El genio en el campo de medicina little Castiel Novak a sido sorprendido con un caso inusual y aberrante ya que los servicios sociales le ha dejado en su guarda a un pequeño little que fue cruelmente abusado.
Dean yacía acurrucado de costado agarrando a Honey en un sudoroso agarre mortal. Se quedó mirando las suaves cortinas azules que lo separaban del resto de la habitación. Deseó poder esconderse. Deseó que nadie pudiera ver lo grande que estaba siendo. Sollozó y enterró su rostro en el suave pelaje de Honey. Ella lo había perdonado por intentar darle la medicina. Se había arrepentido mucho y se había disculpado. Ahora, sin embargo, estaba preocupada por él.
Fuera de las cortinas se oyeron silenciosos murmullos. Sonaba como Cas y tal vez Gabe. Se esforzaban en susurrar y Dean no podía entender lo que decían. Se mordió el labio. Probablemente estaban hablando de él. Sobre el fastidio que había sido. Comenzó a llorar demasiado como para siquiera hablar antes. Ruth se había ido con la medicina y no la había visto desde entonces. La mirada triste y asustada en los ojos de Cas todavía agitaba las entrañas de Dean. Estaba tan decepcionado. Dean fue una decepción. No podía ser valiente como quería Cas. Lo había intentado tanto. Había pasado por el horrible PICC, pero ahora iba a irse a casa con un gran fracaso porque estaba demasiado asustado para la medicina.
Dean sollozó y abrazó a Honey con más fuerza. Al menos Honey todavía estaba con él. Ella entendió lo que era estar tan asustada. ¿Cas lo dejaría sin embargo? Si no podía mejorar a Dean, ¿se rendiría y lo llevaría de regreso a Missouri? O peor aún, haría que la mala mujer viniera y recogiera a Dean de nuevo. Dean se estremeció. ¡No le gustaba Jeanine! Tragó saliva y trató de esconder sus sollozos en su osito de peluche. No quería que Cas lo escuchara.
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"Cas, esto ha ido demasiado lejos. Ha estado entremedio duro todo el día. Ahora está cayendo. Esto podría ser. Podría bajar hoy y no volver a subir nunca más. ¿Te sientes cómodo cuidando de un pequeño enfermo? ¿Atrapado en el espacio de la cabeza de un bebé? ¿Veinticuatro-siete? ¿Un bebé que eventualmente dejará de comer, jugar, interactuar?".
Cas quería tapar sus oídos y bloquear la inminente fatalidad que Gabe estaba diciendo. Sabía que no era retórica. No fue una exageración. Su hermano tenía razón. Dean se iba a perder.
"Firme el formulario de fracking y dé su consentimiento; Dean obviamente ya no puede. El PICC está dentro y todavía podemos administrar los medicamentos hoy".
"Está aterrorizado, Gabe," gruñó Cas, incapaz de mirar a los ojos a su hermano. "Él nunca me perdonará si voy a sus espaldas de esta manera".
"No, pero al menos estará cuerdo y sano. Tendrá un gran espacio con el que podrá odiarte como es debido".
"Gabe, por favor... sólo dame un poco más de tiempo. Una o dos horas más para ver si se calma".
"Dean puede que no responda en una hora. Todavía está llorando. Una fuerte emoción desencadena caídas. ¡Conoces esto Cas!" Gabe pasó una mano por su flequillo flexible con exasperación. Comenzó a caminar mientras Cas permanecía inmóvil e hizo todo lo posible por evitar su pánico. Los sollozos ahogados detrás de la cortina parecían llenar sus oídos con más fuerza que cualquier grito. Cas apretó la mandíbula y trató de bloquearlos. No pudo hacer esto. No pudo tomar esta decisión. No podía forzar algo tan aterrador en Dean después del horror de haber sobrevivido. Se odiaba a sí mismo por eso. Se sintió atrapado. Aterrado de traicionar los deseos de Dean, pero enfermo del estómago ante la idea de perder a Dean por completo. No podía imaginarse a sí mismo cuidando de Dean si perdía su gran espacio. Dean no duraría mucho.
