𝐀𝐍𝐎𝐓𝐇𝐄𝐑 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━ 𝐜𝐨𝐛𝐫𝐚 𝐤𝐚𝐢 (cancelada)

━ 15| requisito

SEASON 2
requirement
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Atarah balancea sus pies de un lado a otro en el aire mientras esperaba a la doctora que buscaba los requisitos y exámenes que le habían hecho hace una hora.

La ansiedad y nerviosismo la comía viva; y morderse las uñas ya no era una opción, estaba segura que ya no tenía por los nervios que se cargaba.

Jamás pensó que estaría en ese u en otro consultorio por eso, se imaginó muchas cosas; pero jamás un embarazo.

¿Cómo dejó que eso ocurriera?

Si su madre estuviese ahí posiblemente la reprocharía por quedar embarazada, pero al final, terminaría diciéndole que la apoyaría en cualquier decisión que tomara; por así era ella, y por esa y muchas cosas, Atarah seguía necesitándola.

Ante el nostálgico pensamiento y el desintencionado análisis de su soledad, una lágrima amenaza por caer por su mejilla izquierda.

Percatándose que la enfermera estaba por regresar, la neoyorquina limpia su cara para difuminar cualquier rastro melancólico.

No podía llorar más.

No cuando eso fue lo único que hizo cada madrugada en silencio desde que se enteró.

—Muy bien linda, ya tengo los resultados—Muestra la doctora, tratando de sonreírle para evitarle más angustia.

A diario, jovencitas como ella, ya sea junto a sus padres, novios, conocidos o solas venían a la clínica por lo mismo; y ella siempre veía lo mismo en sus miradas.

Duda.

—¿Haz estado consumiendo sustancia...—Pregunta la mujer antes de levantar la mirada de los documentos para analizar a la adolescente—...últimamente?—cuestiona al leer los resultados.

Atarah ríe toscamente.

—No—Responde sin más, pero la adulta sabía que mentía

—Atarah, los exámenes marcan un alto nivel—Señala antes de dejar el papel sobre el escritorio

—No sabía que me harían un análisis de toxicológico—Inquiere de brazos cruzados y a la defensiva

—No específico, pero si presentas un nivel elevado; por eso necesitamos saber ¿Qué haz ingerido recientemente?—Cuestiona pacíficamente antes de suspirar—Dependiendo de eso, debo examinar y mandarte algo para desintoxicar tu cuerpo antes del procedimiento.

La de ojos esmeraldas asiente rendida y antes de responder, mira al techo para tratar de recordar; o al menos fingir que lo hacía.

—Tal vez cocaína, pero juro que fue antes de saber que estaba...—Hace una pausa cuando la doctora se acerca a ella –después de deslizar la silla a su dirección–, y toma sus manos sin previo aviso.

—Esto no es profesional, y viola totalmente mi postura como doctora pero...—La mujer de ojos avellanas examina a la menor con pena—No te arruines la vida consumiendo esa y otras porquerías.

La adolescente trata de hablar, pero no lo hace, no sabía justificarse; solo lo hacía.

—Cuando llegaste, me dijiste que te enterraste hace cinco días y generalmente la cocaína tarda en marcar de dos a cuatro días en una persona, más si su uso es excesivo—Explica cual especialista, pero con cierto toque de preocupación.

—¿Y a usted le importa si quiero arruinar mi vida?—Pregunta sin pensar, soltando el incómodo agarre de la mujer, no necesitaba una consejera—¿Qué tal si ya es una mierda?, gracias pero no busco un consejo o una madre, Doctora.