De nuevo.

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La mañana llegó, y con eso las investigaciones. El equipo de la policía no tuvo que dedicarle mucho tiempo al caso, con las pocas palabras que Jungkook les ofreció y la autopsia, corroboraron que la muerte de Jimin había sido producto de un infarto. La noticia llegó rápido a los medios locales, era tan joven y lleno de vida. Toda una tragedia.

Alejar a Jungkook del cuerpo inerte de Jimin había sido una tarea difícil. No quería despegase de él, lo llamaba incontrolablemente y le pedía a todos que lo ayudaran a traerlo de vuelta. Uno que otro oficial derramó una lágrima, en sus años de trabajo no habían visto a alguien tan aferrado a algo con tanto dolor y sufrimiento. Después de dos largas horas, y haciendo uso de la fuerza bruta, Jungook presenció como se llevaban lo único que lo mantuvo feliz por mucho tiempo.

Maldita sea, era desgarrador.

Los arreglos del funeral fueron rápidos pues el cuerpo tenia mucho tiempo en descomposicion a pesar de los cuidados que Jungkook le daba. Contrataron a una funeraria para hacerse cargo de ello. 

Jungkook no había querido salir del baño desde que los oficiales dejaron la casa. Jimin murió allí cuándo fue a buscar una velas para la cena de navidad. 

El lugar desprendía un olor terrible, aun así Jungkook no dejó que nadie se acercara a él. Lo último que los ojos de Taehyun vieron antes de que el chico cerrara la puerta para no abrirla de nuevo fue como lloraba gritando el nombre de Jimin acostado dónde el cuerpo estuvo. 

Esa fue la ultima vez que lo vio, había pasado solo un día. Taehyung no dejó de ir horas tras horas intentando y fallando que saliera de la habitación. En la noche se quedó al otro lado de la puerta tratando de escuchar algo. Había dejado de llorar, lo único que pudo deducir era que se habia quedado dormido. No obstante, no le sorprendía que en medio de la noche se desertase para seguir llamando al nombre del difunto con fervor.

Y así sucedió y Taehyung lo acompañó en el llanto. 

Se fue en la mañana con el cuerpo adolorido, no se movió ni un centímetro del suelo. Aunque Jungkook no sabia que estaba detrás de la puerta, no podía dejarlo solo. Cuándo salió al exterior habian muchas personas rondando la casa, no podia culparlos. Los alaridos y llantos del pobre ser humano que estaban en el interior traspasaban las paredes y juraba que todo el vecindario podía escucharlos sin problema.

—¡Largo! —gritó con rabia y dolor contenido. Los ojos le ardían al contacto con el sol. Estaban muy hinchados y rojos. 

A este punto pensaba si había sido buena idea meterse en la vida de Jungkook y llevar los policías hasta su casa. No habían malas intenciones en sus actos, pero todo le parecía muy raro y temía que algo malo estuviera sucediendo en esas cuatro paredes. Ahora, no sabia si había hecho lo correcto.

Limpió la última lágrima que ojos derramaron y se alejó de allí. Volvería para convencer a su amigo para ir al funeral. Esperaba que no fuera muy difícil. Era la última vez que podría ver el cuerpo del que fue el más grande amor de su vida. 

Al caer la tarde todos los preparativos estaban listo. Seria algo pequeño y sencillo, los únicos que asistirían eran Namjoon, Hoseok, Jungkook y él. No le habían avisado todavía a los padres de Jungkook, puesto este se negó a dar información sobre ellos y pidió que lo dejaran a él dar la noticia. Sin embargo, Taehyung podía asegurar que el chico no lo había hecho aún, el celular estaba perdido en alguna parte de la casa.

Regresó al hogar rogando que Jungkook lo escuchara y saliera de allí para dar inicio a la ceremonia.A penas entró todo estaba en silencio o al menos eso pensó por unos segundos. A medida que caminaba hacia el baño escuchaba sollozos bajos.

So Cold |KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora