007: Thunder. Nuevas Especies 5

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Si bien sus heridas parecían haber sanado en su mayoría, no se veía bien, había algunas heridas muy notorias y al parecer las más graves, no estaba entubado respiraba bien por si solo pero se veía tan frágil que Mabel tuvo que contenerse para no llorar ¿Donde estaba el macho fuerte y poderoso que ella conocía? Definitivamente no era ese que estaba en la camilla.

— Kaled...— Dijo tomando su mano y acariciándola fon mucho cuidado como si se fuera a romper.— Thunder...

Mabel se sentía mal ¿Ella había provocado esto? ¿Esto era su culpa? ¡Thunder tenía razón! Debió alejarse de ellos, ahora veía a ese hermoso rostro todo lesionado haciendo que su corazón se sintiera angustiado ¿Por qué nunca podía suceder les cosas buenas en la vida? ¿Realmente no debió haber existido?

— Mab...— Le habló alguien sorprendiéndola, era Hell.— Puedo sentir tu tristeza... No te culpes por esto... Sabes que él tiene sus propios demonios.

— Si pero yo no hice nada para ayudarlo...— Dijo acariciando el rostro de ese hermoso macho dormido.— Solo causé que se lastimaran...

— No es así, le diste esperanza a Kaled y amor que él necesitaba y por Thunder... También lo has ayudado aunque no lo pareciera.

—¿Cómo podría ser eso posible? Él me advirtió que me alejara y yo... Dejé que Kaled se acercara cuando debo apartarlo ¿Y como terminó? Míralo... Soy mala para ellos.

Nunca debí existir en sus vidas...

(*)

Ya habían pasado varias horas y el macho no despertaba peor Mabel no se movió de su lado, no podía hacerlo aunque quisiera. Ella lo miraba preocupada ¿Cómo había llegado a esto? Quería creer  que Kaled no lo había hecho queriendo, seguramente se había descontrolado de nuevo, realmente esperaba eso y se negaba a creer lo que Sea dijo pero  ¿Por qué? También había otra pregunta en su mente y tal vez era la más importante ¿Por qué  desde que entraron a su vida les importaba tanto? Tras años de los abusos del hombre ¿Por qué se preocuparía por el sexo masculino? Pero Kaled no era un hombre ¿Verdad? Y tampoco lo era Thunder.
Ambos eran un  macho  multihibrido con problemas de personalidad generado por un trauma que a menudo resultaba ser confuso y peligroso.  El lado adulto del macho le advirtió que se alejara de él, le dijo que era peligroso y sabía que debía obedecerlo pero, el lado infantil de él la atraía.

¡Por Dios, Kaled era el dueño de su corazón y Thunder el dueño de su cuerpo!

Quería protegerlo, cuidarlo y amarlo, ser su amiga y ayudarlo en todo, estar con él siempre aún si su lado adulto no lo aprobaba. Y entonces se dió cuenta de la terrible verdad... Amaba a los dos.

—Te amo, Mabel.

¿Y cual era la respuesta de ella?

Si, los amaba.

No sabía porque se había enamorado de ellos pero lo había hecho, ahí está, lo aceptaba. Le encantaba el lado dulce, tierno e infantil que era Kaled, pero le excitaba peligrosamente cuando el lado adulto, Thunder, tomaba el control: la forma de mirarla, como le hablaba y la olía había hecho que se encontrara húmeda durante  varias veces al día cuando miraba al cuerpo donde sus machos vivían ¿Thunder sentiría algo por ella? No, claro que no. A simple vista ella no era más que una hembra intocable, como si fuera la lepra para los machos. Además... Tal vez él la odiaba, tal vez por eso él y Kaled pelearon.

—¿Él lo sabe?— Preguntó Hell sorpendiendola.

—¿Que cosa?—Dijo confundida.

—Que lo amas, hablo de Thunder no de Kaled.

—Tú...¿Cómo?— Dijo casi tartamudeando.

— Soy un multihibrido que sufre por amor, sé cuándo alguien más lo hace... Pero Thunder no es un macho estable, él hará lo que sea para que te alejes de él y así no lastimarte, no es como Kaled.

— Lo sé.— Dijo acariciando los cabellos blancos del multihibrido.— Pero no le tengo miedo.

—Eso es bueno, trata de no tenerlo... Thunder es especial pero me preocupa que te haga daño.

— Él nunca lo haría.– Suspiró tratando de olvidar cuando intentó amenazarla para que se aleje de él, peor la verdad en los ojos del macho insitaron a amarlo más profundamente. Negó la cabeza antes de confesar su secreto más oscuro.— Su electricidad me cosquillea al punto de volverme adicta a él.

En ese momento supo que no había vuelta atrás, estaba aceptando abiertamente sus sentimientos por él y solo esperaba no arrepentirse. Después de todo ¿De que sirve vivir sin amar?

—Mía.— Dijo la voz rasposa del macho en la camilla.

— Kal..— Dijo feliz de verlo despertar.

— Mía.

Y entonces Mabel vio que no era Kaled sino que era Thunder y la había escuchado.

— ¿Thunder?— Se acercò Hell de inmediato y Mabel quiso correrse pero Thunder le sujetó fuerte de la mano para evitar dejarla ir.

— Eres mía, ahora y siempre Mabel...— Susurró antes de volver a cerrar los ojos y caer dormido.

—¡Iré por la doctora!— Se apresuró Hell saliendo rápido dejando a una Mabel de piedra y muy confundida al lado del macho.

¿Que sucedió?

—¿Thunder?¡¿Thunder?! ¡Despierta!— Comenzó a despertarse moviéndolo un poco.—¿Realmente crees que con eso lo aclaras todo? ¡Maldito pájaro bipolar! ¡¿Me quieres o no me quieres?! ¡Un día me dices cosas feas y al otro cosas bonitas! ¡¿Estás loco o que?! ¡Olvídalo, no me quedaré aquí!— Dijo molesta lista para irse cunado el macho tiro de su muñeca y Mabel casi cayó sobre él.

— Eres ruidosa Mab...— Dijo sonriendo pero Mabel sabía que no era Thunder.

—¡Kaled!— Exclamó antes de acariciarle la mejilla.— ¡¿Cómo te sientes?! ¡¿Te duele algo?! ¡Dios, me asustaste mucho!

— Mmm me siento mejor ahora que te tengo a mí lado... Lamento ... Lamento asustarte pero... No iba a dejar que intimiden a mí chica.— Respondió con voz ronca y aclarando se de vez en cuando.— Pero... Creo que lo hice entrar en razón... ¿No?

—¡Le casi te matas a ti mismo! ¡¿Te das cuenta de eso?!— Preguntó molesta.

— Mmm no te enojes Mab...— Dijo sonriendo.— No nos hubié....ramos muerto porque la única forma de que este cuer...po deje de funcionar y si te perdiéramos... Porque... Te amamos, ambos... Él lo confesó cuando caímos sin fuerzas y dijo que lo aceptaría oficialmente...

— Eres mía, ahora y siempre Mabel...

¿Entonces esa era si declaración de amor? Lo más importante ¿Soy correspondida?

— La pregunta es...¿Nos amas?

Mabel miró a Kaled pensando en su respuesta pero cuando la iba a decir entraron todos y Mabel le dio pena hacerlo por lo que se aparto para que Trisha lo revise.

Si, los amo.

Ya tendría tiempo para decirle y cuando lo haga esperaba que todo cambiará para bien.