Nunca me iré de aquí.

19 4 0
                                    

—Hace un día hermoso, Kookie. Deberíamos salir a tomar el sol —después de decir esas palabras Jimin se abalanzó hacia él sin piedad.

—Auch, no soy de hierro, cielo —acariciaba su espalda con movimientos suaves.

Jimin soltó una risilla. Siempre hacia lo mismo. Y es que el estar en los brazos de Jungkook le llenaba tanto de vida que a veces solía ser un poco brusco.

—¿Entonces? ¿Vamos al centro comercial a comprar un helado y probarnos ropa que nunca vamos a comprar? 

Jungkook lo miraba dulce como siempre. Los días con Jimin jamás eran aburridos.

Llegaron al centro comercial más cercano y hicieron exactamente lo que el rubio sugirió. Primero fueron por un helado y al acabarlo ingresaron a las tiendas más caras de allí para probarse todo tipo de ropa, desde lo más simple hasta lo más extravagantes. 

Actuaban como si fueran millonarios y veían sobre el hombro de la vendedora, no era la primera vez que hacían eso, pero en cambio siempre iban a tiendas normales y bromeaban junto con la persona que los atendían. Algunos dirían que tal vez no tenían nada que hacer y iban a tiendas a divertirse allí, pero la verdad era que ellos eran un tanto peculiares. 

Se estaban divirtiendo.

Continuaron así hasta la hora siguiente. Luego de probar una gran cantidad de ropa, se dieron cuenta de que la gente rica tenían gustos extraños. Algunas prendas eran tan...raras. Eso les hizo preguntarse si de verdad compraban esas cosas por gusto o solo porque era lo más caro del lugar.

Al final le pidieron disculpas a la chica que los atendió por hacerle perder el tiempo, pero resultó que era muy agradable y les dijo que le habían alegrado la tarde.

Salieron de allí sin nada en las manos pero con una gran sonrisa plasmada en sus rostros.

Decidieron sentarse en una banca que había en el centro de todo antes de marcharse a casa. No estaban conversando ni nada por el estilo, sus manos estaban entrelazadas mientras observaban a las personas pasar.

Luego de un rato, cuando Jungkook estaba pensando en comprar comida para la cena,  vio una cara muy conocida.

Sin perder tiempo, estas se acercaron a él.

—Pensamos que tu hobby favorito era estar en casa acostado siempre con Jimin  —se burló Namjoon acercándose a él. Dando un leve golpe en su hombro como forma de saludo.

Jungkook rió para ponerse de pie y abrazarlo por los hombros.

—Solo vinimos por un helado —saludó a la acompañante del chico con una leve reverencia. Nunca la había visto a decir verdad.

—¿Y dónde esta el chico misterioso? —quiso saber Namjoon con una sonrisa mirando a los alrededores. Parecía no encontrarlo.

—Aquí mismo —Jungkook giró el rostro para buscar a Jimin pero cuando lo hizo notó que el rubio ya no estaba —Que raro, hace unos segundos estaba aquí.

Ni siquiera sintió cuando apartó su mano de la suya. Todo un ninja.

Una risa perezosa salió de los labios de Namjoon. Jungkook sintió el aire que expulsó sobre su rostro.

—Mi querido Jungkook, estoy empezando a crecer que eres esquizofrenico y Jimin es solo un invento de tu imaginación.

La chica junto a él rió apenada, cosa que hizo que las mejillas de Jungkook ardieran mostrando un color rosa en ellas.

—¡No lo es! —aclaró de manera rápida. Sacó el celular de su bolsillo en busca de algo.

Namjoon se encogió de hombros a la par que alzaba ambos antebrazos.

So Cold |KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora