Los dioses tienen a sus descendientes, aquellos que deben seguir su legado en la tierra para que todo se mantenga en equilibrio.
Un ejemplo de ello es Leo, quien como hijo de Ao Guang (Rey dragón del mar del este) ha sido entrenado desde niño para u...
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Era una cálida tarde de mediados de abril, aún faltaban alrededor de dos meses para el solsticio de verano y nuestra escapada al bosque fuera de la ciudad. El año pasado había acompañado a Leo, esta vez preparado con cobijas, impermeables y mucha comida, así que en esa ocasión fue mucho mejor: sabiendo lo que ocurría pude disfrutar bastante de la canción mágica de mi amigo, como si se tratara de un concierto privado.
De nuevo su canto me acarició por completo, sobrecogiendo mi alma hasta hacerla una con la naturaleza que nos rodeaba, con la magia que de él fluía al igual que el agua. Además de que seguía amando su imagen, los ojos amarillos y las suaves escamas verdes, era en definitiva los más exótico que había visto nunca.
Así que estaba emocionado, había tenido que esperar todo un año para volver a verlo, nuestro maravilloso secreto.
Estaba en mi estudio, como casi siempre, intentando escribir una nueva canción, aunque no podía quitar de mi mente la imagen de Leo transformado, cantando su magia para llamar a la naturaleza,
Con esa imagen en mente, comencé a teclear conforma las palabras acudían a mi mente, ya imaginando las voces de los miembros cantando:
"Una flor florece espléndidamente
en este lugar de ensueño incluso el viento es dulce
si estoy contigo, donde sea que esté
mi corazón se balancea, soplando en la imagen."
Recordé la manera en cómo me hacía sentir la canción de Leo, la manera en que sobrecogía todos mis sentidos, como si hubiera bebido de más.
"Estoy borracho en ti
Me apoyo en el aroma lejano
Estoy dejando atrás el tiempo y solo te miro
cuando se levanta la luna blanca, te veo reflejado en ella."
Sí, eso era, era perfecto; como me sucedía a menudo, mientras escribía podía ya escuchar en mi mente las combinaciones vocales de nuestros miembros, imaginando la mejor manera de escribir para ellos, los ritmos que mejor se adecuaban a cada uno.
"Mi día y noche son todo tú
Sin ningún espacio vacío (tú me llenas)
Todos los sonidos de la vida
Se parecen a ti"
Esperaba que no fuera demasiado obvio, quizá no lo sería para nadie más que para Leo, pero era importante para mí que él lo entendiera. Esta era una canción dedicada exclusivamente para él.