"Y la condena sigue"
Capítulo 7
Como la condena que el mismo Alexei me puso desde secundaria, aún sigue.
Pero no seguía molestándome hasta tercer año, esto volvió cuando me presente a mi primer día de preparatoria.
Así es, preparatoria. Después de tercer año Alexei dejo de molestarme junto con los demás, pero podía presenciar cada vez que se burlaban en silencio de mí, esto me tranquilizaba pero, no duro mucho.
Algunas ocasiones Jeremy se sentaba conmigo en la cafetería, de hecho me hice amiga de sus amigos hasta que él se mudó, era técnicamente el único amigo que me escuchaba y me daba consejos. Tristemente días antes de la graduación él se mudó a alguna provincia de Italia junto con su familia.
Cuando él se fue, me volví a sentir sola, el me demostraba ser un verdadero amigo pero yo me quedaba callada y me ahorraba contarles mis penas.
Se fue sin despedirse, tenía tantas ganas de decirle "Oye gracias por ser la persona más amable cuando no tenía a nadie y sólo quería decirte porque nunca te di las gracias." Claramente no podía regresar el tiempo para decirle eso, la escuela era el único lugar donde podía contactarlo, ni siquiera llegue a pedirle su número, todo fue tan rápido.
Bueno no asistí a la clausura de secundaria porque no quería ver tantas personas hipócritas donde todos lloraban porque ya no iban a volver a ver y se prometían ver otra vez, cuando claramente todos sabíamos que ni en la calle se saludarían.
En verano siempre era lo mismo, leyendo una y otra vez un lugar lejano, donde Quentin tenía un hermoso final y un gran matrimonio de época romana; posiblemente esto ocurría por el autor que decidió que tuviera un final feliz, pero a veces me pregunto si existe una persona que me puede escribir un final para mí.
Siempre lo he dudado, puedo ser yo pero no soy lo sufrientemente valiente como Quentin o los caballeros que narran en esa historia.
En verdadero campo de batalla para mí era la escuela, cuando me enfrentaba Alexie, cristel y las demás personas que aborrecían gracias él.
Año 2019
Actualmente tenía 16 años, más bien siempre el primer día de clases era mi cumpleaños, no hablaba de fiestas de cumpleaños con mi madre ya que no tenía amigos, ni mascotas, nada.
Era tradición llorar en mi cumpleaños.
Llegue a la preparatoria, con mi mochila color rojo, útiles escolares nuevos y cualquier cosa básica para el primer día.
Terminando la ceremonia de bienvenida nos llamaron a todos para selección de grupos, mientras observaba como algunos rezaban por quedarse en el mismo salón; yo rezaba por tres años de sufrimiento, todo saldría bien si Alexei no se encontrara en mismo salón que yo.
—June Moon Bardi—dijo la maestra mientras me buscaba en la multitud pero su pequeña estatura no la beneficiaba mucho.
Alce mi mano mientras caminaba hacia mi futuro grupo, algunos me sonrieron mientras me formaba.
Todo iba bien, podía sentir un buen ciclo escolar. Todos eran de mi agrado, parecía buenas personas, se podía marcar una sonrisa de felicidad en mi rostro.
—Jasón Alexei D'angelo—dijo la misma maestra buscándolo.
— ¡ESTE IDIOTA OTRA VEZ!—dije furiosa, más años de sufrimiento con el que me prometió un maldito infierno desde hace tres años.
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Cartas a Quentin ✔️
FantasyPara Moon su vida era costumbre ser juzgada por los demás. Su mayor anhelo era encontrar a alguien que la escuchara o demostrara que no valía menos. Su único recurso era Quentin, su personaje favorito del libro quien leía con su abuelo antes morir...