Un metro eterno

Él

Tengo tantos sentimientos acumulados que ahora mismo no puedo ni pensar con claridad.

No sé qué decisión tomar. 

Es muy complicado, y el hecho de que de la nada tenga sentimientos diferentes al desprecio a la vida y a mí mismo, no ayuda en nada.

Me duele la cabeza, tengo demasiadas cosas en ellas y siento una gran presión en ella. 

De la nada se me viene a la cabeza lo que parece ser mi único recuerdo, sobre la madre enferma y su hija llorando. Pero esta vez es un poco más largo, y veo a la madre sonreír y pronunciar un nombre.

Ellen.

Este nombre me provoca dolor de cabeza, siento que me pierdo cosas, que tengo un bloqueo mental que se está rompiendo.

Y me viene otro recuerdo, muy diferente. Esta vez es con la misma chica de la habitación pero en otro lugar. En la azotea de un edificio, mientras contemplamos el atardecer y nos acurrucamos por el frío que empieza a haber.

Estoy recordando. El único sentimiento que se apodera de mí es la ilusión y la esperanza.

Y ya sé qué camino coger, voy a seguir, voy a continuar. La vida me está esperando y no voy a rendirme pase lo que pase. 

La decisión ya está tomada ahora solo queda seguir caminando hacia ese nombre, hacia esos recuerdos con ella que provocan sentimientos extraños en mí. Como si tuviese una apisonadora en mi estómago, o un gato arañándolo.