa.
-Necesito ir al baño -dijo Harry con voz tensa, rompiendo el silencio.
-¿Necesitas algo? -pregunto Narcisa con un tono de voz preocupado.
-Baño -dijo Harry simplemente, todo su cuerpo rígido.
-Por supuesto -dijo Narcisa. Cuando vio a Lucius abrir la boca para probablemente llamar al elfo continuó-: Yo me encargo, por aquí.
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Extrañas coincidencias
FanfictionHarry no lo está haciendo demasiado bien después de la guerra. Le pesa demasiado la muerte de los que ya no están, como consecuencia ha adoptado malos hábitos. Por su parte, Voldemort, quien supuestamente murió el dos de mayo, no está tan muerto co...