Desayuno para dos

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Quizás si las mañanas no fueran tan brillantes el amanecer sería más agradable, pero ¿realmente es malo que el sol aleje a los jóvenes?





La oscura noche llegó a su final...

La llegada del alba finalizó con la obscuridad que azotaba la ciudad...

Los rayos de luz golpeaban de golpe cada lugar que estaba a su alcance...

Llegaban a los rostros de cada persona que podían...

Algunos los recibían con una sonrisa...

Otros con una cara de molestia...

Pero un joven de pelo verde les gritaba...

Nuevamente el sol interfirió en su alcance...







Izuku vagaba por las calles con la mirada baja, al parecer el día de hoy iniciarán sus pasantías con héroes profesionales.

No es algo que le disgustara, pero realmente preferiría seguir enseñándole a Momo.



7 AM, una hora prudente para empezar a arreglar las cosas del club. Luego de unos minutos todos los miembros se acomodaron en la sala y empezarían su discusión.

En esa discusión se llegó a tres consensos.

1-Implementación de Koji Koda a la división de Informaciones.

2-Implementación de Tenya Iida al área de Doctrina

3-Búsqueda de un presupuesto entregado por la UA.

Llegó la hora de iniciar las clases.

En su salón de clases todos hablaban como siempre. Mina hablaba de chismes con las chicas, Bakugo alardeaba acerca de su nueva licencia de conducir, Kirishima hablaba acerca de las cosas que debe hacer un hombre y Mineta escuchaba atentamente, pero había alguien que no lo estaba pasando muy bien. (si quieren un OVA de como Bakugo obtuvo su licencia diganme:p)



Izuku se encontraba atrapado, estaba sintiendo un nudo en la garganta, su mente no dejaba de pensar en ideas nada sanas, temblaba ligeramente, no podía escuchar su lectura.

Se vio envuelto con las voces de sus compañeros, las cuales lentamente comenzaron a golpear su mente.

Hacían ecos en su cabeza cada cosa que decían.

Su ansiedad estaba comenzando a subir, sin tener a Yue que le ayude a sobrellevar la carga, él simplemente no podía.

Poco a poco empezó a escuchar la voz de Hajime en su cabeza, recordaba sus palabras, sus insultos, sus gemidos.

Todo se empezaba a nublar en su mente.

Nadie lo veía, pero al mismo tiempo sentía las miradas clavarse en el.

EL HÉROE SUICIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora