Me gusta amarte— Luciano Pereyra
Jaden:
—¿Qué?
No podía ser, Bridget no podía estar hace tanto tiempo enamorada de mí. Comprendo que la época de la muerte de mi madre fue dura para mí, y eso hizo que mi relación con ella se reforzara, pero jamás pensé, jamás imaginé que esa unión daría como fruto otro tipos de sentimientos, sentimientos que van más allá de la amistad.
Y quisiera decir que no me sucedió lo mismo, porque maldita sea, Bridget siempre me pareció interesante, pero tenerla tanto tiempo junto a mí hizo que me diera que cuenta que ella no me gustaba como amiga, me gustaba como algo más y eso sentimientos no hicieron más que aumentar con el paso del tiempo.
—¿Qué?— vuelvo a preguntar con la boca abierta.
—Tú me preguntaste y yo te respondí. Debes estar muy ciego si no te has dado cuenta que me gustas desde hace años.—Ahora, ella suena a la defensiva.
—Bueno, creo que no soy el único ciego aquí— dejo caer.
—¿De que hablas ahora?
—De que tu también eres bastante ciega con respecto a mis sentimientos. ¿Por qué nunca dijiste nada, Brid?— me acerco a ella mientras acomodo un mechón de cabello tras su oreja.
Muerde sus labios y ese simple gesto hace que en mi pecho una familiar ola de calor me invada.
—Al igual que tú, tenía y tengo miedo de arruinarlo todo.
—Podríamos ser un desastre juntos en vez de estar separados por cosas como estas. Y sé que será difícil de perdonar el que te haya dejado sola, pero quiero estar contigo, Brid.
Ella me observa con esos orbes celestes que me vuelven loco.
—¿Eso quiere decir que también te gusto?
—Joder, claro que lo haces Bridget, me gustas, me vuelves loco, tu... me gustas de todas las maneras, y perdón si todos estos años te sentiste insegura con respecto a las mujeres con las que salía, pero. . .¿Sabes por qué ninguna de ellas duraba mucho tiempo?
—¿Por qué?
—Porque ninguna eras tú. Y... tengo el presentimiento de que siempre serás tú, mi muñequita.
Nos miramos sin decir una palabra, pero no son necesarias cuando nuestras miradas dicen todo lo que sentimos.
—¿Estás dispuesto a ser un desastre junto a mí?—dice bajito, como si me contara un secreto. Yo solo me limito a asentir con mi cabeza.
Sin esperarme su acción siguiente, ella envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y me abraza, me abraza como si no quisiera perderme nunca en la vida. Siendo sincero, yo tampoco quiero perderla.
***
Bridget:
—¿Estuviste toda una semana sin dormir?— le pregunto a Jaden, sentado frente a mi en la barra de mi cocina.
—Si, mis pensamientos siempre se basaban en ti y en como la había cagado.
Luego de nuestras confesiones, decidimos merendar juntos.
Sigo teniendo miedo, miedo de que el se arrepienta de todas sus palabras y salga corriendo como la última vez, es por ello que me resistí a besarlo cuando estuvimos tan cerca.
Creo que las cosas irán mejor si vamos lento, porque fue un giro muy inesperado, pero quizás necesario el que nos hayamos acostado, fue el empujón que necesitábamos para soltar lo que sentíamos y teníamos miedo de decir.
Y cada vez que lo pienso me pregunto. ¿Por qué las personas nos encargamos de ocultar tanto nuestros sentimientos? ¿Por qué en nosotros siempre existe el miedo a cagarla y a ser rechazados?
Pienso que si las personas se arriesgaran más, habría más personas felices en el mundo. Más personas disfrutando del amor, de la amistad, de la familia.
Veo como Jaden se moviliza hasta el salón mientras preparo unas tostadas con café y luego que regresa con las flores que él trajo y una pequeña caja blanca.
—Compré algo para ti, sé lo mucho que te gustan estas criaturas y pensé que sería un gesto bonito para obtener tu perdón.—Dice mientras extiende la cajita hasta mi.
—¿Obtener mi perdón?—digo divertida y tomo la caja.
—Bueno, sí. No pensaba que las cosas salieran de esta manera.
—¿Sabes que lo único que debías hacer era venir a hablar conmigo cierto? Por muchas cosas materiales que me puedas dar, lo único que yo deseaba era que fueras valiente y vinieras a hablar conmigo.
—¿Por qué no me buscaste tu?
—Por que quería tus explicaciones, Jaden.
Como se queda callado mirándome, decido abrir la caja entre mis manos.
Contengo con jadeo cuando veo lo que esconde. Una mantarraya, mi animal favorito, que por alguna razón, el tiene tatuado en su brazo.
Es un collar de una pequeña mantarraya, plateada y delicada.
—Oh, Jaden...— digo sacándola del envoltorio.
—Supongo que nos mantiene conectados, tu animal favorito, mi animal espiritual.
—Es bellísima. ¿Sabes su significado, verdad?
—Signo de libertad.— susurra.
Se la doy y me doy la vuelta para que pueda engancharla en mi cuello.
—¿Me la pones?— digo mientras levanto mi cabello.
—¿Seguimos hablando del collar?—dice con tono burlón.
—Guarro— acoto cuando el termina y le doy un leve empujón para luego seguir con la merienda.
—Te recuerdo que así te gusto.
Río y pienso que me agrada que a pesar de todo las cosas no se hayan puesto incómodas, que podamos charlar sin estar tensos alrededor del otro.
El resto de la tarde la pasamos mirando series, charlando, riendo y compartiendo alguna que otra caricia, nunca nos besamos, pero está bien, porque me gusta que no solo sea físico y atracción lo que hay entre nosotros, es mas que eso.
Cuando ya se hace tarde y él dice que quedó para cenar con su padre y su hermana, nos despedimos.
Lo acompaño hasta la puerta y el me da un beso en la comisura de mis labios. Sonrío viendo como se aleja, pero antes de que llegue el ascensor el se vuelve hacía mi con una sonrisa.
—¿Qué sucede?—digo sonriendo también.
—¿Te gustaría tener una cita conmigo?—dice sin titubeos.
—Claro— digo segura también.
—¿El sábado te parece bien?—asiento con mi cabeza. Queda satisfecho con mi respuesta y entonces se va.
Escucho su último grito antes de que el ascensor cierre sus puertas.
—¡Voy a conquistarte, Bridget!
Río, porque es absurdo que quiera conquistarme, cuando realmente ya lo hizo.
*
*
*
*
*
¡Hola, azucarados!
Lamento tanto no haber publicado, es que tengo graves problemas con el wifi y aprovechando que conseguí una red, publiqué un capítulo.
Espero les guste.
Y sí, lo sé, capítulo corto, pero, los demás lo compensarán, lo prometo.
¡Besos azucarados!
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Lo que dice tu mirada [Libro II biología "Miradas"]
RomanceTodos en esta vida tuvimos o vamos a tener una noche loca. Esas en donde solo quieres beber, bailar y dejarte llevar, así tener aunque sea un solo momento en tu vida en el que puedes olvidar todo a tu alrededor. La realidad te golpea al día siguient...