Capitulo 23

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Capítulo 23 "El libro perdido"

Amanecí en el sillón de la casa de mi abuelita, lo único que recuerdo es que llegue a las cinco de la mañana después de vomitar en el carrusel.

Aún tenía la ropa de ayer y me sentía mal, con una gran migraña con grandes ganas de vomitar mis intestinos, al parecer comí muchos dulces.

Conseguí pararme sosteniéndome como pude llegue a mi habitación donde me cambie de ropa, me metí a la bañera con agua más fría que yo con los chicos.

Eran las nueve de la mañana pero creía que eran las dos de la tarde.

Mientras aplicaba shampoo en mi cabellera larga y negra, recordaba las palabras de hace algunas horas con la psíquica.

¡Tu! ¡Debes algo importante!

—¿Qué es lo que me trata de decir señora?

—Busca al autor ¡buscalo, buscalo! — se alzó rápidamente mientras se acercaba a mi a punto de explicarme algo — Tienes que buscarlo antes del muera o será demasiado tarde.

Al parecer debía buscar el autor de aquel libro pero no recuerdo que mi abuelo lo nombrará.

Salí de la bañera y fui directo por mi pijama de monster university... Ya saben... Mike wazowski y Sullivan.

Subí al ático donde se volvía a encontrar aquella caja donde hace muchos años cuando era un retoño subí por mi herencia.

La caja no había cambiado nada, pero no había rastro de esas cartas de Quentin... Por alguna extraña razón esto me hacía sentir más segura.

Ahora solo falta encontrarlo.

Quisiera conocer más de él, donde puedo encontrarlo, donde puedo estar junto él.

Esperen... ¿El libro dónde está?

No... No... No... No está aquí.

Baje con mis pantuflas de pato con velocidad, el correcaminos se queda corto junto con Forrest Gump por lo rápido que baje en busca del libro.

Cocina, auto, jardín, cuarto de mi mamá, abuelita y mío. El libro no estaba.

Respira Moon lo encontraras.

Pero que idiota soy, ese libro es mi reliquia más presida en este mundo y lo pierdo de esta manera.

Sonara un poco cursi pero ese libro es lo último que me queda de mi abuelo, eso significa que daría la vida por ese libro.

Mientras recorría toda la casa y la ponía patas arriba para encontrarla, seguía sin aparecer.

Ayer estuve demasiado mareada para recordarlo pero Red estuvo conmigo, ella deberá saber que paso.

Subí a mi habitación en busca de mi celular, lo encontré en mi tocador del baño, mientras lo desbloqueaba me percate de varias llamadas de mamá pero lo tenía en "modo no molestar".

Rápido regrese la llamada cuando me respondió en seguida.

Oh no, esto no me suena nada bien.

—Hola mami ¿qué paso?

— ¡Moon donde rayos estas, te llame toda la maldita madrugada y nunca contestaste! —suspiro y puse imaginarme como se tocaba su tercer ojo mientras fruncía el ceño—Como nunca te importa esta familia, solo quiero informarte que tu querida abuelita Margarita ya está mucho mejor pero sigue sin recuperar la memoria.

—Gracias por avisar mamá...—conteste al otro lado de la línea con un poco de culpa por no estar ahí.

—Pero bueno Moon necesito que me acerques más ropa, no puedo despegarme de este lugar por tus tíos.

Cartas a Quentin ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora