Nombre

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Era un día tranquilo, Soundwave se encontraba trabajando con unos archivos que tenía que traducir, hasta que fue interrumpido por Shockwave

Shockwave: el maldito sparkling no está

Soundwave: ¿cómo que no está?

Shockwave: pues no está, buscalo

Dicho eso Shockwave se retiró, así que Soundwave salió de allí en busca de su pequeño hermano, al primer lugar que se dirigió fue la playa, sabía que a ese sparkling le encanta ese lugar, pero allí no estaba, fue al muelle y tampoco, así que se asustó, ¿dónde podría estar ese pequeño?, Soundwave empezó a buscar por toda la ciudad.

Ya llevaba más de dos horas buscando al sparkling, le era difícil, este no tenía un nombre y llamarlo era imposible, en ese instante aprendió la importancia de un nombre, pero, ya era tarde, su pequeño hermano no aparecía, buscó y buscó, ya casi anochecia y este no aparecía, así que Soundwave volvió a la playa, donde ya había buscado, allí se sentó viendo al mar, estaba cansado y devastado, ese pequeño sparkling que le alegraba los días con sus ocurrencias ya no estaba, cubrió su cara y empezó a llorar, no quería hacerlo pero no pudo evitarlo, nunca creyó llegar a querer tanto a ese sparkling, ya llevaba un rato ahí cuando de repente sintió que alguien lo abrazó

—ounwave, no llores

Soundwave de inmediato reconoció esa pequeña voz, y rápido levantó la mirada, y aquel qur lo abrazó era el sparkling que tanto buscaba, al verlo lo abrazó con fuerza

Soundwave: ¡hermanito!, ¿dónde carajos estabas?,  me tenías muy preocupado y asustado, ya te había dicho que no escaparas

El sparkling tan sólo señaló a un lado, Soundwave miró hacía allá, y vio un ser, tenía una capa con capucha que lo cubría todo, a juzgar por el tamaño sería un transformer, pero no se veía bien, sin embargo aquel sujeto saludó con la mano a Soundwave, quién tan solo lo miró

—ese me trajo ——dijo el sparkling

Soundwave lo miró y lo abrazó, luego volvió a mirar hacia donde estaba ese sujeto, pero ya no había nada, sin embargo siguió abrazando a su hermano

—ounwave, ¿me perdonas?

Soundwave: sí, te perdono hermanito, pero no lo vuelvas a hacer

—está bien Soundwave

Soundwave: debo ponerte un nombre, ¿sabes? Ummm bueno, pues estámos en Amsterdam, y es posiblemente tú nacionalidad

El sparkling solo lo miró

Soundwave: tú te llamas Amsterdam, yo Soundwave, tú Amsterdam, ¿sí?

—síí

Soundwave: bueno Amsterdam, vamos a casa

Dicho eso cargó al pequeño Amsterdam y se lo llevó a casa.

Cosas que a nadie le importaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora