Llegaron a su habitación, agradeciendo infinitamente que ese día el mayordomo, quien también le tocaba guardia del ascensor de Chloé, no estaba en el momento en el que ambos lo tomaron. Se comportaron por las cámaras, pero apenas abrieron la puerta de la habitación, los besos no pararon.
Mortimer comenzó a besarla con tanta intensidad que sus labios ya no fueron suficientes. Comenzó a besarle el cuello, bajando por las clavículas de Chloé. Ella solo gemía con timidez.
Sí, ambos estaban un poco borrachos, pero no lo suficiente para no darse cuenta de lo que estaba pasando. Chloé lo miraba con las cejas alzadas, pero los párpados levemente caídos. Ambos se dirigieron a la cama, donde Chloé cayó debajo de Mortimer, quien continuó besándole el pecho, hasta el momento cúspide
Chloé se subió la blusa, dejándole ver que esa noche no usaba sujetador.
Mortimer se mordió los labios, admirando los pechos de su querida Bourgeois. Pechos medianos que tiraban a grandes, con los pezones rosados levemente alzados.
—Chloé, eres tan perfecta— susurró, tomando sus pezones con ambas manos, pellizcándolos un poco.
La rubia comenzó a gemir con más fuerza, dejando claro que ese era de sus puntos más débiles.
Ahí, entonces, Mortimer comenzó a sentir algo extraño: su miembro endurecía y creía con rapidez, tanta que dolía.
Chloé se percató de esto, por lo que subió la cadera y empezó a mover su entrepierna contra la del muchacho. Ahora quien gimió fue él, y ella se derritió en lujuria.
—estoy nervioso— confesó Mortimer, bajando por instinto propio a lamerle los pezones
—No... no seas... tonto...— decía ella con dificultad, notablemente excitada.
El varón dejó sus pechos tras unos minutos, arrebatándole la falda que ella vestía para después quitarle las bragas, admirando lo que él pudo pensar que era el paraíso mismo.
No dudó ni un segundo en abalanzarse contra ella, sacando la lengua y siguiendo su instinto animal. Pasó la lengua por sus labios, succionando su clítoris, besándole el monte de venus. No podía parar, pues Chloé cada vez se mojaba más y su cuerpo le sabía a gloria.
—Mortimer... Para ya, que voy a ...
—No — interrumpió él, alzando una mano para pellizcarle un pezón —Quiero que lo hagas
Y siguió con su labor, succionando con fuerza mientras dentro de su boca comenzaba a lamer como un descontrolado.
No tardó mucho en que Chloé llegara al orgasmo. Mortimer se percató de ello y, sin saber por qué lo hacía, se sentó en la cama para desvestirse.
Su plan realmente era masturbarse, pero una vez estuvo desnudo por completo, Chloé ahora actuó sola, comenzando a darle el oral que le quería dar desde hace varios minutos.
—Chlo... no es necesario—
—Yo quiero hacerlo— decía con ese tono tan típico de ella, metiéndose todo su miembro en la boca.
Mortimer se sentía muy extraño, pero no podía parar. No quería parar.
Su miembro, de tamaño mediano o incluso un poco más grande que el promedio francés, estaba a punto de explotar, o al menos eso sentía, por lo que jaló a Chloé del cabello y la miró con esos ojos de dominación que solo la excitaron aún más
—Hoy vas a ser mía— dijo firme.
Chloé se acostó sin timidez, separando levemente las piernas. Mortimer se acomodó con ella, y fue introduciéndose poco a poco en sus interiores cálidos y húmedos. Iba lento, pues la cara de Chloé expresaba una combinación de dolor y placer.
—No te muevas— pidió ella ya con todo dentro.
Él sonrió, bajando levemente para besarle el cuello
—Comenzaré, pero tranquila, no te haré daño— le murmuró en el oído.
Y efectivamente, empezó a moverse con paciencia y poca cordura, pues estaba loco por moverse más fuerte, pero no lo hizo, al menos no después de unos minutos.
Los gemidos de ambos parecían plegarias de vez en cuando. Ambos estaban agradecidos de que esa habitación fuera gigante y que seguramente nadie los escuchaba.
La intensidad subió, así como el placer de ambos.
—Chloé, voy a acabar, acomódate, quiero acabar en su pecho— rogó el muchacho, pero su enamorada tuvo otra idea: aprisionarle la cadera con las piernas con todas sus fuerzas
—Si paras ahora, te voy a matar— dijo tajante.
Él solo obedeció, dando unos cuantos empujones más para finalmente, llegar a su orgasmo. Su primer orgasmo como varón y, de hecho, su primer orgasmo en la vida...
...Dentro de ella.
Ambos se separaron, se acurrucaron al lado del otro y sin mayor fuerza que les quedara, se durmieron.
Solo unos minutos, pues Chloé lo despertó a la media hora para volver a hacerlo. Una, y otra, y otra vez.
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À l'inverse ; Male!Marinette {Chloenette} {MLB}
FanfictionCuando todos conocieron a Mortimer, supieron que algo andaba mal, pero no sabían exactamente qué. Sin embargo, Mortimer logró adaptarse muy rápido al colegio, a sus compañeros y aparentemente a la vida caótica de la capital francesa. Mas había una c...