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Próximamente...

(Fragmentos de capítulos)

– ¿Entonces nos podrías explicar mejor que es el libro? – pregunto al castaño que se mantenía tímido frente a ellos.

– Bueno... se podría decir que es una novela en blanco, una sobrenatural, toda cosa que sea escrita en aquella novela se convertirá en realidad, incluso si se arranca una página si se escribe en ella seguirá funcionando igual – puso su mano en su barbilla pensando en lo que diría – aunque hay restricciones para usarla... – susurro.

– ¿Restricciones?... – pregunto el oji azul.

– ¿Entonces alguien deseo que vineramos a este lugar? – no entendía la razón por la que alguien los quisiera ahí, de ser así ese “alguien" desde hace un rato debería haberlos atacado.

– Están equivocados no es por eso – un hombre alto y delgado, cabello ondulado y castaño, ojos igualmente marrones oscuro, acompañado de una gabardina de color arena con el cinturón desatado, con un chaleco negro y debajo de el una camisa turquesa de vestir con rayas azules, combinando con unos pantalones beige.

– Que demonios... – dijo un petirrojo y un velocista cabello plateado.

Automáticamente todos se pusieron alertas, listos para usar sus poderes si es necesario antes la precedencia del otro.

– Vaya... que curioso grupo...– ebozo una sonrisa amistosa – ¡Oh Poe-kun justo te estábamos bus—. Pero desapareció quedando en una línea, el hombre se acercó rápido a la espía pelirroja, que solo quedó confundida con la actitud del recién llegado, por otro lado el otro el nombrado suspiró por lo que iba a suceder.

– Bella dama... – sonrió amable arrodillándose tomando la mano de la agente – que elegancia puedo ver en su ser al igual que una hermosa flor de cerezo recién caída en una cálida mañana de primavera dónde se pude apreciar la gracia y la belleza del florecer de los capullos de las flores que junto a la brisa ligera del viento hacen una danza con los pétalos de los rosados cerezos recién nacidos – las damas quedaron encantadas con la palabras del castaño y los hombres (algunos) tomaba notas hasta que... – yo quisiera proponerle si... ¡¿quisiera hacer suicidio doble conmigo?! – la emoción, la sinceridad y la determinación del hombre era real, que hizo preocupar a los más amables y puros.

– ¿Son vendas los que te cubre? –

– ¡Dazai déjalas tranquilas! – el tipo del mapache se acercó y jalo al castaño, viendo sus mismas intenciones con las demás mujeres presentes.

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– ¡Oigan ustedes! ¿sus nombres? – ambos hombre pararon su caminar volteando a ellos.

– Tanto tiempo aquí y no preguntaron – alzó una ceja burlón al moreno.

– Cállate tampoco es una amistosa reunión de amigos – dijo sarcástico el joven petirrojo.

– Escucharon su grito antes – señalo a su compañero.

– ¿Dazai? – el castaño afirmó.

– Si, Dazai... Dazai Osamu – sonrió a ellos no sabían si era una de amabilidad, amistosa o burlona.

– Soy Ed...– susurro el tipo con el mapache.

– Ed es un gusto – saludo ambos millonarios junto al resto.

– No digo... soy... Edgar... Edgar Allan Poe – el tono fue bajo pero entendible y salió junto al de gabardina.

– Espera...– el oji miel pensó – ¡DIJO EDGAR ALLAN POE! -

DesmadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora