Capitulo 18

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"Reunión Familiar"

Capítulo 18

─ ¿Cómo mierdas esto no va tener un maldito final?─ Moon no digas malas palabras.

Solo estas alterada por que esta cosa no tiene el final feliz de Quentin.

Subí al ático a recoger los pedazos del jarrón que rompí.

El teléfono volvió a sonar mientras maldecía una y mil veces mi existencia.

─ ¿QUIEN ES?

─Moon ya vienes, ya es media noche.

─ ¿Que? ya ¡Voy!─ colgué inmediatamente mientras iba a la otra habitación por las cosas que mi mama me había encargado.

Busque lo necesario para pasar una noche, cobija, comida, almohada, cargador.

Pasaba repetitivas veces por la casa, de allá para acá, la carta la había guardado en mi bolsillo, y el libro lo guarde en mi habitación en una mesa de noche.

─No te muevas de aquí, entiendes─ indique al libro en el cajón de la mesa de noche.

Ahora que todo es posible, como hablar con un personaje literario, también puede haber un libro que camina solo.

Salí de la casa disparada hacia el hospital mientras llevaba todas las cosas.

En el camino fue corto, no sé si fue por la manera en como conduzco o en cómo iba de alterada que el camino se me hizo corto.

Llegue al hospital donde mi mama preocupada me esperaba, al parecer se estaba comiendo las uñas.

Eso si me lo heredo, junto con el mal genio.

─ ¡Por qué tardaste tanto niña!

─Yo...

─ ¡No puede ser!─ mi mama miro atrás mío interrumpiendo lo que iba decir.

Tomando la misma acción de mi mama, voltee disparada a la puerta, pero mis ojos no podían creerlo.

Era Alexei, junto con mi tía Alicia.

También 3 hombres más que fácilmente podía reconocer que eran mis tíos.

¿Qué es esto?

─ ¿En qué habitación esta la señora Margarita Bardi?

─Esta...─ antes que la enfermera pudiera contestar mi mama ya no estaba a mi lado, ella estaba casi atrás de ellos.

─Alto, señorita. No son de la familia.

Seguí el paso suficiente alcanzando a mi mama.

La señora alta que era mi tía Alicia y llegaba del brazo a Alexei como si fuera un niño chiquito, se volteó.

─Hola Amaris, veo que también estas aquí─ bajo la mirada y me examino de pies a cabeza─ con tu hija.

─Ustedes no deben estar aquí─ cruzo los brazos y se relamió los labios─ Quiero que se larguen, ahora.

─Este es un hospital, yo decidiré hasta que hora irme.

Mientras yo trataba de no verlo a los ojos, podía sentir la mentira que todos estos años me oculto.

No quería dejar sola a mi madre, pero temía que no pudiera defenderse con alguien como mis tíos, así que en ese momento explote.

Hoy supe de la existencia de un personaje literario, mi bullí es pariente mío y posiblemente mañana despierte como siendo un pájaro.

Cartas a Quentin ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora