Capítulo 7

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ADVERTENCIA:

Cualquier coincidencia o similitud con The Oath of Love es pura coincidencia. "Addicted to You" es un fanfiction hecho por nosotras sin guiarnos con base a ninguna novela existente, ni inspirada en su live action. La misma está planeada de inicio a fin desde antes de su publicación. Gracias.

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"Guantes que te alejan de la verdad"

El reloj en la muñeca de Xiao Zhan marcaba las nueve de la mañana cuando llegó al hospital. Todos, o por lo menos la mayoría, cargaban cajas o bolsas y se dirigían a la puerta trasera -para evitar la congestión con los pacientes que salían y entraban-.

-Me recuerdas otra vez por qué están haciendo esto. -la voz venía de su lado derecho.

Wang Yibo, a diferencia de su compañero, vestía una camisa azul de mangas cortas y por encima el chaleco antibalas -ligero-. Según su explicación es que estaban al tanto de que no pasarían todo el día en el hospital, por lo que les habían ordenado ir un poco más protegidos. Y aún, cuando el chaleco ligero apenas es una pequeña protección, es mejor que nada.

-Es un acto de beneficencia -explicó-. Cerca de aquí hay un establecimiento dedicado a niños con enfermedades terminales o lesiones graves, por lo que siempre buscamos brindar un poco de ayuda.

-¿Por qué darle de comer a quien tiene un pie dentro de la tumba? -habló Guo, haciendo que una enfermera que pasaba por su lado se detenga. Le fue imposible no escuchar sus palabras aún sin intención de ser entrometida.

-¿Acaso no piensas en nadie más que ti mismo? -chilló molesta.

Guo la miró con una expresión molesta, sin entender porqué una desconocida le hablaba sin razón, y encima se atrevía a gritarle.

-¿A quién le estás levantando la voz? -preguntó con una ceja alzada, hablando con un tono de superioridad- ¿Desde cuándo las mujeres le gritan a los hombres? Deberías controlar ese temperamento, o de lo contrario nadie se querrá casar contigo.

Los ojos de Guo se bajaron a las manos de la mujer. Ella sostenía una caja, pero estaba girada hacia el frente -en dirección al oficial-, siendo ambas manos visibles, desnudas y pálidas, nada llamativo a la vista.

Indignada, la mujer se puso roja por la furia.

-¿Quién te crees para hablarme así? ¿Acaso te gusta opinar sin saber?

Guo soltó una risa ahogada.

-¿Cosas que no sé? -se rió- Entonces, dices que no sé, ¿dónde está tu anillo? No lo veo por ningún lado.

-¡Tú...! -la mujer dió un paso al frente, como si fuera a plantarle cara o golpearlo.

-¡Ya es suficiente! -una voz se alzó por encima de la discusión, cortando el aire tenso como cuchillo.

Debido al enfrentamiento todo el grupo a su alrededor se había detenido, algunos mirando y otros incapaces de cruzar ya que ambos habían cortado el paso.

Ambos giraron en dirección a la voz, sorprendidos, aunque no se sabía si era por el llamado de atención o por cómo llegó todo a una situación tan crítica -o tan estúpida- a un punto caliente.

-No veo necesario que les recuerde dónde están parados -habló Xiao Zhan-. Si buscan gritar o pelear vayan a un ring, pero no lo hagan en un hospital.

Los ojos del cirujano giraron en dirección a Guo.

-No sé a qué viene su prejuicio, pero esos pensamientos será mejor que se los guarde para sí mismo. Yo no soy el que lo obligó a encargarse de mi seguridad, si tiene alguna queja de su trabajo puede hablar con su jefe, pero no altere el orden en el hospital. -y por último miró a la enfermera, sin aflojar la dureza de su mirada- Sigue con tu trabajo, no quiero escuchar más peleas por parte de los trabajadores. Si hay algo que no le guste, siempre debe hablar de buena manera.

Addicted To YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora