Capítulo 5

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La tensión en el aire era cortante. Me sentía fatal, mi cabeza daba puntadas y me dolía el pecho como el infierno. Leon no me miró luego de salir del destrozó almacén, pienso que el teatro que hice lo puso incomodo. De seguro piensa que en cualquier momento voy a convertirme en algunos de esos bichos.

Seguimos por nuestro camino hacia la puerta en donde teníamos que escanear el ojo. Ashley se me pego a mi brazo izquierdo antes de abrir la puerta. La mire y ella solo me pregunto con la mirada que estaba pasando pero solo negué tratando de tranquilizarla así la cosa no escala más. Solo quiero salir de este maldito lugar, por favor.

Leon escaneo el ojo y la puerta libero un pitido anunciando que ahora tenemos camino despejado. Apunte con mi arma hacía el camino que se abrió a través de la puerta. Caminamos con rapidez para subir la pequeña colina pero escuchamos algo de ruido extraño desde arriba. Vimos como algunos aldeanos se posicionaron en la colina y empezaron a puntanos con fervor. Escuchamos una bocina y solo puede mirar a Leon quien me devolvió la mirada con cansancio. Saco su rife y sin pensarlo apunto al camión y este cayó a nuestros pies como una bolsa de papas.

-Que buena puntería vaquero.- corrimos colina arriba y Leon solo se rio. Cuando ya estamos en la colina, vimos a un montón de gente atrás nuestro gritándonos: "atrapelelos".

-Vamos al castillo.-Leon nos indico el lugar y corrimos a través de un puente que tuvimos que girar las manivelas que ayudaron a levantar al puente entre nosotros y los demás aldeanos, formando un muro que nos ayudo a respirar del cansada persecución.

-Esto es sacado de un novela de la edad media. Gente persiguiéndonos con antorchas y rastrillos.-me reí y Ashley recuperando el aliento me acompaño en mi humor.

-Luego de esto hare una novela.-Leon acomodo su pistola y luego preste mas atención a lo que dijo Ashley.

-Por lo menos alguno de nosotros va a sacar frutos de toda esta mierda.

-Amén.-Leon nos señalo que teníamos que seguir adelante y nosotras sin pensarlo mucho lo hicimos.

.-.-.-.

Si mi padre supiera que todo lo que había aprendido lo iba a usar para escapar de unos curas extraños y de sus armas pasada de época. Me hubiera mandado a un pupilo y de ahí me haría monja sin salir del convento jamás.

La respiración se me atascaba en mis pulmones. Mis manos se movían solas, mi cuerpo se ajustaba a la situación. Pero hubo algo que ya era más que evidente.

Uno de esos monjes raros, que repetía una y otra vez, "morir es vivir". Se abalanzó hacía mi izquierda, le detuve su agarré y sin darme cuenta otro me apuñalo en la parte baja de mis costillas.

-¡Eri!.-Leon grito desesperado mi nombre pero yo me enfurecí más. Tome el cuchillo que me clavó y se lo enterré al que no me dejaba en paz. Cayó ante mis pies y al que tenía atrás le dispare en la cabeza. Las partes de sus cabeza se abrieron y dejaron a la vista al bicho que tenía en su interior.-¿Estás bien?.

-Si.-mire mi herida y el rubio que tenía a mi lado siguió mi mirada. Su rostro fue de desconcierto y luego suspiro cansado. Mi herida se estaba empezando a cerrar y ya no quedaba rastro de ella.-Soló piensa que es un benefició.

-Si, pero ¿a qué costó?.-deje de mirarlo. Sentía que cada vez que pasaba el tiempo me alejaba más de lo que era. Leon solo me miraba curioso o con desconfianza.

.-.-.-.

Ashley se pegaba a mi brazo como garrapata. Cada habitación o lugar que pasábamos en este castillo era peor. Las cosas de este lugar serían la mejor escena de terror para cualquier película. La pobre no podía dejar de temblar, yo solo trataba de darle ánimos cada vez que nos ayudaba. De alguna manera si ella tenía confianza podía yo también tenerla.

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