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— Está es el almacén de indumentaria.— Dijo Mabel abriendo la puerta y Kaled entró curioso.— Encenderé las luces.

Kaled respiró el aire sintiendo el olor de Mabel muy potente allí también y eso le hizo feliz, él solo quería sentirla cerca siempre.

Había algo en ella que lo llamaba, como una dulce canción de una sirena en medio del océano. Su madre ya le había hablado de esa sensación y le dijo que era cuando encontraba a su "mate" sin embargo él no estaba del todo seguro y temía lastimarla de alguna forma ¿Y si ella prefiere un macho de verdad? Tendría que madurar más para que lo vea como un macho y no como un niño pero eso sería un poco difícil, solo quedaba entregarle su cariño, después de todo Mabel es una niña así que le gusta esas cosas del romance ¿No?

—¿Que te parece? Aún lo estamos decorando.

— Me parece bonito.

Mabel sonrió sin darse cuenta que en realidad él no hablaba del lugar sino más bien de ella ¿Cuando le comenzó a gustar el color rosado? Se veía bien en ella que solo quería abrazarla.

—¿En qué te ayudo?— Preguntó acercándose a ella.

— Mmm.— Ella lo miró pensativamente y luego se acercó a un estante y saco una gran chaqueta.— Pruebatelo, debería quedarte bien. Necesito que seas mí modelo.

—¿Tu modelo?— Preguntó confundido poniéndose la chaqueta.

— Si... Harley, un macho, me encargó que le haga una chaqueta para este invierno pero ha podido venir para poder arreglar los detalles. Tu eres casi de la misma complexión que él así que esto servirá.

—¿Que debo hacer?—Preguntó arreglándose la chaqueta.

— Solo debes quedarte quieto.— Contestó sacando su kit de alfileres.

Así fue como pasó una hora mientras Mabel arreglaba algunos detalles y ambos hablaban de las cosas que les gustaban. A Kaled le encantaba tener las manos de Mabel sobre él, le encantaba ella.

—Buenos días.— Dijo una voz masculina entrando y Mabel se alejó de Kaled provocando que él se sienta enojado.—  Hola Thunder.— Le saludó el macho que no conocía algo extrañado.

— Hola.— Contestó Kaled en tono neutro.

— ¿Interrumpo algo?— Le preguntó a Mabel un poco preocupado.

— Para nada Query ¿Que necesitas?— Le contestó riendo y eso enojó más a Kaled.

— Te traigo tu pedido de la semana pasada, traje más botones, cintas, cuero y zuelas para las botas. También el relleno que pediste.

— Buen, déjalo por ahí. Lo iré llevando a la parte de atrás del almacén luego.— Contestó Mabel siguiendo con la chaqueta.— Listo, puedes quitartela con cuidado.

Kaled asintió y se quitó la chaqueta con sumo cuidado como si se tratara de una chaqueta de cristal y se la entregó a Mabel, algo que la entristeció un poco ya que se veía bien con la chaqueta, tal vez deba hacerle una ¿Contará como regalo de cumpleaños atrasado?

— Puedo dejar estás cajas allá atrás sino te molesta claro, así no tendrás que hacerlo tu misma.— Dijo Query sonriendole.

— Yo lo haré, solo déjalas ahí.— Dijo Kaled antes de que Mabel diga algo.

Mabel lo miró sorprendida, el tono brusco y feroz que usó Kaled  le recordó a Thunder cuando le dijo que se alejarse de Kaled ¿Algo malo estaba pasando?

— No te preocupes Query, nosotros nos encargamos de esto, ya has hecho mucho, gracias.— Dijo un tanto nerviosa en medio de un ambiente tenso, Kaled lo miraba a los ojos desafiandolo y podía ver a Query un poco molesto, era mejor alejarlos.

— Está bien, sabes que puedes contar conmigo.— Dijo Query sonriendole.— Nos vemos luego, adiós.

— Adiós.— Dijo Mabel pero Kaled ni se molesto en despedirse, gracias al Cielo que Query simplemente se fue.—¿Que fue eso?— Preguntó girandose a Kaled.

—¿A qué te refieres?— Preguntó osea tomar una caja.

— Casi siento que lo quemas con rayo.— Se cruzó de brazos molesta.

— Estaba  tentado a hacerlo.— Confirmó él sin darle importancia.— Pero mamá me enseñó a no hacerlo.

—¿También te enseño modales? Porque yo no vi eso en este momento.— Dijo siguiéndolo a la parte de atrás mientras dejaba la caja e iba por otra.

— Él no me agrada.— Contestó llevando otra caja.

—¿Por qué? No vi que haya hecho algo malo.

—¡Si lo hizo!— Exclamó y dejó la caja para mirarla.— Te habló, te miro y respiró el mismo aire que tú. ¡Ah y casi lo olvido! Te sonrió.

—¿Que tiene de malo? Él solo quiere ser amable conmigo, a diferencia de otros machos que huyen como si yo fuera una enfermedad.— Contestó enojada ahora.

— Pues él también debería huir, el único macho que debería acercarse a tu soy yo.— Dijo ahora cruzándose de brazos sorprendiendola.

— ¿Y por qué tu?— Preguntó furiosa.

— Porque... Eres mí mejor amiga.— Respondió un tanto inseguro.

— ¿A si? ¿Solo por eso has decidido que ningún macho puede estar cerca de mí?

— ¡Si!— Contesto sonriendo.

Mabel suspiró frustrada antes de darse vuelta enojada y comenzó a sacar unas telas para olvidarse de la situación sin embargo unos fuertes brazos la rodearon y ella se quedó tensa.

— Lo siento... He sido malo ¿Verdad?— Susurró triste el águila.

— Si, un poco.— Contestó ella y Kaled la abrazó un pico más.

— Sentí... Celos.— Confesó él sorprendiendola.— No me gusta la idea de que él pudiera quitarme la que es la persona más importante para mí ahora.

Eso la tomó por sorpresa, nunca se imagino que Kaled fuera un cachorro celoso tal vez la ve como un reemplazo de madre, ya que él perdió a su mamá y al parecer tenían un gran vínculo y ahora está ella, quien lo mima mucho. Tal vez él sintió que podrían quitarle a su mamá de nuevo, había leído que eso pasaba con niños humanos y los cachorros de la Reserva también habían sido sobreprotectores con sus mamás. ¿Cómo podría culparlo ? Solo quedaba hablar con él.

— Eso no pasará bebé, nadie me alejaría de ti.

Excepto tú.

¿Lo prometes Mab?

— Lo prometo, Kaled.— Dijo girandose y lo miró para acariciarle la mejilla.— Siempre seremos los mejores amigos, pero eso que hiciste fue muy grosero. Lo sabes ¿verdad?

— Si, no lo volveré a hacer Mab, pero no estés enojada conmigo ¿Si?

— Está bien.— Contestó antes de ponerse puntitas de pies y besarle la mejilla.— Ahora sigamos con nuestras cosas.

Kaled soltó el aire que no sabía que había estado conteniendo cuando la vio sonreír. Ahora casi todo estaba bien excepto algo: ella le prometió ser su mejor amiga para siempre pero él sentía que eso no era suficiente.

007: Thunder. Nuevas Especies 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora