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— Así que tu eres Mabel.— Dijo Maddie sirviéndole lo que parecía sopa.— Mí hijo me ha hablado mucho de ti.

—¿De verdad?— Preguntó Mabel tomando el plato con la sopa y miró al bebé al lado de ella.—¿Cuanto años tiene?

— Acaba de cumplir un año.— Contestó la mujer sonriendo.— Aunque claro que tu Kaled debe tener muchos años ya, él nunca quiere decirme cuántos años tiene ni Thunder. Ambos creen que me sentiré mal al saber cuántos años el creció sin mí... Olvidan que solo soy un recuerdo.

— Eres más que eso, ellos realmente te extrañan mucho. Cuando conocí a Kaled él estaba triste porque era su cumpleaños y tu no estabas.

—¡Oh mí niño!— Negó la mujer afligida.— Hubiera deseado que todo fuera diferente... Pero eso significaría que no te hubiera encontrado, eres muy importante para él... Realmente te ama mucho.

— Yo lo sé... Yo también lo amo.— Dijo tímidamente.

—¿Se lo has dicho? Tanto Thunder como Kaled son inseguros, son la misma persona ¿recuerdas?

— No, no recuerdo hacerlo.— Dijo Mabel pensativamente.

— Debes hacerlo, a veces una palabra lo cambia todo.

Mabel asintió sin decir nada,tal vez ya era tarde para hacerlo. En su lugar,  miró a su alrededor parecía que estaban en choza muy bien organizada. Sin embargo, había un rincón oscuro donde tenía una pequeña puerta negra que brillaba.

—¿Que es eso?— Señaló a la puerta.

— Es el lugar de donde nace la Bestia.— Dijo la mujer suspirando.— Está conectado a este lugar pero ella no puede cruzar la puerta porque Kaled la cerró con llave, es lo mejor. Es un lugar frío y cruel.

— La Bestia hirió a Thunder y Kaled, también controla todos los recuerdos y tengo la sensación que también es la razón por la que no podían fusionarse... Me gustaría darle un vistazo a ese lugar.

— Solo puedes entrar abriendo con la llave de Kaled.— Dijo Maddie y luego miró el piso para luego señalar algo.—¡Esa! Esa es la llave.

Mabel se levantó de la silla y camino hacia la llave para tomarla con cuidado y se acercó a la puerta negra. Introdujo la llave que había creído que estaba rota pero en realidad solo era que no pertenecía a la cerradura de la puerta azul, sino de la puerta negra.

— ¡Espera!— Exclamó Maddie deteniendole.— Antes de que entres debo advertirte que no es un bonito recuerdo, puede ser traumático.

— Créame señora, toda mí vida fue traumática, estoy lista para cualquier cosa.

Y si es por él, nadie me detendrá.

Entonces Mabel giro la llave y abrió la puerta para encontrarse en un bosque. Se aseguró de cerrar bien la puerta y avanzó, tenía que ser este el recuerdo que   produjo todo el desastre.

—¡Mamá!— Gritó un niño de repente.

—¡Cállate mocoso!— Dijo un hombre.

Entonces Mabel los vio. Maddie estaba siendo tomada fuertemente por un hombre que era igual a la Bestia pero sin los colmillos y las alas, este hombre la llevaba dentro de la choza, ella luchaba contra él intentando llegará Kaled quien era retenido por otros hombres.

— ¡Llevenlo a la Inquisición!— Exclamó el hombre.— Será un buen trato para ellos.

—¡ES TU HIJO! ¡¿CÓMO PUEDES HACER ESTO FARAH?!— Gritó Maddie llorando.

—¡CALLATE MALDITA PUTA! ¡¿REALMENTE CREES QUE CREERÉ ESA MIERDA CUANDO TE REVOLCABAS CON TUREH?!— Gritó el hombre.

— Es un águila de las tormentas, como tú.— Le susurró llorando.—¡Por favor no hagas esto!

— ¡Eso debiste pensarlo cuando me estabas siendo infiel con él!— La tiró al piso con rabia pura.

—¡Mamá!— Gritó Kaled tratando de llegar a ella pero no pudo.

— ¡Yo te amaba Maddie! ¡¿Por qué lo elegiste a él?! ¡¿Por qué?!— Grito el hombre furioso.

— No lo elegí a él, te elegí a ti. Me casé contigo ¿O no?

—¿Y tú corazón a quien le pertenece?

Maddie quedó callada y tanto Mabel como el hombre lo entendieron, Maddie amaba a ese otro.

— Tu silencio lo dice todo, si creíste que voy a criar el hijo de otro solo porque te amo te equivocaste. Despidete de tu hijo.

—¡POR FAVOR FARAH, ES TU HIJO!— Volvió a gritar la mujer desesperada.

— ¡CALLATE!— Gritó el hombre antes de golpearla en la cara pero luego siguió golpeandola sin detenerse por todo el cuerpo.

—¡PAPÁ NO LASTIMES A MAMÁ!— Gritó Kaled llorando.—¡PROMETO SER UN NIÑO BUENO, HARE LO QUE QUIERAS PERO YA PARA!

— ¡CALLATE MOCOSO!— Grito Farah para golpearlo a él.—¡LLEVENSELO!

— ¡Si señor!— Dijeron ambos hombres listos para detenerse.

—¡FARAH!¡¿ QUE CARAJOS CREES QUE HACES?!— Dijo una mujer mayor llegando.

— No te metas madre.— Dijo frivolamente.

—¡Maddie!— La mujer corrió a ayudar a Maddie pero antes de que la tocará Farah la empujó lejos de ella.—¡¿Cómo te atreves a hacer esto?! ¡ A tu compañera, a tu hijo y a tu madre!

— ¡CALLATE!— Dijo ya sin paciencia.— ¡Seguro tu estuviste encubriendo a esta maldita puta en sus infidelidades! ¿No es así? Madre, jamás creí que me traicionarías.

—¡Te has vuelto loco, Farah!— Dijo al mujer horrorizada.— Tu energía te ha vuelto loco, es mucho poder para manejarlo y te está jugando una mala pasada. ¡Mira a Kaled, es igual a ti!

Farah negó y tomó el cuerpo de desmayado de Maddie para llevarlo adentro de la choza y la mujer mayor lo siguió. Mabel no quiso acercarse mucho por no que la vieran pero de todas formas escuchas gritos de discusión y luego escucho un golpe seco... Como si un peso pesado ha caído al suelo y luego Farah salió cubierto de sangre, Mabel jadeo cuando entendió lo que sucedió, Farah mató a su propia madre.

— Señor ¿Está confirmado el punto de encuentro?— Preguntó uno de los hombres.

— Si, lleven al mocoso con la Inquisición, con este pago nos dejarán en paz.

Entonces el cielo comenzó a oscurecerse, un viento fuerte se levantó,  los truenos y rayos no tardaron en aparecerse junto con una lluvia fría.

—¡¿QUE CARAJOS SUCEDE?!—Gritó uno de los hombres.

—¡Mierda, no soy yo!— Exclamó Farah.

— No, este soy yo.— Dijo Kaled mostrando sus poderes.

Mabel salto cuando un rayo cayó sobre Farah con tanta intensidad que estaba segura que estaba muerto. Los demás hombres soltaron a Kaled y salieron huyendo del miedo muestra que Farah era quemado por el poder de su propio hijo luego de decir que no era suyo. Sin embargo, Kaled estaba tan descontrolado que no vio que él razón agarró el techo de paja de la choza y comenzó a incendiarla, la lluvia no era suficiente para apagar el fuego que consumía todo a su paso... Y eso incluía a la madre y la abuela de Kaled.

007: Thunder. Nuevas Especies 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora