Short-Shots para Bakugou Katsuki

Día#3: Fem!Deku

Izuku creyó que ese sería un día tranquilo. Ese día no tendrían clases prácticas, pero tendrían que ir al Departamento Técnico para discutir mejoras para sus trajes de héroe. Fue muy tonto de su parte creer que tendría una día tranquilo si iba a ese sector de la escuela. Siempre le pasaba algo cuando iba allí, y ese día no sería la excepción. 

Estaba comentando sus ideas muy animadamente con Power Loader y Mai Hatsume, cuando se escuchó una explosión en el taller. Y, como no podía ser de otra forma, un efecto dominó imposible de detener pero completamente predecible comenzó y un chico de la clase terminó golpeando a Izuku con su Don. 

Una espesa nube blanca de humo envolvió a Izuku por completo, no podía ver nada a través de ella, pero podía notar cómo paulatinamente iba adquiriendo una suave tonalidad rosada que terminó desapareciendo en un fino rocío brillante. Se alarmó cuando se percató la forma en la que todos lo miraban, sorprendidos, con los ojos bien abiertos. El único sonido que se escuchó en ese momento fue un pesado y cansado suspiro del maestro Aizawa. 

Izuku instintivamente miró hacia donde estaban mirando casi todos y se encontró con dos enormes tetas sobresaliendo de su pecho. Las tocó y cuando comprobó que no sólo eran reales, sino que también eran suyas se sonrojó tan fuerte que casi se marea. 

El Don que había golpeado a Izuku lo había transformado en una chica, el cuerpo, la voz, incluso su uniforme había cambiado a uno de chica. No sólo era una chica, sino que era una chica extremadamente linda, con curvas marcadas y perfectas proporciones. 

Entonces empezó la hecatombe, la debacle total. Una seguidilla de hechos bochornosos se dieron mientras todos los varones trataban de alcanzar al Izuku chica, que corría de un lado a otro tratando de evitar a todos los que se le acercaran. Todo terminó con una gran explosión que provocó una gran cantidad de humo.

Todo apuntaba que dicha explosión fue obra de Katsuki, porque cuando el humo se disipó ni él ni Izuku se encontraban en el taller. Aizawa, volvió a suspirar pesadamente, pero sólo se metió en su fiel bolsa de dormir para seguir con su siesta.