deja vu (invisible string, vol. IV) - Sterek

chapter II

- ¿Qué fue lo que pasó? - dijo el ángel asustado viendo a Stiles desmayado en el sofá mientras Peter le tenía su cabeza recostada en sus piernas.
- No me vas a creer, pero fue todo muy rápido.
- ¿Es lo de las realidades? - preguntó Derek preocupado.
- ¿Qué?, ¿cómo...
- Mitch me lo dijo anoche. - dijo mientras miraba al ángel. - ¿Crees que...
- No lo sé, puede que sí.
- ¿Pueden decirme de qué hablan? ¡Puede ser que mi esposo esté muriendo! - rugió el lobo mostrando sus ojos de alfa.
- Tranquilo, eso no va a pasar. - dijo mientras se arrodillaba a un lado de él. - No mientras yo esté vivo.

El ángel coloco sus manos en la cien del pelirrojo y observó lo que había dentro de su mente.

Muchas imágenes iban y venían, para observar una silueta brillando en medio de todas las imágenes. Stiles soltó sus manos tomando aire profundamente.

- ¿Qué pasó, amor? - dijo Derek sosteniendo sus brazos levantándole del suelo.
- Creo que tendrá que hacer un viaje.
- ¿Un viaje? - preguntó Peter.
- Él solo.

Mitch despertó de un suspiró tomando aire aceleradamente.
- Tengo que salvarlos. - dijo levantándose y mirando a todos lados.
- Mitch. - dijo Peter tomándolo de los brazos. - Mitch, mírame.
- Hay que salvarlos. Hay que salvarlos. - repetía.
- Mieczyslaw. - dijo fuerte iluminando sus ojos.
El chico se detuvo y miró a Peter.
- Mi amor, ¿qué pasó?
- Están en peligro. - susurró mientras tomaba el rostro del lobo y unas lágrimas corrían por su rostro.

Peter las atrapó tomando su rostro también y besaba su frente.
- ¿Quiénes están en peligro, pequeño?
- Stiles, Stiles, Stiles. - susurraba repitiendo una y otra vez.

El ángel miró a Derek asustado mientras tomaba su mano.
- Vas a estar bien, mi amor. - susurró Peter mientras le abrazaba y acariciaba su cabello. - Vas a estar bien.

Mitch cayó dormido en el sofá, mientras Peter y los demás estaban en la cocina hablando de lo sucedido.
- ¿Por qué dijo que estabas en peligro?
- Yo no, pero él sí. - dijo el ángel. - No sabemos lo que es Stiles y como se convirtió en lo que es ahora.
- Nunca había visto algo como lo que es Mitch. - admitió Lucifer, quien estaba en la esquina de la cocina. - ¿Hijo?

El ángel le observó mientras el demonio le decía algo telemáticamente.
- ¿Crees que sea posible? - dijo el ángel.
- ¿Qué cosa? - preguntó el lobo alfa.
- Padre tenía algo en mente, pero... es imposible.
- Un poder tan inmenso solo puede provenir de un solo lugar. - dijo el demonio sentándose.

» Hace millones de años, cuando la tierra fue creada y el primer humano daba vida, una roca cayó cerca de él. Se dice que éste la tocó y de ella emanó un gran poder, algo que el humano absorbió sin saberlo. Creció con ello, evolucionó y cada vez era más poderoso. Con el tiempo, los humanos fueron evolucionando también, pasando las diferentes etapas que ya conocimos hasta ser lo que son ahora, pero este ser se mantuvo oculto, durante miles y miles de años, durmiendo y esperando a que el humano correcto herede este preciado poder.

- ¿Dices que mi esposo es el que heredó esa fuerza?
- ¿Qué es Mitch? - preguntó Derek.
- El rey de los humanos. - susurró el ángel. - De la fuerza sobrenatural, de los lobos, los vampiros, los dioses...
- ¿Quieres decir que es como Nathaniel? - interrumpió el lobo.
- No, mi hijo es solo el elegido de la naturaleza, puede ser que Mitch es... El creador.

Un bostezo los alertó de inmediato y todos fueron a ver al chico, quien se estaba estirando y rascando su cabeza.
- ¿Mitch, estás bien, amor?
- Sí, ¿qué pasó?, ¿qué hacemos acá?
- ¿No recuerdas lo que pasó? - dijo Derek confundido.
- Recuerdo que...

El pelirrojo se quedó en silencio mirando hacia la ventana, observando la luna y luego observó el sofá.

- ¿Mitch?
- Me estoy volviendo loco.
- ¿Por qué dices eso? - Peter se sentó a su lado.
- Estoy viendo cosas que no debería.
- Yo también las ví. - dijo el alfa.
Mitch le observó curioso.
- O sea que...
- Es real. - habló Stiles. - Mitch, creo que tienes que salvarnos en todas las dimensiones.

El chico observó sus manos mientras jugueteaba con su poder entre sus dedos.
- ¿Tengo que hacerlo? - susurró.
- Debes hacerlo. Corres peligro si no lo haces.

Mitch observó a su esposo, quien tenía la cabeza agachada.
- ¿Peter?
- Tienes que hacerlo, pequeño. - dijo tomando su mano y acariciándola. - No quiero perderte.
- Pero...
- Pero nada, Mieczyslaw, es tu destino y tengo que aceptarlo.

El chico agachó la cabeza mientras comenzó a llorar, Peter le abrazó fuerte y comenzó a besar toda su cara lentamente hasta llegar a sus labios.
- Eres fuerte, vas a lograrlo.
- No seré más fuerte si no estás conmigo.
- Lo serás, créeme.
- Para ti, puede que pasen horas, meses, incluso un año, pero para nosotros será como un minuto. - explicó el ángel. - Tranquilo, todo estará bien.

El chico asintió y secó sus lágrimas. Se levantó y ordenó su ropa.
- Estoy listo. - dijo algo nervioso.
- Muy bien, vamos al patio.

Derek, Peter, Stiles y David salieron para despedir al chico, el primero en abrazarlo fue David.
- Tranquilo, vas a estar bien.
- Gracias, amigo. - el chico asintió y se alejó.
El segundo fue Derek.
- Tu mente es tu arma más poderosa, no lo olvides. - el pelirrojo sonrió. - Suerte, chico.
El tercero fue Peter, quien juntaba sus manos con las del chico.
- No sé que voy a hacer sin tí.
- No seas dramático, ya escuchaste a Stiles, solo será un minuto.
- Nunca cambies quien eres, por favor.
- No lo haré, amor.
Peter asintió mientras le abrazaba fuertemente.
- Te amo, Mieczyslaw Hale.
- Y yo te amo más, Peter Hale.
Ambos se besaron apasionadamente, mientras el chico acariciaba su cabello. Una vez terminaron, el ángel se acercó al pelirrojo y le abrazó.
- Todo lo que hagas, va a ser para bien, ¿sí?
- Está bien.

El ángel asintió antes de cerrar sus ojos y juntar las manos con las del joven. El corazón de Mitch comenzó a brillar y este quedó impresionado. Derek sonrió al saber lo que estaba haciendo, una vez terminó, Mitch le miró con confusión.

- ¿Por qué lo hiciste?, sabes que soy inmortal.
- Si necesitas ayuda, ahora podrás hablarme. Sabré como hacerlo.

El pelirrojo asintió y le abrazó fuerte.
- Es hora. - le susurró.

Mitch no sabía por donde comenzar, solo tenía la intuición de que tenía que comenzar por el principio de todo, el inicio. Dió una última mirada a la manada y comenzó a abrir un portal, solo que este no era de color rojo como normalmente lo hacía, era un tono verde.

Miró a Peter por última vez y le sonrió.
- Te amo. - susurró y caminó hacia el portal.