Mi mundo oscuro

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[Desde tiempos inmemorables, los humanos siempre han sido impulsados nada más, ni nada menos que por sus propios sentimientos y siempre han llegado más allá de sus límites gracias a las emociones que se transmiten entre si.
Esa fuerza sentimental, hace que las personas se vuelvan tan fuertes como para afrontar cualquier tormenta que se les aproxime. Sea malo o bueno, las personas siempre enfrentarán y no se rendirán ante cualquier problema, siempre que escuchen a su corazón y no a la razón. Ese es el poder de los sentimientos que parece importante para todos y gracias a los cuales la humanidad a llegado tan lejos hasta el día de hoy.
Pero la cuestión es, ¿Qué pasa con los que carecen de aquel poder sentimental?, ¿Qué sucede con los que no poseen ese potencial?
En este vida ser alguien que no usa sus sentimientos, es una falla en la propia existencia, es algo que te carcomerá desde adentro hacia el exterior. Aquel que no posea emociones será acabado por aquellos que si los tengan, los eliminaran poco a poco de esta sociedad, es algo que gradualmente los alejara de este mundo, un mundo lleno de sentimientos.

Pero yo me pregunto, ¿Realmente... los sentimientos son importantes?]

.

Como todo estudiante común me levantaba de mi cama un poco tarde, pero lo hacía.
Me preparaba el desayuno para iniciar mi día, vivía una vida tranquila y sencilla, ya me había acostumbrado a este lugar completamente.
Era otro día normal y lo comenzaba asistiendo a la escuela.

-Aghh... parece aburrido ir a la escuela tan temprano --Dije eso al salir de mi casa y me puse a caminar.

Bueno no hay tanto que se deba saber de mi.
Me llamo Goru, un chico de 16 años, tengo el cabello de color negro, soy delgado y mi estatura es la adecuada para mi edad. Todo el que escuché eso pensaría que soy una persona ordinaria, Bueno, normal hasta cierto punto realmente.

Yo... no tengo sentimientos

Suena ilógico pero es verdad, no es que sea frío o simplemente no los entienda, sólo no tengo sentimientos y no los tuve jamás. Así viví todo este tiempo... "sin sentimientos". Con el tiempo he ido aprendiendo a vivir sin estos, y eso me conllevó a poder "calcularlos".
Mientras proseguía con mi caminata a la escuela me topé con una persona muy singular para mi.

-!Oh! Es la jefa ---dije al ver su figura.

Ella al verme suelta una exclamación, una grata sorpresa, y yo, sólo soy capaz de mirarla directamente.

-¿!ah!?, ¡Hola Goru!, ¿vas a la escuela eh? ---pregunta mi Jefa con una sonrisa.

-Hola, jefa ---salude ---Sí, estoy yendo a la escuela ---agregue.

Ella es la jefa de mi trabajo, es muy joven aún sólo tiene 26 años, tiene el cabello largo y marrón, como si fuera de algún tronco olvidado por el tiempo, lleva lentes y es muy hermosa, siempre la veo con algun libro en la mano, y cada vez, es una portada diferente, pero aún con todo, es un tanto despistada.
sin embargo, quitando lo despistada, es muy hábil en lo que hace, así que me contrato para ayudarla y aprendo mucho de ella con sus frases.

-Vaya... tan aburrido como siempre, Goru ---me decía con una mirada seria.

-Y usted es tan directa como siempre ---dije.

-Bueno dejando de lado eso, ¿vendrás a ayudarme después? ---me pregunto.

-Si , claro que lo haré, yo trabajo aquí ---le contesté

-Bueno, que no se te olvide, es una promesa Goru... recuerda que los dioses no pueden hacer promesas pero los humanos sí, así que, promételo bien ---me dijo con una sonrisa y cerró un ojo haciéndose la confiable.

IN BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora