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1 año después

— ¡Kal para!— Dijo Mabel riendo mientras Thunder no dejaba de besarla.

— No quiero, quédate conmigo en la cama.— Dijo abrazándola.

— Sabes que tengo que abrir el almacén.

— Que Tiny lo haga, yo te quiero desnuda en la cama.

— Tu siempre me quieres desnuda en la cama, no es algo nuevo.— Dijo Mabel riendo mientras se ponía sobre él.

Thunder le agarró de las caderas viendo como ella le complacía antes de meter el erecto pene de él dentro de ella. Ambos gimieron  ante el íntimo contacto y poco a poco Mabel comenzó a marcar un ritmo.

A Thunder le encantaba que ella hiciera eso, le encantaba que Mabel tomara la iniciativa. Poco a poco ambos fueron superando sus preocupaciones del pasado y ahora Mabel dejaba que él la monte así como Thunder dejaba que ella lo ayudará a controlar sus poderes. Ambos se hicieron apoyo mutuo y confiaban ciegamente en el otro.

— Más rápido mabel.— Susurró perdido en el placer.

A Mabel le encantaba cuando el macho la miraba con pasión y devoción mientras ella lo montaba. Le encantaba pasar sus manos por el pecho de él mientras Thunder no dejaba de tocarla. Él era tan sexy que a veces de volvía muy celosa.

—¿Quieres más bebé?— Pregunto Mabel moviéndose más rápido.

— ¡Oh sí nena, más rápido cariño!

A Mabel le volvía loca el sentir el gran falo de Thunder abrirse paso entre sus paredes húmedas, le encantaba la sensación de sentirse llena y estirada por él.

— ¡Mabel, nena, me encantas!— Gruñó Thunder apretándole los pechos de ella provocándole un gemido intenso.

Thunder amaba a su hembra con todo sus ser. Fue difícil para muchas especies aceptar que ella lo había elegido a él, aún hay quienes temen por la seguridad de Mabel pero las ya-no-llamadas-mujeres-de-regalo están mostrando que ya no enecesitan la excesiva protección de las especies, ahora eran libres y exigían respeto e igualdad.

— ¡Thunder!— Gimió Mabel sintiendo como el pene de su compañero se hacía más grande con cada roce.

No pasó mucho tiempo cuando ambos finalmente llegaron al éxtasis, aunque ha pasado un tiempo aún eran tan sensibles en el sexo que terminaban rápido pero eso no los molestaban porque significaba que podrían seguir haciendolo por más tiempo.

— Ahora...— Dijo Mabel jadeando en el pecho de Thunder.— Vamos a bañarnos y luego al trabajo.

— No quiero Mab.— Se quejó Thunder mientras Mabel se levantaba.

— Thunder ...— Dijo mirándolo sería.

— Ya voy cariño.— Dijo el macho para levantarse rápido, le asustaba cuando Mabel lo miraba así.

(*)

— Déjamelo llevar.— Dijo Thunder tratando de quitarle la cesta de ropa que Mabel sostenía.

— Tu ya tienes las manos ocupadas.— Dijo señalando las dos cesta que Thunder llevaba.

— Pero...

— Nada de pero, deja de lloriquear. Si entregamos está rápido podremos volver a casa pronto y...— Lo miró coqueta.— Y podremos mirar una peli en la cama.

— Mirar una película es lo último que haremos en la cama.— Dijo en tono seductor que hizo reír a Mabel.

Ambos estaban en el bosque llevando cestas de ríos al Hidden Home. A Thunder le encantaba trabajar junto a Mabel así que la ayudaba en el almacén y además Mabel le estaba enseñando a confeccionar ropa también, algo que descubrió que le gustaba mucho.

007: Thunder. Nuevas Especies 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora