Capítulo 0

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Resoplaba nerviosa y estresada. Las clases fueron como un balde de agua fría para mí. Es un nuevo comienzo en el que me sentía como un bebé a lado de adultos. Mire mi teléfono y espere al llamado de mi amigo. Sonó y atendí al instante, ansiaba hablar con alguien conocido.

-Hola pequeña hormiga.
-Hola pedazo de trigo.- su risa fue acompañada de un resopló mío.
-Por lo visto el primer día estuvo ahí.
-Ahí de querer tirarme de una escalera. Joder, a veces siento que esto es muy grande para mí.
-Literal todo es muy grande para 1,56.
-De seguro que el frío te debe estar haciendo tener valor para decirme esas cosas.
-La distancia es mi aliada.-me reí y salí al campus, tenía que volver a mi casa a trabajar con mi padre. Al hacer policía, lo tiene tiempo para sus papeles, entonces me da una mesada extra por ser su secretaria.
-Te veo dentro de un rato, voy a pasar por ti.
-Perfecto duende, te espero con donas.-no llegué a contestarle cuando ya había cortado la llamada dejándome con las palabras en la boca. Pendejo, Luca me la iba a pagar.

Llegue a la esquina esperando que cambie el semáforo. De repente pasa una ban a toda velocidad por enfrente mío, se estacionó en las puertas de otro bloque de la universidad. Tenía entendido que ese lado era de ciencias sociales. Me quedé observando y al rededor no había nadie más que yo y esa gran cosa con ruedas. Sale un tipo encapuchado, sus brazos parecía del tamaño de mi pierna más o menos. Su postura era firme, con su frente en alto pero no podía ver su rostro. Su mirada recaí en la entrada del edificio de la facultad.

Me acerque un poco simplemente por mi curiosidad, su aire no me traía buena espina. Había algo con esta situación que me decía que corriera pero mi curiosidad es mucha más fuerte que mi lado razonable.

Mire para las puertas y ví a una chica rubia salir. Jamás la había visto en el campus. Pero esa chica despertó el interés del hombre, que se fue acercando a ella con tranquilidad pero cuando la tuvo a un paso de distancia, la tomó por la fuerza y la agarró como si no fuera nada.

-¡EH!.-corrí hacía él para ayudar a la chica. Pero aparecieron más personas de la nada, esto intentaron agarrarme pero peleé con mis fuerzas.-¡NO ME TOQUEN HIJOS DE PUTA!.-le doy una patada a uno en su estómago y el otro me agarra de atrás. Luego uno me golpeó el rostro con tal fuerza que por unos segundos mis ojos se cerraron.

Los volví abrir y estaba en camino a la ban. Lo único que escuche fue una voz profunda decir.

-Hay que llevarla también, fue testigo.

Las puestas de la ban fueron cerras con fuerza, y escuché como los demás se iban subiendo. Arrancaron el móvil a toda velocidad. Giré mi rostro hacia la derecha y ví a la rubia, inconsciente. Toque su mano y luego me desmayé sin darme cuenta que estaba en graves problemas.

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