3| M a m á

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Waiting For Love- Avicii

Bridget:

Releo por octava vez en el día la tarjeta que encontré junto a una dalia frente a mi puerta hace cinco días. Durante esos cinco días he tenido tantas crisis y debates internos que giran en torno a solo dos palabras: llámalo o no lo hagas. Aunque técnicamente son más de dos palabras, pero quién las cuenta.

He ignorado al mundo y para lo único que he salido es para ir a clases. Mis padres deben estar extrañados por mi actitud, puesto que cada tres días voy a visitarlos y eso me tiene estresada, porque mis actitudes no solo recaen en mí, sino en mi entorno también. 

Suelto un suspiro y tomo mi teléfono de arriba de la mesa de café, por un momento dudo a quien llamar. Pero finalmente me decido.

Luego de tres tonos, la persona al otro lado responde.

—¡Bridget! Por la reina de Inglaterra, me tenías preocupada, hija.

—Hola ma.—digo sonriendo al escuchar su voz.

—¿Cómo estás?¿Todo bien?¿Por qué no has llamado?

—Estoy bien, ma. He tenido unos días un poco. . . locos— argumento, mientras quito una pelusa inexistente de mi suéter.

—Oh, cariño. Sabes que no debes cerrarte, nosotros estamos para ti.

—Lo siento, no volverá a suceder. ¿Y papá? ¿Los chicos? 

—Tu padre está bien, y tus hermanos igual de revoltosos que siempre, no puedo creer que tengan 17 años y se comporten como niños de 10.

—Creo que los niños de 10 se portan mejor—río.

—¡Te estamos escuchando, bobaaa!— se escucha al otro lado la voz de uno de mis hermanos. Río de nuevo porque mi madre tiene la costumbre de poner en altavoz el teléfono y ellos siempre escuchan lo que mamá habla.

—Lo siento cariño, Travis esta un poco intensito estos días. Y el otro debe estar molestando a la pobre Stacy.

Me paralizo al escuchar el nombre de la hermana de Jaden. No quería hablar de él, pero cuando mamá empieza a nombrar a los Barry, no hay vuelta atrás, ya que las casas están a una casa de por medio.

—¿Sabes? Estos días he visto a Jaden llegar medio decaído a la casa de su padre.

—¿Decaído?—digo haciéndome la tonta.

—Sí, él que siempre esta bien peinado y con una gran sonrisa, se lo ve triste. ¿Sabes algo?

—No. . .no lo sé. 

—Has tartamudeado Brid, algo sabes.

—Ma. . .— Odio que ésta señora me conozca tanto.

—Ma nada, cuéntame ya. Y sé que algo te pasa, tú también suenas triste.

—No es algo que quiera hablar por teléfono, mama.

—Entonces, pon la tetera, mami va en camino.— dice antes de colgar.

Niego con mi cabeza y me levanto del sofá, porque mi madre no tardará en llegar.

***

Como lo suponía, diez minutos más tarde el timbre de mi departamento suena, y como sé que es mamá la dejo subir. Y espero apoyada en la puerta, mientras la veo bajar del ascensor.

Lo que dice tu mirada [Libro II biología "Miradas"]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora