007: Thunder. Nuevas Especies 5

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—¿Le dolerá?— Preguntó Mabel viendo cómo le inyectaban algo a Thunder mientras estaba inconsciente y también lo ataban a una cama.

— No lo sentirá, ni si quiera se lo imaginará.— Dijo Irazel.

— Está bien.— Apretó la mano del macho y le acarició la mejilla.

— Ya es hora de prepararte Mabel.— Dijo Alpha señalandole la cama al lado de la de Thunder.

— Está bien.— Dijo y miró a su macho para besarle la mejilla.— Te veré en un momento.

Mabel caminó segura hacia la cama y se acostó en ella controlando sus nervios. Le conectaron algunos cables para ir controlandola durante la sección así como también le conectaron a Thunder.

— Recuerda, habrá muchas puertas así que ten cuidado, si te pierdes di la palabra "salir" y te sacaremos de allí. Si eres herida en su mente también lo será en la vida real, tienes que encontrar el problema y resolverlo, puede ser cualquier cosas así que no te desesperes ¿Entiendes?

— Si, lo entiendo.

— Mucha suerte y éxito Mabel.— Dijo Alpha para luego asentir a Iraní y está le inyectó algo a Mabel.

Irazel tenía razón, no sintió ni siquiera una molestia pero si sintió mucho sueño y cada vez más sus ojos se iban cerrando hasta quedar todo negro. Estaba inconsciente.

(*)

Cuando Mabel despertó se encontró en medio de un largo pasillo con muchas puertas a cada lado, realmente estaba en la mente de Thunder ahora tenía que buscar el recuerdo que lo obligó a tener tres consciencias.

Vio una puerta a la derecha y decidió entrar, recién en ese momento se dio cuanta que todas las puertas estaban abiertas lo cual fue extraño porque Alpha le había dicho que estarían cerradas.

Al entrar a la primera puerta se encontró con un recuerdo muy reciente sobre ella y Kaled almorzando. Entonces supo que su iba hasta le final del pasillo encontraría los recuerdos importantes. Salió de inmediato de allí y comenzó  caminar hacia las profundidades del pasillo.
Curiosamente todas las puertas estaban abiertas y eso aún se le parecía extraño, podía ver algunos recuerdos cuando miraba por ellas pero solo un vistazo y eran recientes, necesitaba llegar a dónde todo comenzó y según tenía entendido el mayor trauma podría ser cuando le arrebataron su madre y su abuela.

Mabel se detuvo de repente cuando escuchó un gruñido, uno que provenía de una de las puertas, era un sonido brutal y aterrador. Mabel se acercó por curiosidad a esa puerta que estaba semi abierta y al entrar un poco vio que todo estaba oscuro, excepto por dos piedras blancas en medio de la oscuridad...no, no eran piedras, eran ojos. Dos ojos blancos y luego vio unos colmillos.

Mabel no se quedó para seguir viendo que era eso salió rápidamente de esa puerta y comenzó a correr, escuchó que esa cosa la seguía y gruñía más fuerte. Mabel estaba tentada a mirar que era esa cosa pero el miedo la impulsaba a correr más y más fuerte hasta que se metió en una habitación y cerró la puerta con seguro, la criatura golpeaba la puerta con intensión de tirarla, y lo haría si seguís así, Mabel tenía que buscar una firma de salir de allí.

— ¿Mab?— Dijo alguien detrás de ella y al girarse se encontró con un niño muy parecido a Thunder.—¿Que haces aquí?

—¿Kaled?— Preguntó sorprendida.

— Si, ¿Que haces aqui? No debes estar aquí.

—¡Kaled!— Exclamó para abrazarlo fuertemente.— Te extrañé, vine a ayudarlos.

—¿Ayudarnos? ¡No debes estar aquí Mabel! Es un lugar peligroso.— Dijo preocupado el niño y le tomó la mano para alejarla de la puerta que amenazaba con desmoronarse.— ¡Tienes que irte!

—¡No!— Dijo Mabel decidida.— La vida que están llevando no es vida, voy a arreglar esto. Y tú puedes ayudarme como no.

— ¡Pero Mabel, si la Bestia te encuentras de matará!

— ¿La Bestia? ¿Es esa cosa que me perseguía?

— Si.— El chico la guió hacia el interior de un bosque y la hizo sentarse en un tronco.— La Bestia es mala y aterradora, destruye todo a su paso, ella controla todo esto. Si nos encuentra nos cazará hasta eliminarnos.

— ¿Sabes cómo detenerla?

— Nadie sabe, Thunder lo ha intentado varias veces pero siempre termina muy herido... Estar despierto es una bendición, estar dormido es una cacería, y lo peor es que no podemos decirle a nadie porque cuando tenemos la oportunidad de pedir ayuda ella se encarga de que la olvidemos.

Mabel miró con horror al niño. Por lo que entendía, cada vez que dormían ellos venían a este lugar de su inconsciencia y eran perseguidos por la "Bestia" al estar despiertos parece que lo olvidan pero una vez que se duermen todo vuelve.

— Está "Bestia" debe estar relacionado con el problema de ustedes, tal vez si nos pudieramos acercar a ella podríamos comprender que sucede realmente.

— Mabel, te amo, pero eres una suicida.— Dijo el niño negando.— Debes irte Mabel, lo que pasa en este plano te puede afectar a ti tanto físico como mentalmente.

— Lo sé, y no me importa. No tengo mucho tiempo Kaled, tenemos que arreglar esto y si no me ayudas, lo haré yo sola.— Dijo Mabel levantándose.

— Eres terca...¡Bien, te ayudaré! Aunque no creo poder hacer mucho con este cuerpo...— Dijo mirándose.

— ¡Oh pero eres tan adorable Kaled!— Dijo Mabel alzandolo para darle muchos besos.— Eres un bebé hermoso.

— Tienes suerte que te ame y solo por eso te dejo hacer esto.— Dijo en tono gruñón.

— Kaled yo...

En ese momento escuchó pisadas fuertes detrás de ella y ambos se alertaron.

—¿Que haces aquí?

—¿Thunder?— Dijo Mabel al ver al macho que amaba caminar totalmente desnudo.

—  ¿Mabel? ¿Que carajos haces aquí? ¡Tienes que irte!

— Yo...

Mabel no pudo continuar cuando de repente escucho un gruñido fuerte y amenazante salir de la boca de Thunder y sus ojos se volvieron blancos.

— Ese no es Thunder.— Dijo Kaled.

— Es la Bestia.