Relato corto XD

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Nota: bueno este mini relato es sobre un oc que aún anda en proceso, de él solo se ha cuadrado algunos detalles de su historia, no se ha decidido nombre ni género (aunque suelo referirme a este más como hombre XD), y también se incluye a su peor enemigo, quién no tiene definido prácticamente nada.

Entonces lo de este relato NO es oficial, pero ando inspirada así que para que el relato sea entendible me referiré al primer oc como "Anuar" y a su enemigo me referiré como "Zama".

Son nombres temporales.

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¿Traumas? ¿Qué puede saber cualquiera de traumas? ¡No hay nadie con más razones para tener traumas que Anuar —fue lo que pensó Zama en ese momento.

Zama y Anuar son enemigos, desde que se conocieron se han odiado, siempre han tratado de matarse, y ambos tratan de mantenerse alejado del otro, ¿la razón?, la actitud del contrario les molesta, además de que la manera de hacer las cosas de cada uno choca con la del otro, y esos roces crecieron tanto que con el tiempo son los mayores enemigos, si uno muere de seguro el otro haría fiesta.

Ese día, algo cambió en la forma en la que Zama veía a su enemigo,  pues este buscando alguna forma de dañar a su enemigo, sabiendo que este andaba haciendo un trabajo, entró a la casa del mismo, no pensaba robar nada, solo quería averiguar alguna debilidad de Anuar, miró todo lo que había, sin mover nada de su sitio, la idea era dejar el menor rastro posible, hasta que entró al cuarto de este, allí vio un diario —¿quién diría que mi enemigo tiene un diario? — pensó a manera de burla, se acercó para mirarlo, lo abrió y en la primera hoja había un letrero, estaba escrito con una letra bonita, y decía: "Diario en honor a mi hermano", al leerlo Zama sintió un leve hormigueo en su pecho, sin embargo dio un suspiro y confundido con mucho cuidado pasó la página, no quería llegar a dañarlo, la primera página le sorprendió bastante, y decía lo siguiente:

Jamás me gustó llevar un diario, y pensé que nunca en la vida lo haría, pero todo cambió de repente.

Hoy perdí a mi hermano, él era un Decepticon, siempre fuimos solo los dos, y un día mi hermano quiso irse de la base Decepticon, no sé porque, pero estaba herido, pudimos llegar a una cueva, sé que le dolía mucho, lo veía en sus ópticos, le dije que iría por ayuda, no quiso, finalmente lo convencí, tenía una hora, o mi hermano saldría a buscarme, corrí, encontré a un grupo de Autobots, les pedí ayuda, me siguieron, pero al llegar y ver que era un Decepticon solo se quedaron ahí parados, lloré y rogué para que lo ayudaran, no lo hicieron, fui entonces con mi hermano y me abracé a él, tenía miedo y estaba asustado, mi hermano también me abrazó, me dijo que ellos no ayudarían, porque un Autobot jamás ayuda a un Decepticon solo por ser lo que era.

Empezó a llorar, fue la primera y la única vez que lo vi llorando, me hizo prometer que sería feliz sin él, que saldría adelante y que todo lo que queríamos tener juntos debía tratar de conseguirlo yo solo, yo le dije que no quería quedarme solo, que no me dejara, él solo me miró, y luego de su pecho, en el que solía guardar armas, sacó un dibujo, era un dibujo que hice de los dos hace mucho tiempo para regalarselo, me lo entregó y me dijo que él lo había conservado y que ahora era mi turno de guardarlo, lo guardé, y por último me dijo: adiós hermanito", y sus ópticos se apagaron.

Odio a esos malditos Autobots.

Mi hermano si tenía un diario, así que en honor a él de ahora en adelante yo haré uno, su diario lo guardaré, no pienso leerlo hasta el día que crea necesario hacerlo.

Luego de leer esa primera anotación, Zama sintió un nudo en la garganta, podría odiarlo, pero eso era muy triste, le había dolido, sentía el dolor con que había sido escrito eso, ¿llorar?, no, pero casi, decidió seguir leyendo, durante varias hojas era el día a día de Anuar, se notaba como le costaba acostumbrarse a estar solo y a no recibir ayuda de nadie, sin embargo no leyó más allá, dejó el diario dónde estaba y se fue, se fue pensando en lo que ahora sabía, reflexionando en que su actitud algo tosca, distantes y grosera se debía a eso, que Anuar tenía miedo de encontrar seres como aquellos Autobots que solo vieron a su hermano morir sin si quiera tratar de ayudar, tenía miedo de volver a  depender de alguien y luego perderlo, y se dió cuenta de la voluntad y valentía de su enemigo, ¿quería hacerle daño? ¿Lo seguía odiando?, ya no estaba tan seguro.

Cosas que a nadie le importaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora