Capítulo 4.

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Jimin miraba al hombre frente a él sin poder creerlo. ¡Hoseok no dijo que sería su tio alfa! ¡Dijo que era su tia omega! ¡Jamás habla de la esposa de este alfa!

Él respiró profundo intentando calmarse, mala idea. El aroma del alfa se concentró tanto en su nariz que casi estornuda, su estómago se revolvió al sentir un aroma a omega en él.  Cerró sus ojos y se forzó a sonreír.

—U-usted...—El omega se maldijo por tartamudear.—Hoseok no me dijo que usted era el padre de los niños que debía cuidar.—Murmuró excusándose, cómo si eso fuese una excusa.

Jungkook miro por unos 5 segundos al chico que lo estuvo perturbando todas estas semanas, respiro profundo el aroma del omega para luego moverse a un lado de la puerta y que este pase.

Jimin lo miró sorprendido, él no era alguien nervioso ¿por qué estaba actuando cómo un idiota?

Él era alguien risueño y hablador, pero ese alfa hacia que se vuelva el ser más tímido del planeta. Molesto consigo mismo por sentirse así, entró a la casa. Su omega se removió incómodo al sentir el aroma de su alfa con otros más... ese olor era el de una familia, la familia de su alfa. No, no es su alfa. Él debia dejar de pensar así.

Jungkook comenzó a caminar por la casa así que él lo siguió mordiendo su labio, Jimin estaba aguantando las ganas de saltarle encima y revolcarse en su aroma.

—Hijos... él es Jimin, él los va a cuidar porque su primo Hoseok no pudo venir hoy.—Dijo el alfa poniéndose a la altura de sus hijos, con una sonrisa tan hermosa y tierna que Jimin sentía que iba a morirse ahí mismo.—Jimin, él es Dylan y él es Zack.

—Hey, Hola. Es un gusto conocerlos. —El omega sonrío agachandose a la altura de los cachorros. No podía evitar sorprenderse un poco, ambos cachorros eran alfas.

—Hueles bien.—Murmuro el cachorro más pequeño, Dylan.

—Mamá dijo que no debes decir eso.—Murmuro el mayor cómo si Jimin o Jungkook no pudieran escucharlo. Jimin solamente pudo reír un poco haciendo que la atención de Jungkook vaya hacia él.

—Bueno niños yo ya debo irme a trabajar. —Se acercó a ellos para darles un beso en su frentes.—Nos vemos luego, portense bien.—sonrío y sus hijos asintieron. Jimin se sintió morir cuando la mirada del alfa estuvo en él. —¿Me acompañas Jimin? Me gustaria darte algunas indicaciones sobre el cuidado de los niños.

Jimin solamente pudo asentir, y los nervios comenzaron a consumirlo, pronto su aroma se hizo mas fuerte y él no sabía si agradecer a los niños por irse corriendo por ahí o rogarles que se queden. Un poco tenso caminó a la entrada de la casa.

—Volveré un poco más temprano para que podamos hablar. ¿Está bien?—Dijo el alfa intentando controlarse, el omega estaba soltando feromonas como loco y él no podia evitar soltar también,  las ganas de besarlo hasta lograba que le duela el pecho. Jimin era un manojo de nervios, no podia evitar sentirse a la defensiva.

—¿Hablar?—Preguntó confundido, sin poder olvidarse el beso que compartieron cuándo se conocieron.—No hay mucho que hablar.—Murmuró sintiendo un nudo en su garganta.—Ya tienes una familia.

—Jimin, somos destinados.—Dijo cómo si eso explicara todo, suspiró al ver la cara confundida del omega.— Mira no sé tu pero estos dias han sido una mierda. Mi lobo no me ha dejado tranquilo desde que te conoci por lo que asumo que a ti también te ha pasado. Así que debemos hablar de esto. ¿Está bien?

Jimin asintió procesando lo que dijo el alfa. ¿Insinuó que lo extrañaba?
Una duda llego a su mente, el alfa ya estaba por irse así que tomo su mano para detenerlo. Mala idea.

Un Poco Inesperado-кσσкмιηDonde viven las historias. Descúbrelo ahora