HAZME SENTIR QUE ESTAS AQUÍ [RIVAMIKA]

CAPITULO 7: JUEGO DE CORDURA

Los días que transcurrían se convirtieron en un desafío de seguir soportando para Levi. Habían pasado cerca de un mes, se volvieron rutinarios y muy estresantes, eso sin contar que tenía muchísimo trabajo y debía asistir a un evento muy importante en la que llevaría a su mujer, eso serviría para hacerle experimentar cosas nuevas y conociera un nuevo ambiente más formal. Para eso le había escogido un vestido de gala muy bonito que usaría en aquella fiesta, no le dijo nada, seria sorpresa.

Pero mientras se acercaba el día, el hombre debía mantener estable a la azabache, quien parecía estar contenta con las salidas en compañía de su secretario. Todos los días se la llevaba a un lugar distinto, por supuesto que Moblit debía darle el informe de todo lo que hacían y los sitios visitados; a decir verdad, la chica últimamente se aprovechaba del pobre joven, jugándole bromas pesadas, burlándose de él y también asustándolo, lo había tomado como mascota.

Sin embargo, Erwin se dio cuenta de todo, lo cual le pareció absurdo y fuera de lo común. Todos los días Levi llegaba con Mikasa y ni siquiera pasaba la media hora ya salía el resto del día con Moblit, dejando el trabajo y duplicándole las labores a Levi. - ¿en qué diablos está pensando? – aun no daba cabida al comportamiento del azabache, hablaría con él y no solo como su jefe, también como su amigo y hermano. Así que, sin pensarlo dos veces, el rubio buscó el momento adecuado para charlar.

Llegó a su oficina y tocó la puerta, un adelante lo hizo abrirla encontrándose con el pelinegro muy estresado y apurado.

- ¿Qué sucede Erwin? – preguntó sin dejar de prestar atención a su trabajo

- Es precisamente lo que te venía a preguntar – le dijo casi molesto, no obstante, con un toque de preocupación al ver que Levi no estaba del todo bien. - ¿Qué te pasa?

- No sé a qué viene esa pregunta, si es el trabajo, según yo, todo está en orden – respondió con tono cansino y rascándose la cabeza

- El trabajo no me preocupa tanto como tú – se enfocó en él, eso hizo que Levi lo viera directamente y dejara lo que estaba haciendo

- Estoy bien, si me estreso es por la cantidad de deberes...

- Sabes bien que no me dices la verdad, por favor Levi – lo interrumpió y esta vez sí estaba molesto – es obvio que algo te sucede, no solo a ti, a tu mujer, actúas de manera extraña, no comes, te la pasas trabajando en labores que debería hacer tu secretario, en cambio lo pones a cuidar de Mikasa ¿Qué te pasa? ¿en qué carajos estás pensando?

- ¡Tú no lo entiendes! – dijo azotando los papeles sobre su escritorio

- Por supuesto que no, y por eso quiero una explicación, no tanto como tu jefe, debido a que has puesto mucho esfuerzo y cumplido tus obligaciones, si no como tu amigo... mírate, estas más delgado... ¿hace cuánto que no duermes?

Levi solo dio un largo suspiro y desvió la mirada, no sabía que responder ya que esta vez ni siquiera podía darle una explicación. Al ver que no le respondía volvió a preguntar

- ¿aun tienes problemas en tu casa? ¿Por qué traes contigo a tu mujer para que otro la cuide?, simplemente no te entiendo ¿Quién esposo en su sano juicio haría eso?

- Hay cosas que no te puedo explicar por el simple hecho de que no las entenderías

- No, definitivamente no lo entiendo, pero aun así debes decirme que pasa

- No puedo, ni siquiera me creerías – contestó caminando lejos del rubio

- Si no me lo dices no podre si quiera comprenderte – a Erwin realmente le importaba su amigo, necesitaba saber con urgencia ese abrupto cambio de actitud en él, desde hace días.