14. El rayo de luz

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NARRA MAIKO
No es prudente hacer las cosas tan pronto. La vida necesita tiempo y sosiego. Pero parece que ninguno de los dos está para andarse con discreciones.

NARRA KOBY
Suena el timbre pero no tengo fuerzas para ir a abrir. La fugaz visión de esa mujer me ha afectado demasiado. Por un momento creí que era ella. Se movía como ella, vestía como ella.
-¡Koby!- El Vice almirante me reclama. -¡Baja por tu propio pie antes de que te baje yo!
Es increíble como este estado de ánimo me hace ignorar las amenazas de ese señor.
A estas alturas de la historia no les sorprenderá lo que me encuentro al llegar al salón. Pero a mí me provoca un paro cardíaco.
Sentada en un diván, con las manos sujetando una taza humeante y los ojos entrecerrados está ella. Mi enamorada. La que murió en mis brazos, o así creí yo.
Levanta la mirada y deja que la taza se resbale entre sus dedos. El líquido se derrama entero, pero el recipiente lo rescata Garp-sama en el último momento. Parece tan congelada como yo.
-Koby...- Se levanta del asiento pero no la dejo acercarse.
Levanto una mano para decirle que se quede quieta.
-¿Qué es todo esto? ¿Qué está pasando aquí?
¿Acaso quieren que enloquezca? ¿Por qué Maiko está aquí? ¿Cómo es posible?
-Koby, yo...
Niego con la cabeza.
- No eres ella. - Le grito. -¡No eres ella!
No le doy tiempo de hablar y salgo corriendo en dirección a mi cuarto. No quiero ver a nadie. No quiero escuchar nada. Sólo quiero estar solo y esperar a que llegue mi hora.

NARRA GARP
Ustedes saben que no soy un hombre delicado. Es por eso que, cuando vi a la señorita llorando y al idiota de mi alumno huyendo, las ganas de ir a tirar la puerta abajo por poco me vencen.
-Deje que descanse ahora. - Me detuvo Maiko. -Mejor después.
Y en esas estamos ahora. Esto Y llamando educadamente a una puerta. Aguardando a que me den el paso.
-Largo por favor. -Suplica con voz lastimosa.
Esa no es actitud de un Marine. Es el colmo.
Arranco la puerta de cuajo y la dejo apoyada contra la pared.
Koby está lloriqueando en la cama. Tiene cara de perro herido.
-Tu dama está como tu. - Le informo. - No ha sido un feliz reencuentro.
-¿Y qué espera? - Se levanta de golpe. - No tiene derecho a hacer esto. Ella fingió su muerte.
No me puedo creer que sea tan lento.
-Fue un plan mio para salvaros a todos. Nunca podríais estar juntos mientras Jasper pensase que estaba viva. Y hubiese matado a mi nieto. Tuvimos que tomar cartas en el asunto. La muerte de ese tenryubito fue una fortuna enorme. Y tú te estás comportando como un inmadu...
-Vicealmirante. -Maiko acaba de entrar. - Por favor. Déjeme a mi. Así no resolveremos nada.

NARRA MAIKO
Mi pobre ángel de la guarda está desfallecido. No le culpo. No todos los días se ve salir de la tumba a alguien que murió en tus brazos.
Recuerdo cuando me salvó, cuando cuidó de mi mientras estuve enferma y cuando me hizo el amor en aquel refugio del bosque. ¡Ay mi pequeño amor! Ojala supieses lo mucho que te he añorado. De verdad que esté tiempo ha sido un tormento para mí. Aunque no tan grande como el tuyo.
-¿Puedo sentarme?
Asiente con la cabeza. Está demacrado. Se le ve muy mal.
Tengo que explicarme. Debo decirle todo lo que siento y por qué hice lo que hice.
- Yo...
Y unos labios cálidos, suaves y temblorosos se estampan contra los míos. Sus brazos rodean mi cintura y con suma delicadeza me acuesta en la cama. No quiero que este momento termine nunca.

NARRA KOBY
La amo. No tengo más palabras.

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Marines Y Piratas (One Piece)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora