Capítulo 7

720 61 6
                                    

–Jessica abre la puerta, por favor. –Suplicaba desde el otro lado de la puerta, pero no le respondía. –¿Lo hablamos mañana? –Preguntó. Me estaba dando pena por su tono, que se quebraba, desesperado. Pero me mintió si ninguna razón.

–Sí. –Fue lo único que dije. Eran las doce de la madrugada y estaba bastante cansada. Cerré los ojos para descansar, pero sentí como me acariciaban unas manos frías por toda mi espalda.

–Shh...soy yo. –Su voz me tranquilizó por completo, y su sonrisa me hizo sentir mejor.

–¿Qué haces aquí? Pensé que te olvidaste de mí. –Se sentó en el borde de la cama mientras acariciaba mi pierna con sus afiladas uñas.

–Nunca me olvidaré de ti. No pienses eso. –Aclaró seriamente y con una mirada clavada en mí, que sin duda, no me asustó. –Pero por mucho que intente alejarme de ti...me resulta más difícil vivir tranquilo. 

–No lo hagas. Te quiero conmigo, porque te necesito. –Era verdaderamente cierto que no podía vivir sin él, ni ahora ni nunca. Me senté a su lado, y vi que estaba sonriendo.

–Te tiene que entrar en la cabeza de que soy un monstruo, Jessica. Mato a niños para sobrevivir. –Él mismo lo dijo "para sobrevivir", y como sé que leía mi mente, no respondí. –Aún así, Jessica. –Replicó, pero no le hice caso.

–Sé que puedes cambiar, yo confío en ti y tú debes de hacer lo mismo. No hace falta que mates a niños, puedes matar a gente mala, como si tú fueras el superhéroe. –Me sonrió, y sin dudarlo se la devolví, pero apartó la mirada rápidamente.

–Hay cosas que son difíciles de explicar, Jessica. –En ese momento, recordé a Alex, y cabizbaja, me llevé las manos a la frente. –Alex está...digamos que con rabia por no poder explicarte todo. Solo tiene miedo a que le rechaces por sus defectos. –Le miré con una traicionera lágrima apunto de caer.

–Dime el qué no me quiere contar, por favor. –Supliqué mientras agarraba la manga de su disfraz con fuerza.

No le digas que soy tú. Aún no.

No se lo voy a decir, idiota.

–Él perdió a sus padres por unos asesinos, incluso mataron a su hermana de seis años cuando él tenía seis años. –Me miró fijamente mientras su mano buscaba la mía. –Desde entonces...vivió solo desde pequeño hasta que la policía le pilló vagabundeando por la calle. –Entonces ya sé porque es policía, pero no sé el por qué no puedo estar con él.

–¿Y cómo lo sabes? –Pregunté dubitativa frunciendo el ceño.

–Porque el me invocó para vengarse. –Abrí los ojos como platos, sorprendida por aquello. –Pero nada salió como él quería. Solo tenía nueve años cuando lo hizo, y me ofreció un alma a cambio de la muerte de esos matones. –Sonrió de forma juguetona, y apartó la mirada bruscamente.

–¿Y por qué no te lo comiste? –Seguía sorprendida por todo lo que ha hecho y ha pasado el pobre Alex.

–Porque no me temía. –Entonces ya sé porque no lo ha matado desde hace rato. –Porque me ofreció un alma muy valiosa. –Aclaró sin mirarme. Tenía muchas preguntas para decirle, pero busqué la más importante:

–¿Qué alma te ofreció? –Le seguí mirando, aunque él a mi no, pero sé que me miraba de reojo.

–No puedo decir eso, solo él puede decírtelo. –Aclaró al mirarme con una pequeña sonrisa.

–De acuerdo... –No estaba convencida, pero Pennywise me miró seriamente y me señaló la puerta.

–Habla con Alex. –Se levantó y quiso irse con sus poderes o como él lo diga, pero rápidamente agarré su mano.

Enamorada de la muerte [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora