Cartas a Quentin ✔️

Capitulo 16

"Ella"

Capítulo 16

Quentin:

Año...

Hoy es un día muy lindo.

Abrí mis ojos mientras en mi pequeña torre del ala oeste del castillo el cálido sol me recibía para empezar el día.

Mi horario desde joven siempre fue un poco más disciplinado que el de los demás, soy un hombre un poco maduro para mi edad a comparación de todos los inútiles con los que compito día a día.

Siempre es la misma historia, limpiar las armaduras, revisar la caballería, los caballos y a medio día ver a linda e hermosa futura esposa Elena.

Aunque las cosas entre nosotros no han estado bien últimamente entre nosotros, supongo que se le pasara luego.

Hoy es un día peculiar a otros, puedo sentir que hago lo mismo de siempre y solo estuviera siguiendo las reglas de alguien silencioso. Pero como les decía en mi imperio.

Más bien en el imperio donde yo vivo llamado Quilla un lugar lejano donde solo es guerra entre dos imperios, nos preparamos para una guerra durante años para el imperio de luz o más bien conocido Solier bajo el rey Lumiere.

Algún día les contare ese capítulo de mi vida.

─ ¡Buenos días Quentin!

─Buenos días─ respondí alegremente mientras caminaba rumbo al palacio.

No sé quién era pero siempre devuelvo el saludo.

Entro ya cambiado después de esta mañana.

No recuerdo... ni de haberme levantado de la cama.

Hoy es un día muy extraño.

Recorro el largo pasillo que me llevara a ver a mi amada mientras pasa una sirvienta con las frutas del día, tomo una manzana sin darse cuenta a sus espaldas.

Veo pasar un hombre que en realidad no sabemos su nombre pero todas la mañanas vemos que viene a ver al rey, es ese hombre que puedes deducir que es un hechicero, mensajero, incluso un caballero de nosotros pero solo es misterioso. Pero lo al parecer tiene una esposa e hija en el pueblo.

─Que te pasa Quentin, tienes problemas con la privacidad─ me digo a mí mismo.

Ignoro el análisis que hice a aquel hombre y sigo mi camino atravesando en gran palacio que el color beige, dorado y plata resaltan cada detalle.

Que está pasando hoy, es más anormal que los demás días.

Estoy a punto de llegar a torre de Elena cuando dos chicas de la servidumbre interponen mi paso haciendo que mi mirada bajara por la corta estatura de las dos.

─La princesa Elena está molesta contigo.

─ ¿Ahora que le hice?─ dudo mientras hago un mohín.

─Ayer no llegaste con sus rosas.

─ ¡Maldición! Se me olvido.

Trate de subir a su torre mientras que las dos chicas me obstaculizaban el camino, por lo que tuve que hacerlas un lado que hizo que las dos chocaran en las paredes.

Subí las escaleras de su habitación mientras me acercaba a la puerta y tocaba la puerta suavemente.

─ ¿Princesa Elena?

Silencio.

─Señorita perdón por lo de ayer, si quieres ahora voy por unas flores rojas recién cortadas del jardín pero abre la puerta.