La luz que se filtraba a través de los hueco y ventanales sellados -torpemente por tablas desgastadas- dejaba ver las partículas de polvo volando con libertad, siendo esto su único entretenimiento, ver como una mota de polvo danza libremente cuando él está encerrado, solo, en una habitación, atado con los brazos hacia atrás y con una soga gruesa inmovilizando sus muñecas en un lugar. Podía sentir el ardor de un amarre mal hecho, incluso si este no tenía contacto directo con su piel gracias a la bata. Se imaginó, y no quiso probarlo, que con solo sacudir un poco sus brazos lo lastimaria.
Gracias a la sombra proyectada en la habitación -la cual apenas se había movido unos centímetros-, podía darse una idea de que no había pasado mucho tiempo desde la madrugada, incluso podría arriesgarse al decir que pasaron un aproximado de cuatro horas o más, pero no seis, de eso estaba seguro. Aún así, ignorando la ciencia y guiándose por su propio instinto, sentía que había pasado mucho más tiempo. La lúgubre soledad de esa habitación y el asfixiante olor a humedad más el denso polvo hacían de la espera algo molesto e irritante.
Cualquiera podría ver su estado de ánimo flaquear, volverse loco por la paranoia y el miedo, e incluso sacudirse en su agarre, impulsado por la desesperación aún sabiendo que es inútil, ¿a dónde podrías ir después de huir? La visión es nula y es imposible saber cuántos de esos hombres están dando vueltas a los alrededores. Y, sumando a todo, la vista de la puerta frente a él es un problema más, otro estímulo que evocaba pensamientos esquizofrénicos en cualquiera, ¿entrará alguien y me tortura? ¿Cuándo? ¿En qué momento? ¿Qué están esperando? Nada les impedía comenzar una rutina que de tortura digna de película solo por placer y morbo.
Xiao Zhan soltó un largo suspiro. Es más inteligente que eso. No es la clase de persona que se deja llevar por las emociones ni el miedo, solo podía aferrarse a la calma hasta el final.
Como si invocara la desgracia con sus pensamientos, escuchó el crujir de los pasos en el pasillo acercarse lentamente. No levantó la vista hasta que el sonido se hizo más audible, acompañado de una voz molesta que se dirigía a los demás. Parecía ser el líder o creerse con la capacidad dar órdenes, aún así, con cualquiera de las dos opciones, nadie parecía responder de forma negativa.
Con un chillido, por la acción de las bisagras al moverse, la puerta se abrió dejando entrar a los hombres que lo habían capturado.
Con una vista podía contar alrededor de ocho sujetos, todos con los rostros cubiertos hasta ser casi impecable su identidad- aunque no sabía si eran más o menos. No se atrevió a arriesgarse, ya que si lo veían tan atento podría ser fácilmente malinterpretado.
-Bien doctor, -habló la voz que había estado gritando segundo antes.
Parecía un hombre que rondaba por encima de la treintena, de contextura gruesa y voz ronca.
"Fumador". Fue el primer pensamiento que cruzó la mente de Xiao Zhan.
-Supongo que ya ha descansado lo suficiente aquí. -siguió hablando- Lamentó si el lugar no es muy limpio, no pensamos que íbamos a tener una visita.
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Addicted To You
General FictionNadie es lo que aparenta a simple vista. Nadie es como se expone ante el mundo. Nadie es perfecto. Nadie es incorruptible. Nadie es sereno. Todos somos una sombra cortada con cuchillas, perforada con balas, golpeada con puños. Imperfecta y abom...