chapter VII

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Mitch despertó en medio del bosque, desorientado y mirando hacia todas partes.

- ¿Stiles?

Se levantó del suelo y comenzó a caminar lento, algo le decía que nada en ese lugar estaba bien. Unas pisadas se escucharon alrededor. El pelirrojo se puso en modo de ataque de inmediato, pero vió que sus manos no se iluminaban.

- ¿Qué?

Un rugido fuerte se escuchó por todo el bosque, mientras un enorme lobo negro salía de allí.

- No te haré daño, si tú no me haces daño, ¿si? - susurró.

El lobo se echó hacia atrás, preparado para atacar en cualquier momento, mientras Mitch empezó a desesperarse por no tener sus poderes. Chocó sus puños fuertemente pero nada funcionaba.
- Vamos, maldita sea.

El animal rugió por última vez antes de lanzarse hacia el chico, quien despertó sudado y gritando por todas partes.

- Al fin despiertas. - dijo la voz de un chico rubio. - Tranquilo, no te haré daño.

Trató de moverse pero tenía las manos atadas a una silla con wolfsbane.
- Así que, ¿un lobo?
- Suéltame si no quieres morir. - dijo mientras sus ojos se iluminaban en rojo.
- Vaya vaya, un alfa, ¿eh?

Stiles estaba en una esquina de la cocina de la cabaña riéndose bajo.
- Deja que se divierta un poco, después lo matas. - dijo el ángel. - Theo es un idiota.
- ¿Theo?
- Ah, me conoces.
- No, solo adiviné.
- Dile que sabes que es... - le dijo.
- Eres una Chimera, ¿no? - terminó el chico. Stiles reía fuerte.

La cara del rubio se deformó. Mitch sonrió para luego decir:
- No te dije que era un lobo.

El chico rompió la silla y levitó en el aire, Theo le observaba curioso y asustado al mismo tiempo.
- Mira chico, no quiero hacerte nada, solo que entraste a mi cabaña y..
- ¿Tu cabaña?
- Pues... vivo aquí.

Mitch observó todo el lugar detalladamente, notando que habían fotos del rubio y una niña.
- Um... esto es raro... bueno, de ser así... - dijo mientras bajaba al suelo y se rascaba la cabeza un tanto incómodo. - Lo siento mucho.
- No te preocupes, vivo solo de todas formas.
- Bien, no... no te quito más tiempo, entonces.
- ¡No!, no te vayas. - gritó antes de que el pelirrojo tocara la puerta.
- ¿Por qué?
- Porque... - el chico fijó su vista en el refrigerador. - ¡no has comido nada!
- Mira, no es necesario...
- No es molestia, enserio, solo... quédate a comer y luego si quieres te vas.

Mitch lo meditó por unos segundos para luego asentir. El ángel tuvo una mirada extraña en Theo, pero no era desconfianza, más bien era curiosidad.
- No pienses tanto que me martilla la cabeza.
- Lo siento, no fue mi intención. - dijo el rubio.
- Oh no, no te decía a tí. - río el chico bajito. - ¿Sabes?, olvídalo.

El rubio asintió algo nervioso pero un poco relajado.
- ¿Y qué haces viviendo aquí solo?
- Es una larga historia. - dijo mientras preparaba el café.
- Tengo tiempo.
Theo suspiró.
- Escapé de mi pueblo, descubrieron lo que era y no pille otra salida, solo vine al pueblo más cercano. Tome lo poco que tenía.
- ¿Y qué haces para vivir?
- Trabajo en una veterinaria.
- ¿Con Deaton?
- Sí, ¿cómo sabes?, ¿lo conoces?
- Es un pueblo pequeño. - dijo moviendo los hombros. - ¿Sabe lo que eres?
- No, ¿cómo crees?

Theo sirvió para ambos, se sentó frente a Mitch y le miró curioso.

- ¿No nos conocemos?
- No, creo que no. - sonrió.
- Y por lo visto, no te vas a quedar por aquí.
El chico negó.
- Me hubiera gustado tener un amigo.
- ¿No conoces a nadie por aquí?
- No, ya te dije, escapé.
- ¿Ya has terminado el colegio?
- No he tenido tiempo para el papeleo.
Mitch asintió.
- Podrías hablar con Scott.
- ¿Por qué con Scott? - le preguntó el ángel.
- Porque no es un idiota en todas las realidades. - le dijo telepáticamente.
- ¿Scott?, ¿McCall?
- Sí, ¿lo conoces?
- Trabaja el otro turno en la veterinaria.
- Entonces, podrías hablarle, dile que conoces a Stiles y ambos se entenderán. - dijo moviendo los hombros.
Theo movió su cabeza afirmando.

deja vu (invisible string, vol. IV) - SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora