007: Thunder. Nuevas Especies 5

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Ver esto fue como enfrentarse a su pasado, Mabel había sufrido mucha más violencia que aquello. Había sido violada incontable veces, la había pegado con muchas cosas punzantes que aún tenía marcas en su espalda, pero jamás sintió tanto el dolor como lo sentía ahora mientras veía a Kaled llorar desconsoladamente mientras veía la choza ser consumida por el fuego.

Ahora entendía todo, el porque Thunder no quería una compañera, el porque su energía se descontrolaba tanto y el porque la Bestia existía.

Era tiempo de arreglarlo todo y ya sabía que debía hacer. Buscó con la mirada una puerta y se encontró con una no muy lejos. Mabel tragó saliva y avanzó hacia ella para finalmente salir de este horroroso recuerdo y llegar nuevamente al pasillo. Comenzó a caminar tratando de encontrar a la Bestia, de aseguro de hacer ruido a propósito para que la Bestia viniera a ella, no tardó mucho en cuando la vio salir de una de las puertas y caminar amenazantemente hacia ella.

El miedo recorrió todo el cuerpo de Mabel, estaba arriesgando su propio vida pero confiaba en su intuición.

— Sé quien eres en realidad.— Dijo mientras se arrodillaba frente a la criatura la cual parecía decidida a matarla.—  Y no te tengo miedo.

La Bestia parecía aún más furiosa, quería acabar con ella sin dudas. Sus ojos blanco estaban llenos de furia y tormentos, la crueldad estaba reflejada en su cara. Esta Bestia ha estado viviendo dentro de su amado por tanto tiempo que poco a poco lo invadió hasta controlarlo por completo, ya era momento de detenerlo... Era momento de liberar a Thunder de sus demonios.

— Farah.— La Bestia gruñó aún más molesta y la tomó del cuello levantándola con una fuerza que me comenzaba a faltar el aire.— Ese... E..s..el...nom..bre ¿Verdad? Tú...le..te...mes...muc..ho.— Sentía la desesperacion por respirar nacer de lo profundo de ella.—Pe..ro..él...ya..no...ex..is..te..tú...no..eres..i..gu..al...a...él.

La Bestia gruñó y le apretó más fuerte el cuello que Mabel se sorprendía que no lo rompiera aún... O tal vez él era consciente de quién era ella y por eso no la mataba. Aferrandose a esa idea Mabel uso su último método contra la Bestia.

— T..ú... E..res...Ka..led...y
...tam..bien.. Th..un..der...no..Farah....no...no...puedo...res...pirar.

La Bestia le soltó bruscamente y Mabel dio varias bocanadas tratando de llevar el aire a sus pulmones. La Bestia le miraba aún de forma amenazante pero Mabel supo que ya había hecho una mella en sus pensamientos y tal vez estaba dudando si matarla o no.

— Tú.— Dijo Mabel ya más recuperada pero se quedó en el piso.— No eres el monstruo que fue Farah. Él se equivocó pero tu no lo harás ¿Y sabes porque? Porque tú sabes lo que sufrió tu madre y aún así ella te dio todo el amor del mundo, ahora eres un adulto y te han alejado de ella pero tienes una gran familia esperándote ahí afuera.— Mabel vio una expresión triste en la cara de la bestia.— Tienes a Blue, Cold, Hell, Alpha, Sea.. a muchos multihibridos que han pasado por cosas crueles como tú...y me tienes a mí.—  Mabel suspiró antes de levantarse y bajar el cierre de su vestido para dejarlo caer quedando casi desnuda si no fuera por las bragas.— Mira esto.— Mabel se dio vuelta para mostrar sus cicatrices, aquellas pruebas de la crueldad del hombre.— Antes de llegar a la ONE fui prostituida desde que comencé a menstruar, no recuerdo que edad tenía y no sé qué edad tengo pero creo que fue por al rededor de lis 13 o 14 años... Soy la más débil de mí especie, soy casi humana...una humana muy exótica para los humanos y por eso han abusado de mí sexualmente varias veces y cada vez que peleaba contra ellos ...yo...era castigada cruelmente. Mí "dueño" a veces usaba cigarrillos y me usaba de cenicero.— Dijo señalando las marcas.— Yo valía menos que una prostituta normal, porque era considerada como un animal.

La Bestia se acercó y tocó dudosamente la espalda de Mabel pero finalmente la tocó con más seguridad y soltó un gruñido de furia.

— He tenido suerte de salir de ese infierno. Mí pasado no es menos doloroso que el tuyo pero es el pasado, aún me queda el presente y el futuro y no voy a dejar que esos desgraciados me los quiten. No he tenido una infancia normal, al menos has conocido a tu madre, yo ni sé quién fue mí madre. No conocia que era el amor y cariño...hasta que llegaste tú.— Mabel se giró y lo enfrentó, la Bestia parecía estar absorta en ella.— Quiero ayudarte a que superes todo esto como yo he superado mí pasado... Pero no soy un caballero o una princesa de brillante armadura, solo puedes serlo tú. ¿Por qué autocastigarte por algo que no fue tu culpa? ¿Que sentido tiene si con eso no traerás de vuelta a la vida a tu madre y a tu abuela? Kaled, Thunder...— Mabel le acarició la mejilla y la Bestia le gruñó enojada.— Eres no eres tú, no eres una bestia, solo eres un ser maravilloso que ha sido herido profundamente... Solo, dejalo ir.

La Bestia soltó un bramido y negó, todas esas palabras habían tocado  lo más  profundo de él pero no podía dejarlo ir, no merecía la felicidad y no la quería. Estaba enojado con esta hembra entrometida que quería cambiarlo pero no dejaría que lo hiciera, ella mentía, las bestias como él no merecen la felicidad. La Bestia tomó el cuello de Mabel de nuevo pero no lo apretó está vez, había algo en lo profundo de su ser que luchaba contra el impulso de lastimarla.

— Mátame si quieres, si eso te hará sentirte mejor. Mátame, si lo necesitas. Morir por tus manos es un honor para mí.— Dijo Mabel viendo la tormenta en sus ojos.— Pero antes que lo hagas debes saber algo: yo te amo.  Te amo, seas Kaled o seas Thunder, hagas lo que hagas... yo te amo.

Y en medio de la sorpresa de la bestia Mabel aprovecho para besarlo. Era la primera vez que ella besaba a alguien pero la comodidad y confianza que sintió al hacerlo le hizo pensar que todo valía la pena.

— Te amo.

Y en ese momento todo se volvió blanco.