-Artaher, a donde me llevas-preguntó Erumáre feliz que iba jalada de la mano por Artaher.
-espera-dijo el elfo igual con una sonrisa.
Erumáre se había encontrado con Artaher mientras caminaba por el pasillo y la había llevado hasta el bosque diciéndole que tenía que hablar con ella. Pararon en una parte y Artaher miró a Erumáre.
-Erumáre tú y yo somos muy amigos, ¿no?-preguntó Artaher con nerviosismo.
-sí, de hecho por si no te acuerdas desde que tenía cincuenta años si no me equivoco-dijo e hizo que Artaher sonriera un poco.
-bueno, ¿si te pregunto una cosa prometes que no te alejaras de mí?-preguntó con el mismo nerviosismo de antes.
-claro que no lo haría- dijo ya pensando lo que iba a decir.
-¿Te gustaría... ehm... ser mi n-novia?-dijo Artaher tartamudeando.
Erumáre se quedó helada por un segundo, pero de a poco una sonrisa se dibujó en su rostro, a decir verdad a Erumáre le gustaba Artaher, desde que eran muy pequeños, tal vez a los seis años de haberlo conocido, y Artaher la primera vez que la vio pensó que era bella, pero no solo vio eso en ella, también su forma de ser, su gentileza, luego sus habilidades como guerrera y su forma de hacer sentir mejor a cualquier persona que la esté pasando mal, todo eso fue lo que le llevó a hacerle esa pregunta a ella.
-... ¡pero claro!-dijo muy feliz.
Artaher sonrió de oreja a oreja, se propuso a decir algo pero ella lo besó antes de que él pudiera decir alguna palabra, no le pareció malo porque ella sabía que su madre era una plebeya antes y sería bastante absurdo que su padre o madre la castigaran de algo que ellos mismos hicieron en algún tiempo. Los dos lo disfrutaron muchísimo, pero no mucho porque alguien les interrumpió.
-¡ERUMÁRE!-gritó una voz desde un árbol.
A Erumáre se le congeló la sangre, sabía perfectamente bien de quien era esa voz. El elfo que gritó su nombre bajo rápidamente del árbol en el que se escondía.
-Erumáre, ¿qué crees que estás haciendo?
-Ada, ¿Me estabas espiando?
-hija no respondas mi pregunta con otra, tu sabes que aún no estas lista para esto- le dijo a su hija es voz alta, luego miro a Artaher- Artaher más vale que solo te enfoques en tu trabajo o perderás tu puesto en la guardia- dijo Legolas, después del ataque de rabia del rey, agarró a su hija del codo y la arrastró al de vuelta al reino mientras Artaher iba callado atrás.
Al llegar al reino Artaher caminó en otra dirección mientras que Erumáre seguía siendo agarrada del codo por su padre, la llevó hasta la sala del trono y ahí comenzó a "hablar" con su hija.
-¡¿qué crees que tú estás con la edad para eso?!-dijo Legolas muy enojado.
-¡si, pensaba que estaba en edad para eso!
-¡no me respondas así Erumáre, soy tu padre, no tienes edad para eso, recién cumpliste tu primer centenar de años eso no significa que puedas tener novio!
-¡cuando dejaras de protegerme así, Artaher no me hará daño!
-¡tal vez no pero yo no quiero que estés en una relación tan joven!
-¡ya no soy una niña!-dijo Erumáre con lágrimas en los ojos.
Tauriel vino a toda prisa con el ceño fruncido miro a los dos y les dijo:
-¡¿Por qué se riñen tan feo, todo el mundo está aquí y no les importa eso?!-alzó la voz Tauriel, de tal forma que hasta los guardias parados ahí se asustaron, luego hablo más calmada-Erumáre, ¿Qué fue lo que paso?
ESTÁS LEYENDO
Reconstruyendo Mi Mundo
Fanfic[continuación: one-shot "Perdiendo mi todo" (Legolas y Tauriel) ] ¿Qué paso luego de esa horrible memoria? Legolas siente el vacio, el no tener a quien ama, pero el lo esconde bien, ver a sus hijos hace que una sonrisa se dibuje en su rostro.