Detectives

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Una mañana fría se colocaba frente a ellos, pero en sus mentes lo que menos importaba era la temperatura.

Las calles estaban desiertas, tal vez el anuncio de lluvia tiene que ver con eso. De todas formas, Shouka no estaba enterada de eso, Izuku por su lado...No le importaba, realmente la lluvia siempre significó algo bueno.






Los días lluviosos en la casa Ashita. Gracias al temporal, Inko pedía el día en su trabajo.

Quería aprovechar el tiempo con su hijo, por eso siempre acomodaba la sala de estar con comida y un juego de mesa.

Llamaba a su querido esposo: Hajime Ashita, la persona que amaba y que siempre cuidaba a su hijo con una sonrisa.

También le pedía a su hijo que se uniera, aunque en su caso era algo así como una orden. Izuku Midoriya, su pequeño travieso.

Más de una vez la habían citado en la escuela porque su hijo golpeaba a un compañero. Le informaban que su hijo en la escuela era agresivo con todos los profesores y alumnos, e incluso los golpeaba si hallaba ocasión.

Frecuentemente lo veía con algunos moretones, pero suponía que era por el número de "peleas" en las que se metía. Moretones que estaban ocultos por ropa ancha y de mangas largas.

Pero ella estaba tranquila. Le había pedido a su esposo que guiara a su hijo fuera de ese camino. Un camino fuera de los golpes, peleas, insultos, y otro tipo de cosas.

Confiaba plenamente en su esposo, pues siempre que ella tenía que viajar por su empresa cuidaba a su hijo.

Siempre el momento de llegada era gratificante. Veía a Izuku con una sonrisa mientras la esperaba en la puerta, y su pequeño le decía "¡Mamá!, te extrañe mucho. No podía esperar a que llegaras, pero como siempre Hajime cuido de mí" esas palabras la llenaban, se sentía satisfecha.

"No podía haber encontrado un mejor esposo", ese era su pensamiento. Por eso aprovechaba los días lluviosos, quería aprovechar la hermosa familia que tenía.

Su amado esposo.

Su pequeño.



Por parte de Izuku...A él le gustaban los días lluviosos porque significaban una paliza menos. Aunque el cariño de su madre perdió valor hace mucho tiempo.

No sabe en qué momento fue, pero ahora su madre solo le generaba desagrado. Tal vez sea el hecho de que sea una incompetente.

"¿Cómo no te das cuenta de que este hijo de puta me golpea? ¡Por dios! Lo hace cada puta noche, me parece increíble"

Ese era el pensamiento de Izuku, aunque también podría ser el hecho de que hablara tan naturalmente con Hajime. Era extraño...el hecho de que su madre besara la boca de Hajime le quitaba valor a sus palabras.

Cada "Te quiero" era apagado por un "Eres una basura" ...

Cada "Eres lo mejor que me a pasado, mi pequeño" era apagado por un "No deberías existir"...

Cada "Te amo, que duermas bien" era destrozado por la golpiza que le daba Hajime cuando ella se dormía...

Izuku la detestaba, pero al menos le servía para ahorrarse palizas. Aunque le tenía un mayor aprecio a la lluvia que a Inko.

EL HÉROE SUICIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora