Lalisa se enfrenta a una situación nunca antes vista para ella.
El amor.
¿Sabrá sobrellevarlo correctamente?
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➵Esto es una adaptación. Créditos a su autora.
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Jungkook me arrastró por el camino que conducía a la casa, pero en lugar de dejarme en los escalones del porche como siempre hacía, dió la vuelta y pasó por la parte de atrás. Nunca había estado allí, el camino de piedra conducía a una casa más pequeña, donde imaginé que era la casa de Jungkook.
- ¿Tú vives aquí?- Pregunté, mirando a Jungkook con curiosidad. Caminé demasiado cerca de él, estábamos tomados de la mano y él no parecía querer ningún espacio entre nosotros, así que cuando Jungkook giró su rostro para mirarlo a los ojos, nuestras narices casi se tocaron.
-Sí - respondió - No es un castillo, desde ya te lo advierto... - murmuró Jungkook cuando llegamos a la puerta, haciéndome rodar los ojos.
- Al menos tú tienes un lugar para dormir, yo no. - me encogí de hombros y él asintió sonriendo.
En cinco minutos había sido más amable conmigo que en todos estos días que he estado aquí, alguien solo podría haber cambiado a Jungkook por alguien más en su lugar, este no era el idiota engreído que yo había conocido.
-Vamos, entremos, hace frío aquí afuera.- murmuró, girando la manija de la puerta y tirándome adentro. Tal como dijo Jungkook, el lugar no tenía mucho lujo, pero era acogedor. Era solo una habitación grande. con una cama y algunos sofás alrededor de una chimenea encendida, y había una puertas que conducían al baño.
-¿No tienes electricidad aquí?- Fruncí el ceño mientras miraba al techo y no podía ver ninguna lámpara.
- Prefiero la luz de la chimenea - sonrió y asentí, mirando a mi alrededor.
Un extraño silencio se instaló entre nosotros, no supe qué decir. Suspiré y me senté en uno de los sofás, mirando la madera ardiendo frente a mí al entrar en contacto con el fuego
- ¿Por qué peleaste con Rosé? - preguntó Jungkook de repente, atrayendo mi mirada hacia él.
-No quiero hablar de eso.- me miré los dedos, que en ese momento estaban enredando nerviosamente el dobladillo de mi blusa.
-Así que tal vez quieras hablar de Jaehyun.- se acercó, apoyándose con indiferencia en el respaldo del sofá.
-¿Por qué iba a querer hablar de él?- Le pregunté, sonriendo de disimuladamente al recordar al chico que había conocido antes.
-No lo sé, estabas coqueteando con él hoy.- resopló Jungkook, rodando los ojos y solo entonces los apoyó en mí, dándome una mirada irritada.
- No estaba coqueteando con él - se ríe sarcásticamente.
- Sí, lo estabas
-¿Por qué te importa?- Levanté las cejas, desafiándolo
- No me importa - sonrió - Solo que no creo que sea apropiado el que coquetees con él en un lugar tan público.
