¿Como sigues vivo?

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Las clases del día viernes continuaron con tranquilidad...

Nada destacó más que los ejercicios que Izuku le daba a Momo...

Un simple día más...




Finalizaron las clases, cada estudiante se dirigía a la salida de la academia. Izuku el día de hoy se retiraría solo en dirección al centro.

El camino fue silencioso, se dedicó a escuchar su lectura, ignoraba a todo el mundo. Una mirada ocasional a la parada en la que se encontraba. Cada vez que lo hacía se encontraba con una persona diferente en su costado.


Las calles del centro de la ciudad tienen un tono gris y monótono. Las personas muestran una gran cantidad de estrés en sus rostros, mientras que otros se quedan en su burbuja comprando cosas con tranquilidad. 

El estrés es contagioso, ver a otros abrumados por la presión hace que empieces a pensar en tus propios problemas, los cuales no siempre son tan malos, pero sí lo suficiente para que la presión te haga compararte con la otra persona y mostrar una cara que muestre tu estrés.

Estrés compartido entre todos, excepto por las personas aisladas en sus burbujas, las cuales los ciegan de los problemas del mundo. Problemas económicos, discriminación por tu quirk, tu familia no te acepta, tus amigos te dan la espalda, o algo tan banal como que se te rompió el teléfono.

La burbuja aísla a pocos, ya que está construida por tu suerte. El haber nacido con una familia que te haya legado un buen quirk es una suerte de pocos, ya que tener un buen quirk en esta sociedad te da todo lo que quieras. El tener dinero te ahorra la otra parte de los problemas que te puede presentar la vida, tu simplemente vivirías en paz.


Todos y cada uno de los problemas eran observados por un peliverde que vagaba por las calles del centro, en su mente recordaba un debate que siempre existía, un debate que para cualquier persona no es importante, pero para el pecoso era de los más importantes.

¿Comprar cuerdas caras o baratas?, un debate que nunca ganó, incluso después de la muerte de su amada no lograba ganarlo, puede parecer absurdo, pero en su camino recordaba los argumentos que hacía la peli morada...argumentos que no podía contrarrestar.



En la tienda se acercó al mostrador, el cual era atendido por alguien que mostraba una sonrisa. El peliverde noto que detrás de esa sonrisa había una gran cantidad de problemas, pero sabía que la persona del mostrador no era la única que mostraba una sonrisa aún cuando existen los problemas, él mismo peliverde era una prueba de ello.

Le habló en un tono calmado y le pidió tres paquetes de las cuerdas más caras que tenían en esa tienda. Gastó alrededor de 15.000 yenes, pero al menos sus dos guitarras tendrían cuerdas nuevas y unas como garantía para el futuro.

Salió de la tienda, se reencontró con el tono grisáceo que habita en el centro de la ciudad, camino por entre las personas con la mirada en sus pies, no quería ver nuevamente los problemas del mundo, quería aislarse ya que no poseía una burbuja. En el día a día su única forma de aislarse es la lectura, pero entre tantas personas no podía leer.

En el camino a la tienda ya vio los problemas de la gente, y cuando los ves no hay vuelta atrás, no puedes apartar la mirada. Por eso decidió tomar la decidió mirar al piso.

EL HÉROE SUICIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora