007: Thunder. Nuevas Especies 5

8

— ¡Bien aquí está el almuerzo!— Dijo Mabel sirviéndole la carne con la ensalada a Kaled.

—¡Esto se ve delicioso!

— Disfrútalo.— Le sonrió Mabel antes de sentarse, aunque primero ella le había cortado la carne ya que la otra noche vio que él tenía cuenta dificultad con los cubiertos.

Habían estado todo la mañana juntos trabajando juntos, él la habia ayudado en todo lo que podía así como también habían jugado y reído mucho. Realmente se habían divertido y ahora estaban almorzando juntos en el departamento de Mabel.

Ambos comieron en silencio, no había necesidad de hablar y podía ver cómo Kaled le sonreía cada vez que la miraba. Todo parecía tan perfecto que, como es la ley del universo, debía ser arruinada por algo, en este caso, por unos golpes en la puerta.

—¿Quien podría ser?— Dijo Mabel antes de levantarse para ir a abrir.

Kaled no prestó atención y siguió con lo suyo haciendo que Mabel sonriera, era realmente un cachorro tierno. Cuando abrió la puerta se encontró con dos grandes machos que los conocía como Destiny y Cold.

— Mmm ¿Hola? ¿En que puedo ayudarlos?

— Hola mabel.— Dijo Destiny sin mírala mucho y a cierta distancia de ella.—¿Esta Thunder aquí?

— Emm si, él está aquí.

—¿Puedo hablar con mi hermano?— Peguntó Cold sorprendiendola, el macho se veía intimidante.

— Está bien, iré a buscarlo.— Dijo para girarse y caminar hacia Kaled, ni loca dejaba que esos dos machos entren a su zona personal.—¿Kaled, bebé? Tu hermano Cold te busca.

—¿Justo ahora?— Dijo quejándose.

— Él está esperando en la puerta.

— No quiero ir.— Gruñó ora volver a comer y ella miró a Destiny y suspiró.

— Cariño, creo que debes ir a hablar con él, seguro estuvo preocupado por ti.

— No lo creo, ellos sabían dónde estaba desde que retiré la tormenta.— Contestó desinteresadamente.

—Bueno, con más razón debe ser importante ¿No crees? Si ellos sabían que estabas aquí y te dejaron quedarte ¿Por que vendrían  hasta ahora? Vamos bebé ¿Por qué no vas con ellos?

—¿Tú quieres que me vaya?— Preguntó triste.

— No pero ...— Mabel ya no sabía que decirle y miró a Destiny y a Cold, tal vez tendría que dejar que ellos entren algo que no quería hacerlo.

—Tú no los quieres aquí ¿Verdad? Ellos no te agradan.— Dijo mirándola seriamente.

— No es eso, ellos me incomodan.— Contestó sonrojada.

— Está bien, me voy a deshacer de ellos, no toques mi carne.— Declaró Kaled levantándose dejándola sorprendida.

Kaled le sonrió y caminó hacia la puerta para hablar con su hermano. Mabel se quedo esperando adentro, no se animaba a escuchar lo que ellos hablaban pero por el comportamiento de Kaled no era algo agradable.

—¡Que no iré!— Exclamó Kaled y Mabel decidió que era suficiente, iría a ver qué pasaba.

—¿Bebé? ¿Que sucede?— Le preguntó con cuidado.

— Ellos quieren que vaya a hacer "terapia" ni siquiera sé lo que es eso o porque lo necesito, estoy bien aquí.— Se giró a su hermano molesto.—¿Puedes dejarme en paz por una vez de todas?— preguntó en un tono grosero.